Enfrentamos el desafío petrista o perecemos (01 julio 2025)

Pienso, como muchos, que el hundimiento de la convocatoria a una consulta popular planteada por el presidente Petro al Congreso de la República es la más importante demostración de que, a pesar del pesimismo, del derrotismo y de la mala imagen, el poder legislativo se niega a ser un mandadero del Ejecutivo.

Así mismo, hay que valorar los esfuerzos que realizan diversas entidades, movimientos y organizaciones para  cerrarle el paso a los ímpetus dictatoriales de Petro. Destacable la firmeza, por ejemplo, del Consejo de Estado, la intervención de la Corte Suprema al judicializar a altos funcionarios del gobierno, la información crítica de importantes medios de comunicación, la voz de repulsa de partidos y dirigentes políticos, un estado de ánimo de rechazo a Petro que, no obstante disperso y desorganizado, se manifiesta en muchísimos sectores y redes.

Sin embargo, hay que reconocer que el dictador en ciernes no se da por vencido y con sus amenazas de paros, toma del Congreso, movilizaciones callejeras ha elevado el tono de su confrontación con el orden democrático. Y que, en lo que respecta con lo que han hecho las fuerzas opositoras, no todo ha sido o es suficiente para contrarrestar la estrategia petrista.

Petro es un peleador empedernido y sabe que no se puede comportar como lo hace un presidente en democracia. Se levanta de la lona y lanza contundentes golpes a sus rivales. Realiza un segundo viaje a la China comunista-capitalista para sumarse a la Ruta de la Seda, política de dominación mundial de Xi Jinping, toma distancia de los EE. UU., el mayor aliado de Colombia en muchas décadas, pues según él “Ya esa posición de ser paria y segundón de Estados Unidos creo que queda en el pasado”.  

Paso a paso, Petro da señales inequívocas  de extender el alcance de su proyecto de destrucción del orden interno a la política internacional de Colombia. Primero la ruptura con Israel y su apoyo a la agrupación terrorista Hamas, el desconocimiento del triunfo de la oposición venezolana, el desconocimiento de la victoria de Noboa en Ecuador, sus peleas con los mandatarios de Argentina y El Salvador. Todo indica que quiere llevar a Colombia a transitar el camino de Chávez y Maduro, de Ortega y la dictadura cubana. 

En su largo periplo obtiene una entrevista con el Papa León XIV, a quien de seguro no le confesó cuan mal cristiano es ni lo enteró de su impulso al odio de clases, de los daños causados a nuestra democracia, de sus adicciones y escándalos. Retomó el apoyo de congresistas liberales, conservadores y de la U para aprobar con 66 votos la elección de Héctor Carvajal, como miembro de la Corte Constitucional quedando a un paso de alcanzar mayoría, presidió en Barranquilla su convocatoria al cabildo abierto y agitó su invitación a un paro nacional para presionar el Congreso a votar su recargada propuesta de  consulta popular con nuevas preguntas.

Las redes y los analistas de medios no han pasado por alto la andanada petrista, no faltan las burlas, las opiniones adversas, la retórica adjetivesca. Lo mismo de siempre, como si de esa manera a Petro se le pudiera hacer renunciar o deponer. Petro ha demostrado  que sabe defenderse y sabe aplicar técnicas de contraataque que confunden a sus rivales.

Petro no debe ser  menospreciado o subvalorado, es un líder astuto, hábil, goza de la perseverancia de todo revolucionario. Fue capaz de tapar la bulla que se desató con las cartas de su exministro de Relaciones Exteriores y de eludir la derrota sufrida en el Congreso configurando un estado de cosas propicio a un golpe duro de estado

Sería un error garrafal subestimar las amenazas de quien se ha ubicado sin miramientos en el campo de la revolución y por ende del camino insurreccional. Petro no está cañando, con su camarilla de rapaces vividores es capaz  de incendiar el país para alcanzar la meta del poder total.

Debilitó y desmotivó a las Fuerzas Armadas, controla a la Fiscalía, muy probablemente contará con la mayoría en la Corte Constitucional, tiene influencia fuerte en la Procuraduría y  en la Contraloría, un Congreso que le teme aunque le haya propinado una gran derrota, dispone de unas bien organizadas milicias, reanimó a la primera línea, utilizando a placer el erario para pagar los costos multimillonarios de las movilizaciones.

Si los colombianos no entendemos que llegó la hora de hacer a un lado la corrección política y de responder con fuertes acciones de calle, con actos de desobediencia civil y militar, con objeciones de conciencia, con votos, con denuncias internas y externas de los graves delitos de corrupción. Si no pasamos a la ofensiva y dejamos de estar a la cola del reguero de medidas distractoras que el desbocado aventurero deja en su andar, entonces, estaremos perdidos quien sabe por cuántos años o décadas. Lloraremos lágrimas de sangre.   

Todas las altas cortes, todas las Fuerzas Armadas, los partidos libertarios y democráticos, los medios, los sindicatos sensatos, las iglesias, los gremios, los empresarios grandes, medianos y pequeños vapuleados y desprestigiados por este gobierno, los artistas, los profesionales, los académicos, están en el deber de salirle al paso a esta loca aventura a la que está citando el presidente Petro.

Darío Acevedo Carmona, 25 de mayo de 2025

00:09 | Permalink | Comentarios (0) | Tags: presidente petro, políticas y propuestas agresivas, consulta popular, democracia en peligro, ataque a la constitución |  Facebook |  Imprimir | | | | | | Dario Acevedo Carmona |