El sentido de la incendiaria provocación de Petro contra EE. UU. (21 octubre 2025)
Para entender hacia dónde camina el presidente Gustavo Petro es recomendable tener en cuenta algunos factores que aunque elementales y, en general descartados por el grueso público, dan luces acerca de lo que se propone el presidente, veamos:
Lo primero es reiterar el muy consensuado diagnóstico sobre el tipo de persona que gobierna (desgobierna o destruye) a Colombia. Él es un revolucionario y un guerrillero sin fúsil y que tiene la lengua por tal. Ahí reside su talante destructivo de todo aquello que encontró, que es todo. Luego está el tema de su personalidad: un líder que usa la silla presidencial, trono piensa él, para pelear y dividir a los colombianos a todo momento, día y noche, sin desmayo.
De ahí pasamos a su táctica en la que es todo un maestro, tapar los escándalos que por corrupción, desgobierno, vicios, ausencias y andanzas que justifica con salidas retóricas insulsas, fantasiosas, viajes galácticos, causas planetarias, la vida, salvación del planeta y demás ocurrencias con las que trata de posicionarse como un profeta mundial.
Visto en su conjunto, hay que reconocer su astucia para sobreponerse a sus desaciertos, mentiras e ineptitud para gobernar, para evadir la ley, la Constitución y reírse de la ciudadanía cazando peleas quijotescas con las Cortes, el Congreso, los medios, los empresarios, la Oposición y hasta con sus aliados. Así, en ese vaivén del que ha salido maltrecho pero victorioso según su autocultivada imagen, lo sufrimos en estos días en que, a tientas, encontró el elixir que le hacía falta.
Encontrar al fin, la ocasión de aplicar la lección de Fidel, el enemigo y la causa apropiada para recuperar terreno y avanzar en su proyecto totalitario de mantenerse en el poder arrasando con todo tipo de obstáculos que interponen con exceso de confianza sus opositores.
No es un invento ni menos una ocurrencia. Figuraba en sus planes, el desafío a los poderes establecidos tanto en lo interno como en lo internacional. Acá, contra la oligarquía, la esclavitud impuesta por los empresarios, los ricos y blancos, porque además de la lucha de clases ve lucha de razas, el presente, él, contra el pasado, los que no han hecho nada.
Y en lo internacional, su salsa, maduró la infaltable pelea con el “imperialismo yanki”, claro, de a pocos, mientras afilaba sus uñas, omisión deliberada sobre la agresión rusa contra Ucrania, acercamientos con la China comunista-capitalista, buscando mercados y un paraguas. Visitas al viejo amiguis Maduro que feliz lo recibía con flores y regurgitadas afrentas a los enemigos comunes, cero reclamos por el apoyo a las guerrillas violadoras de derechos humanos y del DIH.
De paso y como caído del cielo le cayó en su, no digamos escritorio porque tiene es un atril las 24 horas del día, sino en su cabeza, la guerra de Israel contra el grupo terrorista Hamás que luego se extendió a Hezbolá, a Irán, a los Hutíes de Yémen, a Irán gran alimentador de ellos, y a grupúsculos, todos empeñados en borrar del mapa a Israel. Pero sus ojos programados no podían sino mirar al pueblo semita como el culpable, y por eso, sumarse a la causa palestina que no figuraba ni en los planes de Israel ni en la agenda internacional.
Ahí vino el primer palazo a nuestras relaciones internacionales, romper relaciones con un socio estratégico en muchos campos y salir en defensa de grupos terroristas en nombre de la causa palestina que los progres del mundo levantaron con bulla y gran alboroto, aunque no era ese el motivo de la guerra de Israel contra Hamás.
Y, como decía algún comentarista refiriéndose al ministro de la Policía del emperador Napoleón, Joseph Fouché, que era muy bueno para hacer bien lo malo, y muy malo para hacer el bien, que a Petro le cae como anillo al dedo.
Planeaba una jugada maestra que nadie se la esperaba: pronunciar una arenga en las calles de New York llamando a los soldados norteamericanos a desobedecer la orden de un “asesino” como se refirió al presidente Donald Trump. Un desafío a ojos vistas, una ofensa al país que ha facilitado y financiado a la ONU, hacer algo peor a lo que hizo Fidel en los años primaverales de su revolución comunista que solo caminó por las calles de la capital del mundo y conversó con algunos paisanos.
Petro tenía que saber que la consecuencia inmediata de su atrevimiento era la eliminación de su visa, ni tontos que fueran los dignatarios estadounidenses. Eso fue para él, la cereza del pastel, para los colombianos una puñalada trapera contra el socio histórico de Colombia, y así, iniciar un lance que no ha parado ni va a detenerse, hacia la ruptura total de relaciones, a imagen y semejanza de lo hecho por la dictadura Chávez-Maduro.
Es parte de su libreto, se trató de una maniobra pensada y preparada hasta en sus más mínimos detalles. Lo que se nos viene, y ya no digan que es especulación o alarmismo, es una avalancha que anegará en el pantano del malévolo proceder de Petro, a toda la nación, a su economía, a su democracia, a las libertades que se pueden perder, mientras él dictador volará por Caracas, Managua, Moscú, Ramala, Teherán, Pyongyang, Beijing, Puerto Príncipe, La Habana, Oslo y una que otra capital diseminada en “el polvo de las estrellas”.
Darío Acevedo Carmona, 5 de octubre de 2025
00:13 | Permalink | Comentarios (0) | Tags: arenga petro, onu, ee.uu., descertificación, relaciones históricas, peligro | Facebook |
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