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  • El profeta galáctico y la guerra de Israel y tres minicolumnas más

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    1. El profeta galáctico y la guerra de Israel contra el terrorismo de Hamas

    El profeta galáctico, el gran malabarista de la semántica, el burlador de la razón y la lógica, el que no se ha podido posesionar en el cargo, el oficial de Bolívar, el que dice ser defensor de los derechos humanos pero apoya al terrorista Hamas, el que dice condenar el genocidio del pueblo palestino por Israel, no dijo una sola palabra sobre el segundo aniversario de la matanza con sevicia cometida por los terroristas de Hamas que causó más de 1200 muertos judíos, niños, bebés, hombres, mujeres embarazadas, desarmados y más de 240 secuestrados que disfrutaban un concierto.

    Doble moral que deshonra a Colombia, mientras usted se dedica a agitar la solidaridad con grupos terroristas y nacionalistas y a promover el caos internacional.

    Grave irrespeto a un pueblo que ha sufrido como ningún otro el odio racista que usted supuestamente condena. Así nos deja ver su demagogo manejo arbitrario del lenguaje, su engañosa defensa de la humanidad donde solo caben sus camaradas y pueblos subyugados por tiranías, su incoherencia sin límites.

    8 de oct/2025

     

    1. Relaciones históricas y estratégicas con Israel y Estados Unidos en serio peligro

    Mientras es incapaz de gobernar el país y dirigir a sus ministros, mientras profundiza sus ataques al Congreso y a las Cortes y azuza el odio a los ricos, blancos y la Oposición, Petro mete sus narices en temas internacionales poniendo en peligro relaciones históricas y estratégicas con Israel y Estados Unidos Unidos.

    Cabe preguntarle, si de lo que se trata es de protestar contra el genocidio y la violación de los Derechos Humanos en Gaza, por qué no hacen lo mismo contra la tiranía de Maduro la de Cuba y Nicaragua? O, la agresión de Rusia contra Ucrania?

    O será que Petro pretende forzar un código binario como el de la lucha de clases en el campo de los derechos humanos atribuyendo la responsabilidad de su violación solo a los gobiernos occidentales?

    2 de oct/2025

     

    1. Un presidente tóxico

    Es un error subestimar el peligro que para la democracia y la libertad representa un líder negativo, tóxico y díscolo como Gustavo Petro. Son inevitables los memes, las caricaturas y los montajes que lo dejan en ridículo, es parte  de la libertad de expresión. Pero, no es suficiente para evitar que se perpetúe en el poder.

     La historia internacional abunda en casos de gobernantes mediocres, de baja formación y acomplejados que alcanzaron "grandeza" convirtiéndose en ogros al asumir como gobernantes.

    En el siglo XX, Stalin y Hitler, subestimados y minimizados por la población y hasta por sus más cercanos, se convirtieron en líderes autoritarios y totalitarios amparados en discursos supremacistas, el de la clase obrera vanguardia de la revolución comunista, y, el de la raza aria y la eliminación de los judíos, considerados raza inferior.

    Ambos causaron millones de muertos. Sus historias deben ser conocidas por las juventudes actuales.

    29 de sept/2025

     

    1. Petro en la ONU

    https://lalinternaazul2.wordpress.com/2025/09/24/petro-se-radicalizo-en-su-ultimo-discurso-ante-la-onu-acuso-a-trump-de-asesino-repitio-libertad-o-muerte-y-pidio-a-ejercitos-alzarse-contra-israel/

    Desesperado por mantenerse al tope de los titulares, Petro escala su verborrea escandalosa, irritante e insultante. Mejor escenario que la Asamblea anual de la ONU no podía tener a su disposición. Delirante, tildó de genocida al gobierno de Israel, llamó a denunciar penalmente al presidente Trump y esgrimió la bandera de la muerte.

    Teatral exhibición que esconde su deseo de ser víctima del "imperialismo" y el "sionismo". Su búsqueda de protagonismo es incesante, no quiere quedarse atrás de su amigo y compinche Maduro. Como si sus ansias desaforadas de ser reconocido y nombrado lo llevara a la autoflagelación y a gritar "¿cómo así que no me van a atacar ¡ah!, los reto, ¡más claro, los necesito, hiéranme, golpéenme!".

    24 de sept/2025

  • El sentido de la incendiaria provocación de Petro contra EE. UU.

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    Para entender hacia dónde camina el presidente Gustavo Petro es recomendable tener en cuenta algunos factores que aunque elementales y, en general descartados por el grueso público, dan luces acerca de lo que se propone el presidente, veamos:

    Lo primero es reiterar el muy consensuado diagnóstico sobre el tipo de persona que gobierna (desgobierna o destruye) a Colombia. Él es un revolucionario y un guerrillero sin fúsil y que tiene la lengua por tal. Ahí reside su talante destructivo de todo aquello que encontró, que es todo. Luego está el tema de su personalidad: un líder que usa la silla presidencial, trono piensa él, para pelear y dividir a los colombianos a todo momento, día y noche, sin desmayo.

    De ahí pasamos a su táctica en la que es todo un maestro, tapar los escándalos que por corrupción, desgobierno, vicios, ausencias y andanzas que justifica con salidas retóricas insulsas, fantasiosas, viajes galácticos, causas planetarias, la vida, salvación del planeta y demás ocurrencias con las que trata de posicionarse como un profeta mundial.

    Visto en su conjunto, hay que reconocer su astucia para sobreponerse a sus desaciertos, mentiras e ineptitud para gobernar, para evadir la ley, la Constitución y reírse de la ciudadanía cazando peleas quijotescas con las Cortes, el Congreso, los medios, los empresarios, la Oposición y hasta con sus aliados. Así, en ese vaivén del que ha salido maltrecho pero victorioso según su autocultivada imagen, lo sufrimos en estos días en que, a tientas, encontró el elixir que le hacía falta.

    Encontrar al fin, la ocasión de aplicar la lección de Fidel, el enemigo y la causa apropiada para recuperar terreno y avanzar en su proyecto totalitario de mantenerse en el poder arrasando con todo tipo de obstáculos que interponen con exceso de confianza sus opositores.

    No es un invento ni menos una ocurrencia. Figuraba en sus planes, el desafío a los poderes establecidos tanto en lo interno como en lo internacional. Acá, contra la oligarquía, la esclavitud impuesta por los empresarios, los ricos y blancos, porque además de la lucha de clases ve lucha de razas, el presente, él, contra el pasado, los que no han hecho nada.

    Y en lo internacional, su salsa, maduró la infaltable pelea con el “imperialismo yanki”, claro, de a pocos, mientras afilaba sus uñas, omisión deliberada sobre la agresión rusa contra Ucrania, acercamientos con la China comunista-capitalista, buscando mercados y un paraguas. Visitas al viejo amiguis Maduro que feliz lo recibía con flores y regurgitadas afrentas a los enemigos comunes, cero reclamos por el apoyo a las guerrillas violadoras de derechos humanos y del DIH.

    De paso y como caído del cielo le cayó en su, no digamos escritorio porque tiene es un atril las 24 horas del día, sino en su cabeza, la guerra de Israel contra el grupo terrorista Hamás que luego se extendió a Hezbolá, a Irán, a los Hutíes de Yémen, a Irán gran alimentador de ellos, y a grupúsculos, todos empeñados en borrar del mapa a Israel. Pero sus ojos programados no podían sino mirar al pueblo semita como el culpable, y por eso, sumarse a la causa palestina que no figuraba ni en los planes de Israel ni en la agenda internacional.

    Ahí vino el primer palazo a nuestras relaciones internacionales, romper relaciones con un socio estratégico en muchos campos y salir en defensa de grupos terroristas en nombre de la causa palestina que los progres del mundo levantaron con bulla y gran alboroto, aunque no era ese el motivo de la guerra de Israel contra Hamás.

    Y, como decía algún comentarista refiriéndose al ministro de la Policía del emperador Napoleón, Joseph Fouché, que era muy bueno para hacer bien lo malo, y muy malo para hacer el bien, que a Petro le cae como anillo al dedo.

    Planeaba una jugada maestra que nadie se la esperaba: pronunciar una arenga en las calles de New York llamando a los soldados norteamericanos a desobedecer la orden de un “asesino” como se refirió al presidente Donald Trump. Un desafío a ojos vistas, una ofensa al país que ha facilitado y financiado a la ONU, hacer algo peor a lo que hizo Fidel en los años primaverales de su revolución comunista que solo caminó por las calles de la capital del mundo y conversó con algunos paisanos.

    Petro tenía que saber que la consecuencia inmediata de su atrevimiento era la eliminación de su visa, ni tontos que fueran los dignatarios estadounidenses. Eso fue para él, la cereza del pastel, para los colombianos una puñalada trapera contra el socio histórico de Colombia, y así, iniciar un lance que no ha parado ni va a detenerse, hacia la ruptura total de relaciones, a imagen y semejanza de lo hecho por la dictadura Chávez-Maduro.

    Es parte de su libreto, se trató de una maniobra pensada y preparada hasta en sus más mínimos detalles. Lo que se nos viene, y ya no digan que es especulación o alarmismo, es una avalancha que anegará en el pantano del malévolo proceder de Petro, a toda la nación, a su economía, a su democracia, a las libertades que se pueden perder, mientras él dictador volará por Caracas, Managua, Moscú, Ramala, Teherán, Pyongyang, Beijing, Puerto Príncipe, La Habana, Oslo y una que otra capital diseminada en “el polvo de las estrellas”.

    Darío Acevedo Carmona, 5 de octubre de 2025

  • La ONU pone de ejemplo la impunidad sobre crímenes de lesa humanidad

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    A ver a ver si entendemos las cosas de la ONU, es decir, su asimetría judicial en torno a crímenes de guerra. La CPI es un órgano de la ONU, expide orden de captura contra el primer ministro de Israel Benjamín Netanyahu por supuestos crímenes de guerra en su guerra de defensa contra el grupo terrorista Hamas. Sin entrar en el análisis de esa guerra, me pregunto si la ONU y la CPI no están usando un doble rasero en la materia al no proceder de igual forma contra los criminales de guerra de las Farc, responsables de sistemáticos crímenes espantosos contra decenas de miles de colombianos.

    Tanta dificultad que han vivido en el mundo las víctimas de horrorosos crímenes, catalogados de lesa humanidad o como crímenes de guerra. Tanta brega para aprobar un estatuto penal internacional al que Colombia adhirió plenamente en 2009. Tanto dinero en misiones, en nombramiento de delegados, tanta costosa burocracia en torno del tema de los DDHH en la ONU, en la OEA y en otros organismos, en gran medida sesgados hacia la izquierda, y la ONU y su Consejo de Seguridad arrasan con el respeto a la juridicidad creada por ellos mismos, en particular con lo que han validado en Colombia para vergüenza mundial  y en especial de las diez millones de víctimas del llamado conflicto armado interno.

    ¿Por qué lo digo? Porque la aprobación de ese mal llamado acuerdo definitivo de paz fue validado en un golpe de estado que desconoció el resultado del plebiscito de 2016 que lo rechazó, porque en nuevo golpe de estado se modificó la Constitución al cambiar numerosos artículos y creando figuras ajenas a nuestro ordenamiento como la de convertir dicho acuerdo en un tratado internacional elevado a la categoría de "bloque de constitucionalidad" que en la práctica ha significado tener dos constituciones por espacio de 12 años.

    Porque ahora, en nombre de su implementación, se quiere alargar hasta 2038 por parte de quienes se opusieron a introducirle cambios de metodología en el gobierno Duque, y, porque este atropello evidente a los principios de los DDHH ha significado la anulación práctica de principios de tratados humanitarios de los que Colombia es signataria, como el de la imprescriptibilidad, el castigo efectivo con prisión de responsables de dichos crímenes, a través de su condición de miembro de la Corte Pena Internacional.

    Suena feo todo ese bullicio de personalidades que se niegan a reconocer que la paz Santos-Far-ep, es una falsedad, que esa paz fue hecha añicos no por el uribismo o por Duque sino por el doble juego de unidades enteras de esa guerrilla que se declararon "disidentes" y que a pesar de estar dedicadas a sobrevivir del rampante narcotráfico han sido tratadas con guante de seda por el corrupto gobierno de Gustavo Petro.

    ¿Cuál es el fundamento de la idea ventilada por señor delegado del Alto Comisionado de Paz de la ONU para Colombia, Carlos Ruíz Massieu en el sentido de que ese "acuerdo de paz" es un ejemplo para el mundo"?

    ¿Quién en el mundo puede defender la alta traición protagonizada por las Farc y sus disidencias, por el Eln y por grupos ilegales como el Clan del Golfo?

    ¿Quién puede sostener en amplios y calificados auditorios la idea hecha realidad de premiar a criminales de guerra otorgándoles, sin votos, la calidad de congresistas, de no ser llevados a detención intramuros, como si fueran unos "héroes populares y libertarios y no unos consumados secuestradores, violadores de niños y mujeres y hombres y responsables de atrocidades?

    Si la política de defensa y promoción de los DDHH y del DIH son válidas internacionalmente ¿por qué se excluye a Colombia?

    https://caracol.com.co/2024/11/21/el-acuerdo-de-paz-de-colombia-es-ejemplo-para-el-mundo-onu/?sma=newsEditorialCaracol_generico20241121

    Darío Acevedo Carmona, 23 de noviembre de 2024

  • Petro, el Eln y los fusiles oxidados

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    A escaso un año de cumplir 60, intentando inútilmente tomar el poder con las armas, el Eln se sienta a negociar la paz con el estado que no ha podido derrotar, empezando por un breve cese al fuego que no es tal y con un gobierno que tiene el agua al cuello por las acusaciones contra la campaña de haber recibido dineros de origen espurio y rebasado los topes de ley.

    Varias reflexiones afloran sin gran dificultad. La primera se origina en el discurso del presidente Petro en Corferias (Bogotá) en el que les pidió a los jefes del grupo guerrillero dejar de usar esos “fusiles oxidados”, armas que a pesar de su corrosión han matado a miles de inocentes. Aunque suenan razonables las palabras de Petro porque los fusiles no han sido eficaces para alcanzar el objetivo final y principal, la metáfora de la oxidación de esas armas omite una conclusión merecida, ya que, habría que reclamarles a los comandantes elenos, que, con ellas, han cometido innumerables crímenes de guerra y causado tragedias inenarrables contra poblaciones, personas, soldados, policías y medio ambiente. Oxidados sí, pero embadurnados con sangre.

    La segunda tiene relación con el abrazo entusiasmado del presidente Petro a alias “Pablo Beltrán”, que constituye una burla a la majestad del cargo que ostenta. Porque una cosa es tratar con cortesía al enemigo, a pesar de que ese enemigo haya sido tan inclemente con la sociedad, y muy otra es despojarse de esa dignidad para abrazar con viva emoción, cual camaradas, con los comandantes de esa guerrilla. De esa forma se transmite un peligroso mensaje a la opinión en el sentido de que ellos, los elenos, son hermanos que equivocaron el rumbo,  se da a entender que es lo mismo la institucionalidad que la ilegalidad, que hay que abrirles todos los campos posibles para que dejen sus oxidados fusiles, que no se les exija el cese del secuestro y la extorsión, que no se les va a juzgar ni a penalizar, que recibirán todo tipo de recursos y garantías. Que su socorrida, mentirosa y demagógica idea de que ellos se atendrán a lo que diga “el pueblo en las asambleas populares” que serán convocadas, y que lo que de ellas salga debe ser de obligatorio cumplimiento, por tanto, elevadas a rango constitucional, con el consecuente desconocimiento del Congreso y la Justicia, o sea, otro golpe de estado como el del acuerdo de La Habana 2016, y así, hasta que el estado y la sociedad les quede debiendo.

    Es que no parece ser el presidente de Colombia el que llega defendiendo lo que representa sino, sonrisas de por medio, los llena de carantoñas, promesas y garantías de impunidad, su amigo, el exguerrillero que los comprende y los quiere convencer de que sin las armas oxidadas es mejor y hasta más fácil tomarse el poder.

    Y una última reflexión que inicio con esta pregunta: ¿qué lleva a la ONU y a sus altos representantes en Colombia a tolerar una negociación con un grupo terrorista (según el Departamento de Estado USA) sin la garantía de cesar en todas sus actividades delictivas, en especial el secuestro y la extorsión? ¿Acaso ha olvidado el contenido moral, ético y civilista de la universal Declaración de Derechos Humanos expedida en su asamblea general de 1948? ¿Han olvidado el más reciente avance que, en materia de sanciones y condenas no ya solo a los estados y gobiernos sino a todo grupo armado con pretensiones de poder político, representa el Estatuto de Roma y la subsecuente creación de la Corte Penal Internacional, entidad encargada de investigar, judicializar y penalizar a los responsables individuales de crímenes de guerra y de lesa humanidad?

    Omitieron hacerlo con los altos comandantes de las Farc que hoy se solazan en las curules del Congreso de la República sin posibilidad de pagar un minuto de cárcel. Si con los llamados “carniceros” de los Balcanes en las guerras de la antigua Yugoeslavia y con dictadores sanguinarios de países africanos, la CPI ha sido implacable, ¿por qué en Colombia han avalado la impunidad de sistemáticas violaciones de los derechos humanos? Con el estado colombiano, un estado democrático, que ha optado por el camino de las reformas políticas y sociales, que se dotó de nueva constitución de 1991, que ha ofrecido negociaciones con políticas de reinserción, perdón y justicia transicional desde 1982, en cambio, la ONU, su Consejo de Seguridad y sus altos delegados en el país sí han procedido con todo el rigor que se requiere cuando se han descubierto graves violaciones a los DDHH.

    No es justo que una sociedad que mal que bien vive en democracia y viene superando problemas sociales, pero, azotada por numerosas guerrillas, por grupos paramilitares ilegales y mafias surgidas alrededor del narcotráfico, deba declinar su ordenamiento jurídico, premiar a los criminales y garantizarles impunidad.

    Es como si no mereciera respeto y respaldo nuestro estado de derecho, nuestra democracia. Es como si el carácter universal de los derechos humanos no tuviese sentido cuando se trata de los crímenes de guerrillas en apariencia justicieras, pero en realidad arbitrarias, corruptas y criminales.

    Darío Acevedo Carmona, 6 de agosto de 2023