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OPINION

  • ¿Quién y cómo se define el rector de la Universidad Nacional de Colombia?

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    La Universidad Nacional de Colombia es la institución oficial más importante dedicada a la educación superior y  también, entre las públicas y privadas de Colombia, la que ocupa el mejor sitial en los escalafones internacionales. 

    Tiene más de tres mil profesores de tiempo completo, centenares de ellos son de dedicación exclusiva y formación doctoral. Sus logros en el campo de la investigación son un orgullo y de ellos dan testimonio las revistas y libros que divulgan los conocimientos fruto de esas actividades.

    Goza de autonomía académica y administrativa consagrada en la ley orgánica superior, lo cual quiere decir que es ella misma la que se da las normas para definir los programas, las disciplinas, el calendario y la designación de las directivas. Cada año entrega al país miles de nuevos profesionales formados bajo estrictas normas y avanzados conocimientos. Fue creada en 1867 siendo presidente el liberal radical Santos Acosta.  

    Tuve el honor de ser estudiante de ella y de convertirme en profesor en 1987 participando en sus labores misionales de docencia, investigación y administración. La conozco bien, viví en ella momentos inolvidables y alcancé metas y satisfacciones que me enaltecen. Por eso y por todo que ella representa para miles de familias y jóvenes y para el país en general, la Universidad Nacional de Colombia debe ser vista y respetada.

     Ella ha vivido momentos de euforia pero también tensos y difíciles porque no ha sido extraña a los dramas y dificultades de Colombia que son muchas y bien complejas, como quiera que, como se afirma en el ambiente, es reflejo fiel del país en que habita.

    Y eso es cierto si se tiene en cuenta que es, filosóficamente hablando, una universidad que por sus estatutos abre sus puertas a teorías científicas y políticas no escapando en ciertas circunstancias a que se produzcan equívocas mezclas entre ideas políticas con las labores docentes. No obstante, ha logrado sobreponerse a difíciles coyunturas trágicas y momentos de encrespamientos ideológicos y políticos. 

    Quizás, lo dicho hasta aquí sea útil para tratar de entender el funcionamiento de esta institución encargada de una de las más nobles misiones, a saber la de contribuir al desarrollo del país y a la formación de la Nación.

    La dimensión de su existencia no la exime de profundas controversias por lo que en ella ha sucedido y sigue ocurriendo. No todo lo que se ve es de exaltar. En ese volcán con el que podemos dibujar todo lo que en ella se vive, ciertamente se expresan conflictos y situaciones que no dejan de preocupar a la opinión pública.

    En las líneas siguientes comentaré la crisis originada con el nombramiento del nuevo rector desde abril de 2024. El rector de la UN se nombra cada 3 años a través de un procedimiento doble que resulta de unas consultas a la comunidad académica, profesores y estudiantes, que no son vinculantes, y, la elección que hace el Consejo Superior Universitario (CSU), máximo organismos de autoridad de ella. Este órgano está conformado por 8 personas: dos delegados del presidente de la república, un delegado del ministro de educación, uno del Consejo Académico, uno de los exrectores, uno por los profesores, uno por los estudiantes, resultado estos dos últimos de votaciones de corte democrático. El Consejo Nacional de Educación Superior, CESU, nombra el octavo miembro.

    En el nombramiento del nuevo rector el delegado de este organismo, Humberto Rosanía, votó por Ismael Peña. Días después Rosanía por vencimiento de periodo fue relevado por Víctor Manuel Moncayo, dando como resultado una variación en la correlación de fuerzas a favor del candidato del presidente Leopoldo Múnera. 

    Resulta que en el proceso para nombrar el rector para el período 2024-2027, quien ganó la consulta entre profesores y estudiantes fue el docente Leopoldo Múnera y el que obtuvo la mayoría en el CSU fue el profesor Ismael Peña, siendo este el que se posesionó como el nuevo rector. Los seguidores de Múnera no aceptaron la decisión del CSU y la impugnaron acompañados por desfiles y protestas de sus seguidores. 

    Más adelante, el presidente Petro intervino de tal forma que cambió la decisión al promover una nueva votación luego de destituir a su ministra de educación por que había votado a favor de Peña. Como quiera que el asunto se llevó al Consejo de Estado, unos impugnando el nombramiento de Peña y otros el  de Múnera. Hasta el momento, agosto de 2025, el rector, fruto de una maniobra externa, es Leopoldo Múnera.

    Ahora bien, la Sección Quinta del Consejo de Estado en respuesta a denuncia de Leopoldo Múnera quien demandó la nulidad de la elección del profesor Peña, definió que esa elección fue legal, pero se abstuvo de referirse a la de Múnera y a aclarar si Peña debía retomar el cargo de rector. En mi parecer, es de lógica que Múnera deje el cargo.  

    A pesar del fallo del Consejo de Estado, el rector impuesto por Petro, Múnera, recibió el respaldo del Consejo Superior Universitario, en comunicado en el que antepone el hecho político de estar Múnera ejerciendo y valiéndose indebidamente de que el magistrado del Consejo de Estado no pidiera la reincorporación de Peña, porque no era su competencia.

    Solo piensen ustedes, amigos lectores, que si la elección de Peña fue correcta, la de Múnera necesariamente fue lo contrario ya que para un solo cargo, el de rector, no puede ser elegida más de una persona y que si hay competencia entre dos procesos diferentes, y el de Peña fue legítimo y legal, el posterior, el de Múnera, debe ser declarado ilegal o inocuo o incorrecto. Es decir, Múnera debe ceder el cargo al rector en propiedad Ismael Peña

    Darío Acevedo Carmona, 14 de agosto de 2025

  • El desafío mortal de Petro

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    Acertado el titular que el columnista Saúl Hernández Bolívar puso a su reciente columna "El gobierno de la muerte". Si entramos en materia, habría muchos otros adjetivos para caracterizarlo en cualquiera de los muy diversos asuntos en los que, en suma, ha dejado una huella de destrucción, ruina, corrupción e impunidad.

    Está más que claro que esa es la forma usada para expresar su odio al sistema y a la institucionalidad del país, y también, que todo ello no es únicamente la consecuencia de una personalidad belicosa, resentida y alocada de la cabeza del gobierno sino que estamos en presencia de una especie de "noticia en desarrollo", o sea, de un libreto, imponer el modelo de socialismo bolivariano del siglo XXI, en el que Petro ha alcanzado objetivos demasiado rápido.

    ¿Cómo lo ha logrado? saltándose todas las reglas del juego democrático. Hasta la saciedad nos ha demostrado que en su nefasto propósito no hay barreras que lo detengan. No le han bastado las maniobras corruptoras con congresistas ni su confrontación con los otros poderes de la república ni sus exhibiciones inmorales. Tampoco, el engaño a multitudes con su demagógica verborrea ni sus acercamientos a dictadores y a grupos terroristas de acá y de más allá.

    De las escenas más grotescas está la que no debemos echar en saco roto, aquella en la que en el marco de una plaza de Bolívar repleta de indígenas y campesinos movilizados con recursos de la nación con tamales, bebidas y alojamientos pagos, exhibió, amenazante, la bandera de la muerte.

    Apenas dos meses y medio después del atentado contra Miguel Uribe Turbay y pocos días de su muerte, sobre el cual existe la sospecha de haber sido producto de una conspiración política, Petro volvió a citar, de modo desafiante, esa bandera al cerrar, en aparente estado de alicoramiento, un mitin político gritando a lo Fidel y a lo Chávez "Patria o Muerte".

    Tenemos, pues, abrumadora evidencia dolorosa de la implementación de esa homicida consigna. Petro se siente autorizado, empoderado e investido como el dictador de Colombia que a no dudarlo, empleará la violencia para alcanzar sus objetivos.

    No hay barreras que lo amilanen y que no ose traspasar, no hay opositor que no sea amenazado, no hay normas por respetar, no hay honor y solidaridad para las familias de miembros de la Fuerza Pública asesinados por sus amigos de las guerrillas que interpretan a cabalidad sus declaraciones y gestos amorosos.

    Insisto en que Colombia, la joya de la corona para ese proyecto, está bajo la amenaza del desbordamiento del caos y la violencia hacia una guerra civil pensada a la manera leninista. En ese plato indigesto está servido el control absoluto de la Corte Constitucional de darse la elección de la candidata petrista.

    ¿Qué queda en pie para asegurar su soñada meta?, anular las elecciones declarando el estado de conmoción y a renglón seguido convocar una asamblea nacional constituyente. No es invento, es un camino ya recorrido por países vecinos. Estamos advertidos.

    Coda: Petro, como si fuera juez del mundo, exime de culpa a quien delinca, por el hecho de ser pobre. Ese criterio de clase formulado en su tono populista, lo ha extendido para proteger a los capos del Cartel de los Soles que se han enriquecido con la corrupción, el robo y el narcotráfico y que ejercen una dictadura criminal en Venezuela. Cabe preguntar entonces, ¿su "absolución" es porque son pobres o porque son perseguidos por Estados Unidos? ¿Cuál es el interés de Petro en desconocer que el criminal negocio del narcotráfico está anegado en sangre y destrucción de vidas, de familias y de la sociedad en todos los eslabones de la cadena que en él intervienen?

    "Petro calificó de asesinato ataque de EE.UU. a barco con drogas que dejó 11 muertos en el Caribe" https://caracol.com.co/2025/09/03/petro-califico-de-asesinato-ataque-de-eeuu-a-barco-con-drogas-que-dejo-11-muertos-en-el-caribe/

    Darío Acevedo Carmona 2 de septiembre de 2025

  • Apuntes sobre un presidente evasivo

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    El señor Petro, como es su estilo, evade reconocer sus derrotas en democracia. Quiere hacer ver el fracaso de su candidata, Balanta, a la Corte como un acto de discriminación a la mujer y a su condición de negra y no de sus errores en sus pretensiones totalitarias. De esa manera quiere enlodar la autonomía de 62 senadores que votaron por el Camargo.

    El profeta falla cuando habla sin parar y al dar justificaciones que se caen por absurdas, como lo hizo al decir que los pobres casi no usan gasolina. En las redes dejan su testimonio miles de guadañadores, aserradores, taxistas, jornaleros, obreros, artesanos, en suma, gente pobre que monta en bus o usan motos para subsistir.

    No se percata el presidente turista, ¿quién lo va a hacer si vive en las nubes, viajando de un lado a otro y ahora lo sorprenden con su tour a Japón, gastando viáticos y gasolina en su avión, la misma que pagamos los contribuyentes.

    Y en su retahila "a favor" de los pobres, y poniendo en riesgo grave las relaciones con EE. UU. nuestro principal socio, al condenar su ataque contra la lancha de narcotraficantes del Golfo, dizque porque son negros y pobres, como si los que son capos, subcapos y milicianos no hubieran salido de pobres después de derramar sangre de miles de inocentes. ¿Habrá que citar casos?

    Se ve hasta razonable en el sr presidente su prédica de amor y comprensión hacia los miembros del "Tren de Aragua", su defensa de Maduro y Diosdado, su cercanía hacia las guerrillas con la "paz total", sus maniobras para evadir explicaciones exigidas por el ingreso de miles de millones a su campaña presidencial procedentes de manos de narcotraficantes según testimonios de Nicolás y Benedetti corregidos a destiempo.

    Tiene derecho a llorar ante el fracaso de sus desorbitadas ambiciones y proyectos.

    4 de septiembre de 2025

     

    Notícula: Ante la circulación de rumores, decires, chismes, ofensas, noticias falsas, magnificación o tergiversación de hechos, etc., favor tener en cuenta que el Centro Democrático, el uribismo y el expresidente Uribe, aunque no son los únicos, si constituyen la fuerza principal para estar al frente de la lucha contra el pernicioso proyecto petrosantista y socialista del siglo XXI.

    Me parece que se está olvidando que la lucha interna por la obtención de la candidatura no tiene la intención de que los postulados y o sus seguidores se peleen como enemigos a muerte, se descalifiquen, se ofendan y se tiren de las mechas. Y que el objetivo de todo este complejo y difícil camino no es otro que el de llegar unidos y fortalecidos a las elecciones de marzo y mayo de 2026.

    Pienso que en la arenisca que está revoloteando en nuestros lares puede estar operando una campaña sucia de las bodegas del petrismo con el fin de crear caos, desorden, desconfianza, división en nuestras filas.15 sept. 2025

    Darío Acevedo Carmona, 18 de septiembre de 2025

  • Petro desnuda su verdadero plan

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    En ceremonia oficial de la Policía Nacional y en presencia del alto mando de las Fuerzas Militares a quienes, siendo congresista persiguió, denigró y denunció, Gustavo Petro habló de muchas cosas a la vez, en un discurso deshilvanado en el que insistió en usar la figura e imagen de Simón Bolívar para vomitar sus insolencias y ocurrencias sobre la historia del país.

    Como el más curtido pacifista y dando cátedra de paz con su infaltable lápiz con el que busca ser visto como un doctor sabio e intelectual, habló contra el odio político como si él no fuera el mayor promotor del odio de clases, del odio a los empresarios, a los ricos, a la oligarquía, como si su odio al expresidente Álvaro Uribe Vélez no fuera tan evidente y enfermizo.

    Y, en alarde de valiente defensor de la soberanía nacional, amenazó a los Estados Unidos con el alzamiento de todos los países latinoamericanos si se atreve a intervenir o hacer efectivo el operativo contra el dictador Maduro.

    Se le despertó su vieja monserga antiyanki, antiimperialista, proponiendo a cambio la solidaridad con un tirano, con  el ladrón de las elecciones presidenciales de Venezuela donde reina la alianza del círculo gobernante con el narcotráfico.

    Es decir, ni más ni menos, disponer, como si se tratase de una entidad a la que puede manejar a su antojo, el humillante papel de ser solidaria con quienes arrasaron la riqueza, la democracia y la libertad en Venezuela.

    Pero, el señor Petro no se detiene ahí, vale preguntarnos entonces, qué es lo que busca atizando la bandera nacionalsocialista contra los Estados Unidos el principal aliado de Colombia?

    Todo parece indicar que Petro se la jugará totalmente a crear un ambiente de guerra y de amenazas para desestabilizar de tal manera el país que le sirva de pretexto para declarar la conmoción interior, gobernar por decreto, o sea, como un auténtico dictador y suspender las elecciones y asegurar su permanencia en el poder desde el cual convocaría su anhelada asamblea constituyente.

    No sé si esas decenas de oficiales, suboficiales, agentes y sus familias, entenderían el mensaje real que su presidente y primer comandante les planteó de forma entrecubierta en sus repentinas y delirantes ocurrencias.

    Y que él haya desafiado su inteligencia  y burlado su disciplina y respeto para reiterarles la subversiva orden de respaldar sus planes golpistas.

     

    Sobre el asesinato de Miguel Uribe Turbay

    Lo que se ha dicho por personas y sectores del petrismo sobre el asesinato de Miguel Uribe Turbay revela la miseria humana en sus más bajos instintos, veamos:

    Empecemos por el jefe de ellos, el guerrillero presidente amenazó con borrar del Congreso a aquellos que se opusieran a sus proyectos y en concreto dijo que Uribe Turbay “ya no podrá” denunciar su proyecto de convocatoria de una asamblea constituyente porque el pueblo los va a borrar de la historia.

    Por otra parte, el gran desfalcador del erario de Medellín, especialista en propagar mendacidades y estupideces, temerariamente atribuyó el asesinato a sus copartidarios de la extrema derecha que lo habrían hecho para acusar al gobierno y desestabilizar el país.

    Las bodegas y los contratista de imagen de presidencia descargaron en las redes una conseja tanto más vil e infame al afirmar sin titubeos que la prolongada hospitalización de Uribe Turbay era falsa, que él estaba vivo y escondido en acto teatral victimizándose con fines publicitarios.

    El pastor Saade consecuente con su brutal desparpajo aseveró que el asesinato del Senador se asimila a un riesgo que corren los políticos así como lo corren los que montan en bicicleta, o sea, normalizó su asesinato.

    Amenaza, distorsión y mentira a la vez para enredar y evitar que emerja la verdad.

    Es inexplicable la lentitud de la Fiscalía en el proceso de investigación. Es sospechosa que un menor de edad haya salido de la detención como si saliera de su residencia. Es demasiado sospechoso que el supuesto ejecutor del plan contra Uribe Turbay, mano derecha de alias Iván Márquez, haya sido asesinado al parecer por sus jefes.

    Toda la madeja no se desenreda aún y todos los indicios apuntan a la hipótesis de que se trató de un crimen de estado.

    Darío Acevedo Carmona, 13 de agosto de 2025

  • ¿Cómo se demuele una obra bicentenaria en un santiamén?

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    No me refiero, claro está, a la destrucción generada por un terremoto grado 8.5 en la escala de Richter ni a un huracán grado 5 que arrasa lo que encuentra en su trayectoria en cuestión de segundos, minutos y hasta días.

    Me refiero a lo que está le está ocurriendo al estado republicano y democrático de Colombia hoy en manos de la más despiadada y tóxica elite ultraizquierdista que además de revolucionaria es inmoral, corrupta, desvergonzada e inepta y según algunos cercanos, también les halan a consumos que afectan su juicio.

    Hoy Colombia, por sus medidas y declaraciones ha destrozado su política exterior. Está al borde de un conflicto armado con Perú, rompió relaciones con Israel un aliado de suma importancia. Está haciendo todo lo posible por enemistarnos con Estados Unidos, nuestro principal aliado y mercado, etc.

    Y como si  ello fuera cosa normal, el señor su presidente, Gustavo Petro, manifiesta su apoyo a la organización terrorista Hamás, a la tenebrosa dictadura de Maduro y Diosdado Cabello, cabezas del Cartel de los Soles y protectores de las Farc y el Eln.

    La obra destructora del gobierno petrista tiene similitud con un terremoto o un huracán grado 5, si tenemos en cuenta que lo arrasado ha sido forjado a lo largo de más de 200 años de vida republicana. Una historia de la que se burla al reducirla a una frase agitacional y al hacer analogías floripondias con la literatura garciamarquiana, diciendo que no se ha hecho nada, que hemos vivido cien años de soledad, que se ha perdido el tiempo, que siempre han gobernado los mismos con las mismas.

    ¿Habrá algo más atropellante y disruptivo que posar de historiador, como posa de economista, de filósofo, de físico cuántico y de ecólogo, es decir un sabelotodo? Porque simplificar de esa forma 200 años de vida es negar la riqueza, la complejidad, las realizaciones, la cultura, los símbolos patrios a los que ha ironizado y todo lo que hemos sido y ahora somos, es la ofensa más grave a lo que se denomina hoy como la identidad nacional.

    Lengua de fuego es la que tiene este mandatario para incendiar con sus palabras la obra de muchos intelectuales, historiadores, científicos y gobernantes expresada y visible en miles y miles de libros,  ensayos literatura, etc., que en esencia es algo igual de vituperable y horripilante como quemar libros, puesto que, como él dice embriagado en su arrogante papel de profeta o Adán, no somos nada.

    Coda: Tristeza inmensa por la muerte de Miguel Uribe Turbay, mi solidaridad con su familia, con su partido. Colombia perdió una gran promesa de liderazgo, que este asesinato no sea condenado a los anaqueles de la impunidad.

    Darío Acevedo Carmona,  11 de agosto de 2025

  • Petro odia a Colombia, se burla de los colombianos y destruye las instituciones

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    Si alguna duda nos quedaba sobre el grave peligro que representa para Colombia  el presidente Petro, esta semana debe quedar resuelta.

    No hay que ser un científico o un académico o un intelectual o un sabio, no hay que escribir un libro ni siquiera un ensayo para demostrar que este personaje apoyado por compinches que lo adoran ciegamente, están destrozando el país y a sus instituciones más preciadas.

    Desde el comienzo de su mandato, recordemos:

    1. Descabezó a las Fuerzas Militares y de Policía de su alto mando. Casi un centenar de experimentados servidores de la patria fueron llamados a calificar servicios. Así se curó de su temor a un golpe de estado.
    2. Prohibió la exploración de nuevos pozos y yacimientos de hidrocarburos y debilitó a Ecopetrol, la mayor empresa de los colombianos.
    3. Exhibió símbolos de su militancia guerrillera, haciendo apología de la violencia y de falsos heroísmos. A la vez, denigró de los símbolos patrios, la bandera, el himno y el escudo y distorsionó nuestra historia.
    4. Convirtió todos sus actos oficiales en eventos de agitación política, azuzó el odio de clases, fustigó a los empresarios. Hizo nombramientos cuestionables, tiró por la borda a sus primeros aliados.
    5. Intentó ganarse un lugar de liderazgo mundial viajando a cuanto evento lo invitaban y pronunciando enredados e incoherentes discursos que de a poco se convirtieron en el hazmerreír de mandatarios y especialistas.
    6. Evidenció con ausencias insólitas, incumplimiento de compromisos y retrasos, problemas relacionados con algunas adicciones.
    7. Se vio involucrado con funcionarios muy cercanos de su alta confianza como Laura Sarabia y Armando Benedetti, en el escándalo de bolsas de dinero en efectivo y el "suicidio" del coronel Dávila de la Policía.

     

    Más adelante, coherente con su modo de ser continuó su obra destructiva:

    1. Rompió relaciones con Israel y apoyó a la organización terrorista Hamás.
    2. Mantuvo su inútil y costosa viajadera por el mundo.
    3. Convocó movilizaciones "populares" con financiación oficial para presionar a las Cortes, al Congreso e intimidar a los medios y a la Oposición.
    4. en varias intervenciones se le vio ostensiblemente influenciado por el consumo de licor.
    5. Se peleó con el Congreso porque no le aprobaron todos sus proyectos.
    6. Impulsó una política de cerco y aniquilamiento contra las EPS y de todo lo relativo a la Ley 100 de Salud.
    7. No pudo defenderse de los escándalos de corrupción como el asalto a los dineros de la UNGRD, creando cortinas dilatorias, evasivas y distractoras y alegando que anteriores gobiernos también incurrieron en esas prácticas.
    8. Prosiguió su pelea con la Corte Constitucional, la Corte Suprema y el Consejo de Estado.
    9. Inició su campaña para convocar una Consulta Popular, rechazada por el Congreso y una Asamblea Popular Constituyente en violación de juramento hecho durante su campaña y atropellando disposiciones constitucionales.
    10. Puso en peligro las relaciones con los EE. UU.

    Estas y muchas otras acciones demoledoras que se pueden escapar de este listado, dan cuenta del desastre de su gestión, de  su lamentable y costosa incompetencia y de su cínica justificación del daño causado.

    Pero, faltaba la cereza del pastel, en temas que demuestran algo que casi ni se comenta, a saber, que su conducta es una expresión de desprecio por el "pueblo" al que tanto dice defender, al que dice interpretar y del que afirma ser parte. Petro desprecia ese pueblo al incumplir sus promesas, al tratarlo como un menor de edad del que él es su padre, privándolo de su capacidad de discernimiento y atrayendo su atención y su apoyo a cambio de "espejitos" y promesas demagógicas. Además del odio que siente por nuestra historia y por nuestras instituciones exhibido en sus recientes actos:

    1. La conformación de la Unidad Binacional en alianza con la dictadura de Maduro, afectando y arriesgando la integridad de la nación y la soberanía sobre territorios que siempre soñaron los dictadores Chávez, Padrino, Diosdado y Maduro. Aquí incurre en entrega de la soberanía que les facilita la existencia a las guerrillas binacionales y hasta en traición a la patria.
    2. Al nombrar canciller a Armando Benedetti, una persona que deslustra el país ante la comunidad internacional. Un sujeto que está enjuiciado por la Corte Suprema por corrupción, no habla inglés, no tiene visa de EE. UU. y le guarda secretos al presidente como el de los 15 mil millones que le habría conseguido para su campaña. También ha sido denunciado por violencia contra las mujeres, por beodo y adicto a las drogas. ¿Habrá una señal más obvia de su odio hacia lo que es Colombia ?
    3. La insistencia en la convocatoria de una Asamblea Constituyente al estilo de lo que hizo Chávez y hace Maduro con su revolución bolivariana.
    4. Al nombrar como ministro de Justicia al oportunista y acomodado Eduardo Montealegre quien está allanando el camino para dar sustento jurídico al esperpento de la Paz Total y a la política de perdón para delincuentes comunes. Ojo que de esta manera se puede estar fraguando ni más ni menos que la reducción de penas de grandes criminales y hasta la excarcelación, entre otros, del "testigo estrella" contra el expresidente Uribe, Juan Guillermo Monsalve, para de esa forma, impulsando una falsa acción de reconciliación y de paz, cumplirle al mencionado la promesa que le hiciera, según varios testigos, el senador Cepeda, a su vez coaligado con Montealegre como presuntas víctimas del expresidente Uribe.

    Darío Acevedo Carmona, 27 de julio de 2025

  • Los jueces no son infalibles

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    ¿Es factible que los jueces de la República incurran en el error, equivocarse, fallar injustamente? Los jueces y magistrados son la expresión más representativa de la majestad del poder judicial y tienen la sagrada función de ser garantes de la aplicación rigurosa  de las leyes. Pero no son infalibles.

    Cuando un funcionario de la rama legislativa, v.gr. un congresista, diputado o concejal, se equivoca o viola sus deberes y funciones, algo que ocurre con alguna frecuencia, es juzgado y de ser hallado culpable, es destituido.

    No ocurre lo mismo en la rama ejecutiva donde se aprecian desigualdades ostensibles. Los más expuestos ante la opinión y ante la justicia son los ministros, viceministros y directores de entes descentralizados de carácter nacional. En cambio el presidente de Colombia tiene tantas coberturas y escudos como si se tratara de un dictador, lo cual no quiere decir que quienes ejercieron el mando hayan sido dictadores. Solo uno en la historia nacional ha sido condenado en primera instancia con un fallo a todas luces injusto.

    Pero, quienes pensamos que  la juez no actuó en derecho hemos recibido el llamado y casi la orden de guardar silencio y no presionar a la juez y a la justicia en general. Entiendo y se debe acatar la invocación de hacerlo con el debido respeto y la racionalidad y argumentación propia de una democracia.

    No olvidemos que el mayor irrespeto a la justicia se produce cuando los políticos la instrumentalizan a su favor o en contra del adversario. Es lo que se llama judicialización de la política. Una vieja  práctica de los comunistas que aplican la tesis leninista de la combinación de todas las formas de lucha. Ellos no solo han infiltrado el aparato educativo, la democracia, el sindicalismo, los medios, el clero, sino también el poder judicial.

    Concluyo: el debate en curso sobre el proceso y fallo en primera instancia contra el expresidente Uribe, no debe ser cancelado ni quedar al margen de la crítica. He leído juiciosos y respetuosos análisis de juristas reconocidos que deben discurrir con total libertad ante los ojos de la ciudadanía. Tampoco conviene que se vete a columnistas y analistas que escriben sus comentarios desde ángulos no jurídicos puesto que es mucha la tela que hay por cortar al respecto.

     

    Un golpe sucio de los comunistas con su guerra cultural

    Los neocomunistas han dado un duro golpe. Han aporreado, por ahora,  al hombre que los derrotó en los campos político y militar. Ellos lo han hecho en lo judicial porque es ese uno de los terrenos en el que desde hace muchos años libran la guerra cultural ideada por el comunista italiano Antonio Gramsci.

    Ellos están destruyendo nuestra democracia desde la democracia de la que han renegado toda su vida.

    Ellos se han apoderado de la Justicia infiltrando y controlando instancias decisivas y corrompiendo jueces y magistrados.

    Decenas de políticos, de congresistas, altos funcionarios y empresarios fueron juzgados y condenados por sus alianzas o por haberse relacionado con grupos paramilitares, por denuncias y campañas adelantadas por ellos desde el poder que ostentan gracias a su guerra cultural.

    Pero, ellos se abrazan con criminales de guerra de las guerrillas, los defienden, les lavan su cara, los llevan al Congreso, inutilizan medios de prueba y evidencias de sus redes y relaciones. Por eso, en Colombia no  se ha visto el monumental fenómeno de la guerrillo-política. 

    Por eso, cuando nuestras Fuerzas Militares dan de baja a cabecillas de esos grupos o descubren los nexos y alianzas de los que hacen la guerra cultural desde la institucionalidad con esas estructuras terroristas, adelantan bullosas campañas contra la Justicia y contra gobernantes que han sido victoriosos y les han propinado golpes demoledores a esas guerrillas, como lo hizo el expresidente Álvaro Uribe Vélez.

    Ahora, adueñados de amplios centros de poder, no tienen vergüenza para hacer lo que tanto criticaban a los gobiernos anteriores, ahora nombran a los jefes de grupos paramilitares autores de crímenes de guerra y de lesa humanidad “gestores de paz”, hoy siembran con dineros públicos la semilla de milicias revolucionarias al pagarles para que “no maten”. Antes condenaban la presencia de jefes paramilitares desmovilizados, hoy instalan tipos de la misma calaña como congresistas, llaman  a rodearlos de amor y a brindarles comprensión.

    Mientras hablan de amor hacia criminales que antes condenaban, preparan una ley para excarcelar y amnistiar a miles de bandidos. Esa hazaña inmoral la encabeza desde el ministerio de “Justicia” el brujo del régimen, ficha clave del andamiaje comunista que se autoproclamó víctima de Uribe.

    Muy seguramente, de aprobarse ese esperpento, veremos en las calles, en libertad, a los que ya han invitado a las tarimas presidenciales, y, al testigo estrella contra Uribe, el “valiente que tuvo la virtud” de no dejarse seducir por el soborno, al que por fin le cumplirán los beneficios prometidos.

    Darío Acevedo Carmona, 3 de agosto de 2025

  • Petro pone en peligro relaciones históricas con EE. UU.

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    La actual crisis diplomática entre los Estados Unidos y Colombia era previsible y comprensible si tenemos en cuenta diversos elementos y situaciones que la han generado. Por ejemplo, la sucesión  de medidas y declaraciones tomadas por el presidente Petro, lo que ha hecho y ha dejado de hacer en el contexto de políticas y acuerdos con muchos años de vigencia.

    Empecemos por uno de los temas más sensibles en razón de su afectación de la convivencia, la salud pública y la violencia en ambos países, el narcotráfico. Un fenómeno que subsiste durante algo más de medio siglo, sobre el cual, Petro ha bajado la guardia en el compromiso de reducir los cultivos ilícitos y cuya consecuencia directa es el auge del narcotráfico, una mayor cantidad de producción de cocaína, incremento de la violencia interna en Colombia, presencia de mafias internacionales, y destrucción de lazos societales y culturales entre otros males.

    A ello, sumémosle las declaraciones altisonantes de Petro contra EE. UU. y Europa a quienes atribuye la mayor responsabilidad  en tanto es donde se da la demanda de los narcóticos y la improcedente propuesta de legalización del ilícito negocio.

    Podemos agregar al cuadro de desatinos, ofensas, provocaciones y errores, la negativa a extraditar narcotraficantes pedidos por Estados Unidos por supuesta prelación de negociaciones de paz en curso. Palabras descalificadoras contra el presidente Trump, la negativa recibir vuelos con deportados esposados con frases desobligantes, la ruptura de relaciones con Israel y la simpatía hacia Hamas, organización considerada terrorista por la potencia norteamericana. El acercamiento y defensa del régimen dictatorial de Maduro, las críticas por tratamiento dado por Trump al problema de la masiva e ilegal migración estimulada por gobiernos ineptos e inamistosos con EE. UU.

    Y, por último, la denuncia de Petro sobre la existencia de un supuesto complot para derrocarlo, plan en el que estarían involucrados altos cargos políticos y funcionarios como el  Secretario de Estado, Marco Rubio, que al parecer fue el detonante dela crisis en curso.

    Sin embargo, no se puede descartar en este ejercicio explicativo, la incidencia de la forma de ser del presidente colombiano, de su manera de pensar y de su desabrochado estilo de gobernar. De él se ha dicho, y con toda razón, que no ha dejado de ser y de pensar como el guerrillero que fue del M-19. Y uno de los ejes de la política de ese grupo subversivo es la lucha contra el imperialismo yanki, a la que sigue siendo fiel como lo demuestra en su forma de actuar.

    Petro ha dado muestras explícitas e inequívocas de sus convicciones ideológicas revolucionarias por el método de destrucción de las instituciones del odiado sistema capitalista al que señala de esclavista y de ser responsabiliza de todos los males del mundo, el hambre, las guerras, la esclavitud, las injusticias sociales, etc.

    Por eso, no es de extrañar que las heridas a una relación histórica de Colombia con Estados Unidos, vital en los campos económico, político y militar, tengan su raíz en esa cosmovisión ideológica del izquierdismo neomarxista que mantiene como dogma inalterable la destrucción del capitalismo del que Estados Unidos es el máximo exponente en el mundo.

    En la ruptura de eso lazos, Petro ha tomado medidas osadas que pueden haber lesionado el sentimiento no solo del gobierno actual sino de los dos partidos de EE. UU. que consideran a Colombia como un aliado estratégico en todo el continente americano. El acercamiento a la Ruta de la Seda de la China de Xi Jing Pi, una estrategia de penetración profunda de dicha potencia en el entorno estadounidense, los cuestionamientos al tratado de libre comercio, el negarse a adquirir los aviones para la defensa aérea al gran aliado y optar por la firma sueca no obstante la ayuda que recibió el país con el Plan Colombia. Por supuesto, la ruptura de relaciones con Israel hace parte de ese cóctel que explosiona una amistad profunda.

    Tampoco podemos dejar de lado el estilo de Petro con el que ha provocado reacciones cada vez más criticadas en la esfera de la diplomacia. Sus incumplimientos y llegadas tarde a citas con autoridades internacionales, sus ocurrencias seudocientíficas sobre el cambio climático y la economía en las que deja traslucir su desmesurada ambición de convertirse en un líder mundial, ilusión que quizás le esté pasando factura en cuanto le hace perder el sentido de realidad.

    Así las cosas, no abrigo la esperanza de que se produzca en Petro y en su desopilante gobierno un giro, una reconsideración o autocrítica. Todo lo contrario, empezará a utilizar las medidas del gobierno Trump como actos imperialistas, como violaciones a nuestra soberanía, es decir, como una intromisión para sabotear su amistad con Maduro y su dictadura y su militancia con el castrochavismo y el Foro de Sao Paulo.

    Darío Acevedo Carmona, 6 de julio de 2025

  • Entre cortinas de humo y un golpe de estado imprevisto

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    Debemos ser cuidadosos al hablar de las cortinas de humo que lanza el presidente Petro para tapar un escándalo con un tema controversial nuevo. ¿Por qué lo digo? Porque esas cortinas no son desdeñables ni desechables, no dejan de ser armas a discreción que pueden hacerse realidad.

    Por ejemplo: con la opinión pública entretenida discutiendo sobre la consulta popular, la asamblea popular constituyente y la desconfianza sobre la Registraduría en las elecciones de 2026, uno se puede preguntar ¿Y en dónde quedó la explicación debida sobre el viaje a Manta el feudo del gran capo ecuatoriano hoy preso, pedido en extradición por EE. UU. y que podría tener muchos secretos e informaciones que de ser reveladas causarían un terremoto grado 8.5 en la escala Ritcher?

    ¿Y dónde queda la explicación sobre el tema de los pasaportes?

    En este escenario es en el que Petro puede morderse la cola, enredado en sus propias artimañas. No obstante, las cortinas que sacó a relucir: consulta, constituyente y Registraduría, siguen siendo una amenaza contra nuestra democracia.

    ¡Atentos porque Petro es un as como cortinero!

    Colombia amanece bajo un golpe de estado real protagonizado por el proyecto de dictador que expide un decreto que lo protege frente a una supuesta persecución del Consejo de Estado, una de las principales cortes judiciales de nuestra república, herida por el hachazo (decreto para quitarle la revisión de tutelas contra el presidente) que el sinuoso ministro de Justicia, Montealegre, le ha dado a la Constitución y a la separación de poderes.

    Cuando el gobernante procede como Petro es porque busca crear un escudo, en su caso, para evadir su responsabilidad sobre los graves hechos de corrupción de sus círculos de poder, y ocultar la incompetencia y la ignorancia crasa en el manejo de la cosa pública, es decir, del estado, al que ha convertido en una especie piñata donde todos llegan a romper la canasta de sorpresas.

    Petro afirma que el pueblo ha derrotado el golpe impulsado por su exministro de confianza, Leyva, la extrema derecha de Colombia y la de Estados Unidos. A pié juntillas sigue el libreto del socialismo bolivariano que consiste en revivir una retórica antidemocrática, antilibertaria y pro dictatorial que ha fracasado donde quiera se ha impuesto.

    Con el oscuro personaje que es Montealegre y sus jugadas para entronizar dos magistrados de su resorte en la Corte Constitucional, cree poder frenar, asustar y atomizar a las fuerzas de oposición y hacer ver su golpe como una medida normal.

    Colombia se encuentra a un ínfimo paso de perder su democracia, su libertad y su constitución a manos de un empedernido seudosalvador, de una persona embriagada en sus propios sueños de grandeza, que respira odio, división, confrontación permanente.

    Su proyecto estipula la destrucción de nuestra historia, de los símbolos patrios, del estado de derecho, de nuestras relaciones internacionales  de establecer lazos con grupos y  organizaciones terroristas como Hamas y Hezbollah., tender puentes sólidos con dictadores y dictaduras como las Cuba, Venezuela y Nicaragua.

    Este golpe de estado, hay que decirlo una y mil veces, es avalado y aplaudido por su movimiento político el Pacto Histórico que hundido en el pantano de la corrupción aplaude a rabiar el accionar de un gobierno lumpenizado.

    Coda: ¿Revelará Laura Sarabia lo que tiene guardado?

    Una opinión sobre el caso Petro-Sarabia: el enredo comenzó con un asunto en sumo grado turbio, el movimiento de maletas con dinero en efectivo, una de las cuales supuestamente fue robada por la empleada de la señora Sarabia, a la que le ordenó practicar el polígrafo prueba que solo se puede realizar con órdenes de autoridad judicial. En el entramado están involucrados coroneles de la Policía y algunos agentes. El coronel Dávila, se dice, se suicidó dejando a su esposa e hijos en orfandad y muchas dudas sobre la veracidad.

    Luego sobrevino el escándalo de amplio conocimiento, la pelea entre Sarabia y Benedetti que puso en nerviosismo al presidente, dada la gravedad de las afirmaciones y amenazas de este último en el sentido de contar sobre el ingreso de dineros a la campaña presidencial de Petro.

    Primer resultado, ambos funcionarios salieron del gobierno, pero dejando, eso sí, la inmensa duda de que ahí no se calmarían las aguas turbulentas. Dinero en maletas sin saberse la procedencia, muertes, extralimitación de funciones, etc. podían aclararse en cualquier momento. Por tanto, era necesario, para Petro, evitar que el asunto renaciera y entonces procedió a renombrarlos en cargos de importancia.

    La estrategia era clara, amarrar lenguas acercándolos al gobierno, desgastarlos, dejar que a sí mismos se anularan o se enlodaran. Maniobra habilidosa de Petro. Tanto Benedetti como Sarabia, tienen a sus espaldas acusaciones muy serias.

    De esa forma, Petro, corroborando que es un artista de la astucia para tapar su oscuro estilo, obtuvo el sellado de lenguas. Por eso no creo que Benedetti, hoy muy perfilado para alcanzar la reelección de su jefe, ni Sarabia, vayan a hablar de lo que no declararon en el momento indicado. No por lealtad sino por interés personal y salvaguardar lo logrado.

    Darío Acevedo Carmona, julio de 2025

  • ¿Esperar hasta 2026?

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    Una corriente de opinión muy importante en la que figuran muchas personalidades políticas, de los medios y analistas, consideran que hay que esperar hasta 2026 para derrotar a Petro en las elecciones parlamentarias y presidenciales. Los argumentos van desde afirmar que deponerlo equivale a convertirlo en un mártir de la izquierda y que se fortalecería más. Otros piensan que Petro permitirá unas elecciones libres, tranquilas, y además, que es derrotable. También están los que confían que Petro no terminará de destruir el país y su institucionalidad en el año que le falta para concluir su mandato.

    Razones no faltan para abrigar la esperanza de salir por vía electoral del agujero negro en que nos ha metido este gobierno, se alega que es un procedimiento legal y por supuesto, no se le niega.

    Sin embargo, pienso que las leyes que nos rigen y en particular, algunos artículos de la Constitución Nacional, brindan herramientas al alcance de las fuerzas democráticas del Centro, la Centro-Derecha, la Derecha y sectores independientes y que hay evidencias suficientes de los hechos bochornosos en que incurre a menudo el señor Petro que afectan de manera profunda la imagen de nuestro país ante el mundo y son motivo de vergüenza en tanto lesionan de manera grave la institucionalidad, de tal manera que reúne méritos para ser juzgado por el Congreso de la República.

    El principio jurídico según el cual cuando alguien comete uno o varios delitos, y lo hace en conciencia de estarlos cometiendo, debe ser judicializado de inmediato, sometido a juicio y ser castigado conforme a ley. Quienes desde el Congreso obvian el deber de impulsar el juicio por indignidad contra el presidente Petro por razones de presunta conveniencia política o llevados por un espíritu de apaciguamiento, podrían estar incurriendo en el delito de omisión de funciones a título de dolo.

    Cuando digo que es necesario que las fuerzas opositoras al gobierno Petro pasemos a la ofensiva, ¿qué quiero decir? Aporto dos respuestas, pueden ser muchas más: 1. Significa que no debemos dejar que él nos imponga la agenda. 2. Significa que es más rentable que él se queje de nosotros en vez de nosotros estar hablando de él. También puede entenderse en esta línea la negativa del Congreso a aprobar su proyecto de consulta popular. Apoyar la denuncia del Dr  Abuchaibe por exceder topes de campaña lo que implica juicio por indignidad, artículo 109 de la C.N. Una más: organizar una movilización nacional que no tiene costo alguno, se requiere una gran unidad: convocar un cacerolazo nacional al mediodía o al anochecer del día señalado, exigiendo la renuncia de Petro.

    Insulta el sentido común, trata a la población como ignorante, está causando un daño mayúsculo al país, a su economía. Su cinismo no tiene parangón. Hace y deshace con la imagen del país, destruye la confianza en la institucionalidad, y no hay quien le ponga freno. El Congreso está en mora de juzgarlo y destituirlo por indigno.

    Ocurre con él algo similar al caso del ladrón que sorprendido in fraganti y perseguido por una multitud que grita “cójanlo, cójanlo”, abandona el cuerpo del delito, se esconde y luego se une a la turba y grita con ella “cójanlo, cójanlo”.

    Darío Acevedo Carmona, junio de 2025