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consejo de estado

  • ¿Quién y cómo se define el rector de la Universidad Nacional de Colombia?

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    La Universidad Nacional de Colombia es la institución oficial más importante dedicada a la educación superior y  también, entre las públicas y privadas de Colombia, la que ocupa el mejor sitial en los escalafones internacionales. 

    Tiene más de tres mil profesores de tiempo completo, centenares de ellos son de dedicación exclusiva y formación doctoral. Sus logros en el campo de la investigación son un orgullo y de ellos dan testimonio las revistas y libros que divulgan los conocimientos fruto de esas actividades.

    Goza de autonomía académica y administrativa consagrada en la ley orgánica superior, lo cual quiere decir que es ella misma la que se da las normas para definir los programas, las disciplinas, el calendario y la designación de las directivas. Cada año entrega al país miles de nuevos profesionales formados bajo estrictas normas y avanzados conocimientos. Fue creada en 1867 siendo presidente el liberal radical Santos Acosta.  

    Tuve el honor de ser estudiante de ella y de convertirme en profesor en 1987 participando en sus labores misionales de docencia, investigación y administración. La conozco bien, viví en ella momentos inolvidables y alcancé metas y satisfacciones que me enaltecen. Por eso y por todo que ella representa para miles de familias y jóvenes y para el país en general, la Universidad Nacional de Colombia debe ser vista y respetada.

     Ella ha vivido momentos de euforia pero también tensos y difíciles porque no ha sido extraña a los dramas y dificultades de Colombia que son muchas y bien complejas, como quiera que, como se afirma en el ambiente, es reflejo fiel del país en que habita.

    Y eso es cierto si se tiene en cuenta que es, filosóficamente hablando, una universidad que por sus estatutos abre sus puertas a teorías científicas y políticas no escapando en ciertas circunstancias a que se produzcan equívocas mezclas entre ideas políticas con las labores docentes. No obstante, ha logrado sobreponerse a difíciles coyunturas trágicas y momentos de encrespamientos ideológicos y políticos. 

    Quizás, lo dicho hasta aquí sea útil para tratar de entender el funcionamiento de esta institución encargada de una de las más nobles misiones, a saber la de contribuir al desarrollo del país y a la formación de la Nación.

    La dimensión de su existencia no la exime de profundas controversias por lo que en ella ha sucedido y sigue ocurriendo. No todo lo que se ve es de exaltar. En ese volcán con el que podemos dibujar todo lo que en ella se vive, ciertamente se expresan conflictos y situaciones que no dejan de preocupar a la opinión pública.

    En las líneas siguientes comentaré la crisis originada con el nombramiento del nuevo rector desde abril de 2024. El rector de la UN se nombra cada 3 años a través de un procedimiento doble que resulta de unas consultas a la comunidad académica, profesores y estudiantes, que no son vinculantes, y, la elección que hace el Consejo Superior Universitario (CSU), máximo organismos de autoridad de ella. Este órgano está conformado por 8 personas: dos delegados del presidente de la república, un delegado del ministro de educación, uno del Consejo Académico, uno de los exrectores, uno por los profesores, uno por los estudiantes, resultado estos dos últimos de votaciones de corte democrático. El Consejo Nacional de Educación Superior, CESU, nombra el octavo miembro.

    En el nombramiento del nuevo rector el delegado de este organismo, Humberto Rosanía, votó por Ismael Peña. Días después Rosanía por vencimiento de periodo fue relevado por Víctor Manuel Moncayo, dando como resultado una variación en la correlación de fuerzas a favor del candidato del presidente Leopoldo Múnera. 

    Resulta que en el proceso para nombrar el rector para el período 2024-2027, quien ganó la consulta entre profesores y estudiantes fue el docente Leopoldo Múnera y el que obtuvo la mayoría en el CSU fue el profesor Ismael Peña, siendo este el que se posesionó como el nuevo rector. Los seguidores de Múnera no aceptaron la decisión del CSU y la impugnaron acompañados por desfiles y protestas de sus seguidores. 

    Más adelante, el presidente Petro intervino de tal forma que cambió la decisión al promover una nueva votación luego de destituir a su ministra de educación por que había votado a favor de Peña. Como quiera que el asunto se llevó al Consejo de Estado, unos impugnando el nombramiento de Peña y otros el  de Múnera. Hasta el momento, agosto de 2025, el rector, fruto de una maniobra externa, es Leopoldo Múnera.

    Ahora bien, la Sección Quinta del Consejo de Estado en respuesta a denuncia de Leopoldo Múnera quien demandó la nulidad de la elección del profesor Peña, definió que esa elección fue legal, pero se abstuvo de referirse a la de Múnera y a aclarar si Peña debía retomar el cargo de rector. En mi parecer, es de lógica que Múnera deje el cargo.  

    A pesar del fallo del Consejo de Estado, el rector impuesto por Petro, Múnera, recibió el respaldo del Consejo Superior Universitario, en comunicado en el que antepone el hecho político de estar Múnera ejerciendo y valiéndose indebidamente de que el magistrado del Consejo de Estado no pidiera la reincorporación de Peña, porque no era su competencia.

    Solo piensen ustedes, amigos lectores, que si la elección de Peña fue correcta, la de Múnera necesariamente fue lo contrario ya que para un solo cargo, el de rector, no puede ser elegida más de una persona y que si hay competencia entre dos procesos diferentes, y el de Peña fue legítimo y legal, el posterior, el de Múnera, debe ser declarado ilegal o inocuo o incorrecto. Es decir, Múnera debe ceder el cargo al rector en propiedad Ismael Peña

    Darío Acevedo Carmona, 14 de agosto de 2025

  • Entre cortinas de humo y un golpe de estado imprevisto

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    Debemos ser cuidadosos al hablar de las cortinas de humo que lanza el presidente Petro para tapar un escándalo con un tema controversial nuevo. ¿Por qué lo digo? Porque esas cortinas no son desdeñables ni desechables, no dejan de ser armas a discreción que pueden hacerse realidad.

    Por ejemplo: con la opinión pública entretenida discutiendo sobre la consulta popular, la asamblea popular constituyente y la desconfianza sobre la Registraduría en las elecciones de 2026, uno se puede preguntar ¿Y en dónde quedó la explicación debida sobre el viaje a Manta el feudo del gran capo ecuatoriano hoy preso, pedido en extradición por EE. UU. y que podría tener muchos secretos e informaciones que de ser reveladas causarían un terremoto grado 8.5 en la escala Ritcher?

    ¿Y dónde queda la explicación sobre el tema de los pasaportes?

    En este escenario es en el que Petro puede morderse la cola, enredado en sus propias artimañas. No obstante, las cortinas que sacó a relucir: consulta, constituyente y Registraduría, siguen siendo una amenaza contra nuestra democracia.

    ¡Atentos porque Petro es un as como cortinero!

    Colombia amanece bajo un golpe de estado real protagonizado por el proyecto de dictador que expide un decreto que lo protege frente a una supuesta persecución del Consejo de Estado, una de las principales cortes judiciales de nuestra república, herida por el hachazo (decreto para quitarle la revisión de tutelas contra el presidente) que el sinuoso ministro de Justicia, Montealegre, le ha dado a la Constitución y a la separación de poderes.

    Cuando el gobernante procede como Petro es porque busca crear un escudo, en su caso, para evadir su responsabilidad sobre los graves hechos de corrupción de sus círculos de poder, y ocultar la incompetencia y la ignorancia crasa en el manejo de la cosa pública, es decir, del estado, al que ha convertido en una especie piñata donde todos llegan a romper la canasta de sorpresas.

    Petro afirma que el pueblo ha derrotado el golpe impulsado por su exministro de confianza, Leyva, la extrema derecha de Colombia y la de Estados Unidos. A pié juntillas sigue el libreto del socialismo bolivariano que consiste en revivir una retórica antidemocrática, antilibertaria y pro dictatorial que ha fracasado donde quiera se ha impuesto.

    Con el oscuro personaje que es Montealegre y sus jugadas para entronizar dos magistrados de su resorte en la Corte Constitucional, cree poder frenar, asustar y atomizar a las fuerzas de oposición y hacer ver su golpe como una medida normal.

    Colombia se encuentra a un ínfimo paso de perder su democracia, su libertad y su constitución a manos de un empedernido seudosalvador, de una persona embriagada en sus propios sueños de grandeza, que respira odio, división, confrontación permanente.

    Su proyecto estipula la destrucción de nuestra historia, de los símbolos patrios, del estado de derecho, de nuestras relaciones internacionales  de establecer lazos con grupos y  organizaciones terroristas como Hamas y Hezbollah., tender puentes sólidos con dictadores y dictaduras como las Cuba, Venezuela y Nicaragua.

    Este golpe de estado, hay que decirlo una y mil veces, es avalado y aplaudido por su movimiento político el Pacto Histórico que hundido en el pantano de la corrupción aplaude a rabiar el accionar de un gobierno lumpenizado.

    Coda: ¿Revelará Laura Sarabia lo que tiene guardado?

    Una opinión sobre el caso Petro-Sarabia: el enredo comenzó con un asunto en sumo grado turbio, el movimiento de maletas con dinero en efectivo, una de las cuales supuestamente fue robada por la empleada de la señora Sarabia, a la que le ordenó practicar el polígrafo prueba que solo se puede realizar con órdenes de autoridad judicial. En el entramado están involucrados coroneles de la Policía y algunos agentes. El coronel Dávila, se dice, se suicidó dejando a su esposa e hijos en orfandad y muchas dudas sobre la veracidad.

    Luego sobrevino el escándalo de amplio conocimiento, la pelea entre Sarabia y Benedetti que puso en nerviosismo al presidente, dada la gravedad de las afirmaciones y amenazas de este último en el sentido de contar sobre el ingreso de dineros a la campaña presidencial de Petro.

    Primer resultado, ambos funcionarios salieron del gobierno, pero dejando, eso sí, la inmensa duda de que ahí no se calmarían las aguas turbulentas. Dinero en maletas sin saberse la procedencia, muertes, extralimitación de funciones, etc. podían aclararse en cualquier momento. Por tanto, era necesario, para Petro, evitar que el asunto renaciera y entonces procedió a renombrarlos en cargos de importancia.

    La estrategia era clara, amarrar lenguas acercándolos al gobierno, desgastarlos, dejar que a sí mismos se anularan o se enlodaran. Maniobra habilidosa de Petro. Tanto Benedetti como Sarabia, tienen a sus espaldas acusaciones muy serias.

    De esa forma, Petro, corroborando que es un artista de la astucia para tapar su oscuro estilo, obtuvo el sellado de lenguas. Por eso no creo que Benedetti, hoy muy perfilado para alcanzar la reelección de su jefe, ni Sarabia, vayan a hablar de lo que no declararon en el momento indicado. No por lealtad sino por interés personal y salvaguardar lo logrado.

    Darío Acevedo Carmona, julio de 2025