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  • Petro desnuda su verdadero plan

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    En ceremonia oficial de la Policía Nacional y en presencia del alto mando de las Fuerzas Militares a quienes, siendo congresista persiguió, denigró y denunció, Gustavo Petro habló de muchas cosas a la vez, en un discurso deshilvanado en el que insistió en usar la figura e imagen de Simón Bolívar para vomitar sus insolencias y ocurrencias sobre la historia del país.

    Como el más curtido pacifista y dando cátedra de paz con su infaltable lápiz con el que busca ser visto como un doctor sabio e intelectual, habló contra el odio político como si él no fuera el mayor promotor del odio de clases, del odio a los empresarios, a los ricos, a la oligarquía, como si su odio al expresidente Álvaro Uribe Vélez no fuera tan evidente y enfermizo.

    Y, en alarde de valiente defensor de la soberanía nacional, amenazó a los Estados Unidos con el alzamiento de todos los países latinoamericanos si se atreve a intervenir o hacer efectivo el operativo contra el dictador Maduro.

    Se le despertó su vieja monserga antiyanki, antiimperialista, proponiendo a cambio la solidaridad con un tirano, con  el ladrón de las elecciones presidenciales de Venezuela donde reina la alianza del círculo gobernante con el narcotráfico.

    Es decir, ni más ni menos, disponer, como si se tratase de una entidad a la que puede manejar a su antojo, el humillante papel de ser solidaria con quienes arrasaron la riqueza, la democracia y la libertad en Venezuela.

    Pero, el señor Petro no se detiene ahí, vale preguntarnos entonces, qué es lo que busca atizando la bandera nacionalsocialista contra los Estados Unidos el principal aliado de Colombia?

    Todo parece indicar que Petro se la jugará totalmente a crear un ambiente de guerra y de amenazas para desestabilizar de tal manera el país que le sirva de pretexto para declarar la conmoción interior, gobernar por decreto, o sea, como un auténtico dictador y suspender las elecciones y asegurar su permanencia en el poder desde el cual convocaría su anhelada asamblea constituyente.

    No sé si esas decenas de oficiales, suboficiales, agentes y sus familias, entenderían el mensaje real que su presidente y primer comandante les planteó de forma entrecubierta en sus repentinas y delirantes ocurrencias.

    Y que él haya desafiado su inteligencia  y burlado su disciplina y respeto para reiterarles la subversiva orden de respaldar sus planes golpistas.

     

    Sobre el asesinato de Miguel Uribe Turbay

    Lo que se ha dicho por personas y sectores del petrismo sobre el asesinato de Miguel Uribe Turbay revela la miseria humana en sus más bajos instintos, veamos:

    Empecemos por el jefe de ellos, el guerrillero presidente amenazó con borrar del Congreso a aquellos que se opusieran a sus proyectos y en concreto dijo que Uribe Turbay “ya no podrá” denunciar su proyecto de convocatoria de una asamblea constituyente porque el pueblo los va a borrar de la historia.

    Por otra parte, el gran desfalcador del erario de Medellín, especialista en propagar mendacidades y estupideces, temerariamente atribuyó el asesinato a sus copartidarios de la extrema derecha que lo habrían hecho para acusar al gobierno y desestabilizar el país.

    Las bodegas y los contratista de imagen de presidencia descargaron en las redes una conseja tanto más vil e infame al afirmar sin titubeos que la prolongada hospitalización de Uribe Turbay era falsa, que él estaba vivo y escondido en acto teatral victimizándose con fines publicitarios.

    El pastor Saade consecuente con su brutal desparpajo aseveró que el asesinato del Senador se asimila a un riesgo que corren los políticos así como lo corren los que montan en bicicleta, o sea, normalizó su asesinato.

    Amenaza, distorsión y mentira a la vez para enredar y evitar que emerja la verdad.

    Es inexplicable la lentitud de la Fiscalía en el proceso de investigación. Es sospechosa que un menor de edad haya salido de la detención como si saliera de su residencia. Es demasiado sospechoso que el supuesto ejecutor del plan contra Uribe Turbay, mano derecha de alias Iván Márquez, haya sido asesinado al parecer por sus jefes.

    Toda la madeja no se desenreda aún y todos los indicios apuntan a la hipótesis de que se trató de un crimen de estado.

    Darío Acevedo Carmona, 13 de agosto de 2025

  • ¿Cómo se demuele una obra bicentenaria en un santiamén?

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    No me refiero, claro está, a la destrucción generada por un terremoto grado 8.5 en la escala de Richter ni a un huracán grado 5 que arrasa lo que encuentra en su trayectoria en cuestión de segundos, minutos y hasta días.

    Me refiero a lo que está le está ocurriendo al estado republicano y democrático de Colombia hoy en manos de la más despiadada y tóxica elite ultraizquierdista que además de revolucionaria es inmoral, corrupta, desvergonzada e inepta y según algunos cercanos, también les halan a consumos que afectan su juicio.

    Hoy Colombia, por sus medidas y declaraciones ha destrozado su política exterior. Está al borde de un conflicto armado con Perú, rompió relaciones con Israel un aliado de suma importancia. Está haciendo todo lo posible por enemistarnos con Estados Unidos, nuestro principal aliado y mercado, etc.

    Y como si  ello fuera cosa normal, el señor su presidente, Gustavo Petro, manifiesta su apoyo a la organización terrorista Hamás, a la tenebrosa dictadura de Maduro y Diosdado Cabello, cabezas del Cartel de los Soles y protectores de las Farc y el Eln.

    La obra destructora del gobierno petrista tiene similitud con un terremoto o un huracán grado 5, si tenemos en cuenta que lo arrasado ha sido forjado a lo largo de más de 200 años de vida republicana. Una historia de la que se burla al reducirla a una frase agitacional y al hacer analogías floripondias con la literatura garciamarquiana, diciendo que no se ha hecho nada, que hemos vivido cien años de soledad, que se ha perdido el tiempo, que siempre han gobernado los mismos con las mismas.

    ¿Habrá algo más atropellante y disruptivo que posar de historiador, como posa de economista, de filósofo, de físico cuántico y de ecólogo, es decir un sabelotodo? Porque simplificar de esa forma 200 años de vida es negar la riqueza, la complejidad, las realizaciones, la cultura, los símbolos patrios a los que ha ironizado y todo lo que hemos sido y ahora somos, es la ofensa más grave a lo que se denomina hoy como la identidad nacional.

    Lengua de fuego es la que tiene este mandatario para incendiar con sus palabras la obra de muchos intelectuales, historiadores, científicos y gobernantes expresada y visible en miles y miles de libros,  ensayos literatura, etc., que en esencia es algo igual de vituperable y horripilante como quemar libros, puesto que, como él dice embriagado en su arrogante papel de profeta o Adán, no somos nada.

    Coda: Tristeza inmensa por la muerte de Miguel Uribe Turbay, mi solidaridad con su familia, con su partido. Colombia perdió una gran promesa de liderazgo, que este asesinato no sea condenado a los anaqueles de la impunidad.

    Darío Acevedo Carmona,  11 de agosto de 2025

  • Petro odia a Colombia, se burla de los colombianos y destruye las instituciones

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    Si alguna duda nos quedaba sobre el grave peligro que representa para Colombia  el presidente Petro, esta semana debe quedar resuelta.

    No hay que ser un científico o un académico o un intelectual o un sabio, no hay que escribir un libro ni siquiera un ensayo para demostrar que este personaje apoyado por compinches que lo adoran ciegamente, están destrozando el país y a sus instituciones más preciadas.

    Desde el comienzo de su mandato, recordemos:

    1. Descabezó a las Fuerzas Militares y de Policía de su alto mando. Casi un centenar de experimentados servidores de la patria fueron llamados a calificar servicios. Así se curó de su temor a un golpe de estado.
    2. Prohibió la exploración de nuevos pozos y yacimientos de hidrocarburos y debilitó a Ecopetrol, la mayor empresa de los colombianos.
    3. Exhibió símbolos de su militancia guerrillera, haciendo apología de la violencia y de falsos heroísmos. A la vez, denigró de los símbolos patrios, la bandera, el himno y el escudo y distorsionó nuestra historia.
    4. Convirtió todos sus actos oficiales en eventos de agitación política, azuzó el odio de clases, fustigó a los empresarios. Hizo nombramientos cuestionables, tiró por la borda a sus primeros aliados.
    5. Intentó ganarse un lugar de liderazgo mundial viajando a cuanto evento lo invitaban y pronunciando enredados e incoherentes discursos que de a poco se convirtieron en el hazmerreír de mandatarios y especialistas.
    6. Evidenció con ausencias insólitas, incumplimiento de compromisos y retrasos, problemas relacionados con algunas adicciones.
    7. Se vio involucrado con funcionarios muy cercanos de su alta confianza como Laura Sarabia y Armando Benedetti, en el escándalo de bolsas de dinero en efectivo y el "suicidio" del coronel Dávila de la Policía.

     

    Más adelante, coherente con su modo de ser continuó su obra destructiva:

    1. Rompió relaciones con Israel y apoyó a la organización terrorista Hamás.
    2. Mantuvo su inútil y costosa viajadera por el mundo.
    3. Convocó movilizaciones "populares" con financiación oficial para presionar a las Cortes, al Congreso e intimidar a los medios y a la Oposición.
    4. en varias intervenciones se le vio ostensiblemente influenciado por el consumo de licor.
    5. Se peleó con el Congreso porque no le aprobaron todos sus proyectos.
    6. Impulsó una política de cerco y aniquilamiento contra las EPS y de todo lo relativo a la Ley 100 de Salud.
    7. No pudo defenderse de los escándalos de corrupción como el asalto a los dineros de la UNGRD, creando cortinas dilatorias, evasivas y distractoras y alegando que anteriores gobiernos también incurrieron en esas prácticas.
    8. Prosiguió su pelea con la Corte Constitucional, la Corte Suprema y el Consejo de Estado.
    9. Inició su campaña para convocar una Consulta Popular, rechazada por el Congreso y una Asamblea Popular Constituyente en violación de juramento hecho durante su campaña y atropellando disposiciones constitucionales.
    10. Puso en peligro las relaciones con los EE. UU.

    Estas y muchas otras acciones demoledoras que se pueden escapar de este listado, dan cuenta del desastre de su gestión, de  su lamentable y costosa incompetencia y de su cínica justificación del daño causado.

    Pero, faltaba la cereza del pastel, en temas que demuestran algo que casi ni se comenta, a saber, que su conducta es una expresión de desprecio por el "pueblo" al que tanto dice defender, al que dice interpretar y del que afirma ser parte. Petro desprecia ese pueblo al incumplir sus promesas, al tratarlo como un menor de edad del que él es su padre, privándolo de su capacidad de discernimiento y atrayendo su atención y su apoyo a cambio de "espejitos" y promesas demagógicas. Además del odio que siente por nuestra historia y por nuestras instituciones exhibido en sus recientes actos:

    1. La conformación de la Unidad Binacional en alianza con la dictadura de Maduro, afectando y arriesgando la integridad de la nación y la soberanía sobre territorios que siempre soñaron los dictadores Chávez, Padrino, Diosdado y Maduro. Aquí incurre en entrega de la soberanía que les facilita la existencia a las guerrillas binacionales y hasta en traición a la patria.
    2. Al nombrar canciller a Armando Benedetti, una persona que deslustra el país ante la comunidad internacional. Un sujeto que está enjuiciado por la Corte Suprema por corrupción, no habla inglés, no tiene visa de EE. UU. y le guarda secretos al presidente como el de los 15 mil millones que le habría conseguido para su campaña. También ha sido denunciado por violencia contra las mujeres, por beodo y adicto a las drogas. ¿Habrá una señal más obvia de su odio hacia lo que es Colombia ?
    3. La insistencia en la convocatoria de una Asamblea Constituyente al estilo de lo que hizo Chávez y hace Maduro con su revolución bolivariana.
    4. Al nombrar como ministro de Justicia al oportunista y acomodado Eduardo Montealegre quien está allanando el camino para dar sustento jurídico al esperpento de la Paz Total y a la política de perdón para delincuentes comunes. Ojo que de esta manera se puede estar fraguando ni más ni menos que la reducción de penas de grandes criminales y hasta la excarcelación, entre otros, del "testigo estrella" contra el expresidente Uribe, Juan Guillermo Monsalve, para de esa forma, impulsando una falsa acción de reconciliación y de paz, cumplirle al mencionado la promesa que le hiciera, según varios testigos, el senador Cepeda, a su vez coaligado con Montealegre como presuntas víctimas del expresidente Uribe.

    Darío Acevedo Carmona, 27 de julio de 2025

  • Los jueces no son infalibles

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    ¿Es factible que los jueces de la República incurran en el error, equivocarse, fallar injustamente? Los jueces y magistrados son la expresión más representativa de la majestad del poder judicial y tienen la sagrada función de ser garantes de la aplicación rigurosa  de las leyes. Pero no son infalibles.

    Cuando un funcionario de la rama legislativa, v.gr. un congresista, diputado o concejal, se equivoca o viola sus deberes y funciones, algo que ocurre con alguna frecuencia, es juzgado y de ser hallado culpable, es destituido.

    No ocurre lo mismo en la rama ejecutiva donde se aprecian desigualdades ostensibles. Los más expuestos ante la opinión y ante la justicia son los ministros, viceministros y directores de entes descentralizados de carácter nacional. En cambio el presidente de Colombia tiene tantas coberturas y escudos como si se tratara de un dictador, lo cual no quiere decir que quienes ejercieron el mando hayan sido dictadores. Solo uno en la historia nacional ha sido condenado en primera instancia con un fallo a todas luces injusto.

    Pero, quienes pensamos que  la juez no actuó en derecho hemos recibido el llamado y casi la orden de guardar silencio y no presionar a la juez y a la justicia en general. Entiendo y se debe acatar la invocación de hacerlo con el debido respeto y la racionalidad y argumentación propia de una democracia.

    No olvidemos que el mayor irrespeto a la justicia se produce cuando los políticos la instrumentalizan a su favor o en contra del adversario. Es lo que se llama judicialización de la política. Una vieja  práctica de los comunistas que aplican la tesis leninista de la combinación de todas las formas de lucha. Ellos no solo han infiltrado el aparato educativo, la democracia, el sindicalismo, los medios, el clero, sino también el poder judicial.

    Concluyo: el debate en curso sobre el proceso y fallo en primera instancia contra el expresidente Uribe, no debe ser cancelado ni quedar al margen de la crítica. He leído juiciosos y respetuosos análisis de juristas reconocidos que deben discurrir con total libertad ante los ojos de la ciudadanía. Tampoco conviene que se vete a columnistas y analistas que escriben sus comentarios desde ángulos no jurídicos puesto que es mucha la tela que hay por cortar al respecto.

     

    Un golpe sucio de los comunistas con su guerra cultural

    Los neocomunistas han dado un duro golpe. Han aporreado, por ahora,  al hombre que los derrotó en los campos político y militar. Ellos lo han hecho en lo judicial porque es ese uno de los terrenos en el que desde hace muchos años libran la guerra cultural ideada por el comunista italiano Antonio Gramsci.

    Ellos están destruyendo nuestra democracia desde la democracia de la que han renegado toda su vida.

    Ellos se han apoderado de la Justicia infiltrando y controlando instancias decisivas y corrompiendo jueces y magistrados.

    Decenas de políticos, de congresistas, altos funcionarios y empresarios fueron juzgados y condenados por sus alianzas o por haberse relacionado con grupos paramilitares, por denuncias y campañas adelantadas por ellos desde el poder que ostentan gracias a su guerra cultural.

    Pero, ellos se abrazan con criminales de guerra de las guerrillas, los defienden, les lavan su cara, los llevan al Congreso, inutilizan medios de prueba y evidencias de sus redes y relaciones. Por eso, en Colombia no  se ha visto el monumental fenómeno de la guerrillo-política. 

    Por eso, cuando nuestras Fuerzas Militares dan de baja a cabecillas de esos grupos o descubren los nexos y alianzas de los que hacen la guerra cultural desde la institucionalidad con esas estructuras terroristas, adelantan bullosas campañas contra la Justicia y contra gobernantes que han sido victoriosos y les han propinado golpes demoledores a esas guerrillas, como lo hizo el expresidente Álvaro Uribe Vélez.

    Ahora, adueñados de amplios centros de poder, no tienen vergüenza para hacer lo que tanto criticaban a los gobiernos anteriores, ahora nombran a los jefes de grupos paramilitares autores de crímenes de guerra y de lesa humanidad “gestores de paz”, hoy siembran con dineros públicos la semilla de milicias revolucionarias al pagarles para que “no maten”. Antes condenaban la presencia de jefes paramilitares desmovilizados, hoy instalan tipos de la misma calaña como congresistas, llaman  a rodearlos de amor y a brindarles comprensión.

    Mientras hablan de amor hacia criminales que antes condenaban, preparan una ley para excarcelar y amnistiar a miles de bandidos. Esa hazaña inmoral la encabeza desde el ministerio de “Justicia” el brujo del régimen, ficha clave del andamiaje comunista que se autoproclamó víctima de Uribe.

    Muy seguramente, de aprobarse ese esperpento, veremos en las calles, en libertad, a los que ya han invitado a las tarimas presidenciales, y, al testigo estrella contra Uribe, el “valiente que tuvo la virtud” de no dejarse seducir por el soborno, al que por fin le cumplirán los beneficios prometidos.

    Darío Acevedo Carmona, 3 de agosto de 2025