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VentanaAbierta - Page 3

  • Unidad, organización y lucha

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    Las diversas expresiones de la oposición al presidente Petro han adelantado un diagnóstico certero, profundo, claro y sistemático sobre el mandatario, su gobierno y sus proyectos. Lo han hecho de manera efectiva hasta el punto de arrojar pleno entendimiento sobre su carácter desastroso, peligroso y dañino, de tal forma que se puede afirmar que a este nivel la tarea se ha cumplido a cabalidad y hay que seguirla haciendo.

    Tenemos el diagnóstico, pero nos hace falta el remedio, quiero decir, el diseño de una política estratégica que defina en lo táctico el proceder, los métodos de acción, la indispensable unidad, la necesaria organización y el camino a seguir para alcanzar la meta de derrotar por vía electoral o de juicio político al presidente Petro.

    Es algo similar a lo que las atomizadas y divididas fuerzas de izquierda predicaron, aunque lo hayan logrado al cabo de décadas, expresado como consigna motivadora que no es propiedad de ninguna tendencia o movimiento: Unidad, Organización y Lucha.

    Estamos a tiempo aunque deberíamos haber recorrido ya un camino en esa dirección. La situación no es la mejor, desafortunadamente, hay celos, rencores, desconfianza, además de un preocupante cuadro de dispersión y atomización. Voces aisladas han llamado, sin eco, a hacer una reunión. Y es lo primero que hoy es preciso realizar.

    Partamos de la existencia de una opinión consciente del peligro que enfrenta el país con el presidente Petro al mando y sus pretensiones de demoler la institucionalidad para mantenerse en el poder. Y aunque difuso, también de un clamor por la unidad. Los dirigentes de partidos como el Centro Democrático, Cambio Radical y sectores de otros como el partido Verde, el liberal, el conservador, de la U y sectores que se mueven con mucha propiedad en las redes, tienen el deber de acoger y responder a ese clamor, ser capaces de deponer prejuicios y malos recuerdos y convocar esa reunión.

    En la reciente convención liberal, el expresidente César Gaviria quien salió reelecto director del partido por abrumadora mayoría, hizo una declaración categórica contra Petro y sobre la necesidad de la unidad. Así mismo, en calidad de invitada, la senadora del Centro Democrático, Paloma Valencia, en emocionado discurso manifestó la idea de la unidad con el liberalismo y otros partidos para recuperar el rumbo y evitar un mayor desastre.

    Pero ¿cuál sería la agenda de ese evento deseado? Decirlo es fácil, mas no cumplir el objeto. Se trata ante todo de ponerse en pie de igualdad sin desistir de la independencia de cada una de las fuerzas, igualdad en el sentido de que ninguna de ellas, en la hora actual, está en capacidad de derrotar el proyecto castrochavista de Petro. De ahí se debe pasar a la definición de un programa y unos objetivos comunes en los que se refleje las aspiraciones de la población, recuperar y sanar el daño causado por el Pacto Histórico a la democracia, a las libertades, a la separación de poderes, a la economía, a la convivencia a la Fuerza Pública.

    Un tercer tema es el referido al qué hacer de aquí en adelante. La idea que ha de regir esa definición es que se marche siempre juntos por el mismo derrotero, movilizaciones de calle, huelgas y paros, denuncias internacionales, iniciativas judiciales, agotar el camino de la destitución legal por exceso de topes en la campaña presidencial de Petro sin detrimento de prepararnos para las elecciones de 2026.

    Este último punto  tiene relación con las reglas del juego de la participación electoral en la contienda por el Congreso y en la presidencial. No es fácil pero tampoco imposible. Debe entenderse que este es un proceso hacia la construcción de un amplio frente o alianza de fuerzas democráticas y libertarias en el que cada una conserva su independencia y autonomía y a la vez se compromete con unos acuerdos. Esa alianza requerirá de una comisión coordinadora que funcione permanentemente.

    La Unidad habrá de aclarar la manera de participar en la campaña para congreso: ¿cada integrante de forma separada o en alianzas?  Para la presidencial se parte de la no existencia de un candidato, que tenerlo es uno de los objetivos más importantes. Que cada partido o movimiento lance uno o varios candidatos en disputa interna, como lo acaba de hacer el Centro Democrático, que luego, después de un trecho recorrido, cada fuerza presente su candidato y todos los que resultan entren en una competencia reglada para alcanzar el banderín. El tiempo máximo de tal definición no puede ir más allá de las elecciones legislativas.

    No escribo estas notas en nombre de un partido o movimiento, lo hago porque estoy  convencido de que no hay salvación posible respecto de la amenaza que significa la permanencia del proyecto Petro en el poder si no nos unimos si no nos organizamos y si no luchamos juntos.

    Darío Acevedo Carmona, 2 de noviembre de 2024

  • La opereta de Petro ante el Cuerpo Diplomático

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    El presidente de Colombia goza de unos poderes que no tiene ningún otro funcionario u órgano. Por algo, el régimen político que nos rige es calificado como presidencialista.

    Colombia es uno de los países que acredita una larga historia democrática con pocas interrupciones. La última data del período 1953-1957 cuando Rojas Pinilla apoyado por el partido liberal, el conservatismo ospinista, los medios, la jerarquía eclesiástica, el empresariado, impulsan a Gustavo Rpjas Pinilla a dar lo que se llamó un “golpe de opinión” con el fin de restablecer la paz.

    Las Fuerzas Armadas y de Policía han sido y son respetuosas del orden democrático. Ni en los momentos más críticos por hechos de violencia guerrillera  o mafiosa se pronunciaron o se movieron en una intentona golpista.

    La separación de poderes ha funcionado y se puede documentar que entre las instancias de ellos hubo encontrones, discrepancias o malestares, pero sin que el sistema entrara en peligro de ruptura

    Varios presidentes han sido objeto de investigaciones sin que sus derechos fueran afectados y pudiendo defenderse en ley.

    Quien hoy es presidente de Colombia fue guerrillero del M-19 una organización que durante su alzamiento en armas cometió crímenes de guerra y de lesa humanidad como secuestros, la ejecución a sangre fría del dirigente sindical José Raquel Mercado, la toma de la embajada de República Dominicana (1980), la toma violenta de la Corte Suprema de Justicia, entre otros, y firmó la paz en 1990. Desde entonces, él y otros de sus camaradas participan activamente de la vida política como congresistas.

    El presidente Petro es uno de los congresistas tradicionales desde hace más de veinte años, fue alcalde de Bogotá y hoy es el primer mandatario gracias a unas instituciones y a una democracia a las que ha denigrado a placer.

    El estado colombiano ha optado por políticas reformistas sociales y políticas desde el momento de su creación en el Congreso de Villa del Rosario de 1821. Podemos resaltar en los último 65 años la aprobación del voto femenino (1957) la función pacificadora del Frente Nacional (1958-1974), el fin del bipartidismo obligatorio a partir de ese año, la existencia de numerosas organizaciones de izquierda que desde entonces postularon candidatos a elecciones de cuerpos de representación popular y presidencial.

    En la búsqueda de la paz, se han realizado esfuerzos apreciables desde 1980 hasta el presente siendo uno de los más efectivos el que se firmó con el M-19, cuya bandera, ya rendida, fue reivindicada de forma provocadora por el presidente Petro en diversos actos.

    En Colombia los alcaldes de todos los municipios son elegidos por voto popular. Una demostración de gran madurez política, en medio de auges guerrilleros de las Farc y de grupos paramilitares, fue la convocatoria de una asamblea constituyente que estableció la constitución de 1991 que aún nos rige, documento que es apreciado y respetado por los colombianos y que llegó a ser llamado la Constitución de la paz. También se aprobó la figura de la acción de tutela de derechos individuales fundamentales y la elección popular de gobernadores.

    A pesar de la inmisericorde violencia de grupos que se sostienen por las rentas ilegales del narcotráfico, la minería ilegal y el secuestro, de la mala voluntad de algunas guerrillas, Colombia sostiene su apego a la institucionalidad democrática. Hoy en día se aprecia el fin del bipartidismo al que se señalaba de monopolizar la política y el poder, y tienen presencia más de 35 grupos y partidos entre los cuales se destacan siete por su cantidad de representantes en los cuerpos colegiados.

    Gustavo Francisco Petro Orrego como presidente ha influido con su poder para el nombramiento de Fiscal General, del Procurador General, ha atacado periodistas y medios, descabezó a la Fuerza Pública de su experimentado alto mando al llamar a calificar servicios a casi un centenar de generales y altos oficiales.

    Durante su gestión, ha protagonizado álgidos debates por el tipo de propuestas y proyectos que pretende imponer y dando a entender que la legítima intervención de las fuerzas opositoras le están montando un “golpe blando”, desvirtuando de esa forma la existencia de la Oposición. Usa la diatriba pero también la seducción de congresistas a cambio de prebendas, ha nombrado personas de cuestionable proceder en altos cargos del estado y se ha visto envuelto en varios escándalos de corrupción en los que están mencionados y hasta acusados miembros de su familia y de su entorno político.

    Uno de esos asuntos que comprometen seriamente su continuidad en el cargo es el relativo a la supuesta violación de los topes electorales en su campaña presidencial que está siendo investigada por la autoridad competente, el Consejo Nacional Electoral, prevalida por concepto del Consejo de Estado, en un proceso en el que se ha hecho claridad que por norma constitucional, solo puede ser acusado por la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes del Congreso de la República y en votación por el Senado.

    Las alegaciones del presidente Petro sobre un supuesto golpe de estado carecen de fundamento fáctico y legal y por tales razones, su presentación de queja ante el Honorable Cuerpo Diplomático constituye una afrenta a nuestro país, a nuestras tradiciones democráticas a nuestro buen nombre, y, de contera, que tal gesto, reafirma su protervo interés en desdibujar y deslegitimar la investigación que adelanta el CNE al darle, artificiosamente, una faceta de golpe de estado

    Esconde y burla, el presidente Petro, su obligación de responder por una conducta sancionada según el artículo 109 de la Constitución Política de Colombia, norma de la cual él, como congresista, fue uno de sus artífices.

    El presidente Petro, ha demostrado gran capacidad para malenquistar a la nación en contiendas desbordadas e hirientes, hoy acude a una falacia para victimizarse, aún a costa del prestigio del estado colombiano del que él es representante supremo y al que, por tanto, deshonra y humilla con tal de salvarse.

    Darío Acevedo Carmona, 19 de octubre de 2024

  • La gran lección de Israel ante el terrorismo

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    Los gobernantes de Israel entendieron a la perfección que la única manera de responder a quienes claman por su destrucción y predican el exterminio de los judíos, era derrotándolos. Intentaron negociar con gobiernos y organizaciones como Egipto, Al Fatah, Jordania, etc., logrando la paz después de vencerlos en el campo de batalla. A la vez que, a aquellos que insisten en su propósito de "borrarlos del mapa" les da su merecido.

    Es una máxima de la guerra: si no derrotas al adversario, este te derrota a tí.

    ¿Por qué en Colombia, persisten unas anacrónicas guerrillas y organizaciones mafiosas que le hacen la guerra al estado y violentan a la población civil destruyendo los recursos con sus acciones criminales y de terror?

    Cuando por una vez entendimos que era legítimo derrotarlos por la vía de las armas se logró un resultado positivo y contundente para la nación.

    Desafortunadamente, a un presidente embelesado por obtener un nobel de paz, le dio por renegar de la guerra legítima llegando a propagar la idea de que "prestar hijos para la guerra" era inmoral, en videos publicitarios de campaña presidencial y propiciando una negociación de paz fraudulenta en la que los jefes guerrilleros fueron premiados mientras juzgan a cientos de generales y altos oficiales. El pacto de La Habana, derrotado en el plebiscito 2016 convirtió en héroes a los villanos y en bandidos a los defensores de la patria.

    Afirman que vivíamos en una guerra, se aceptó que tenía la forma de un conflicto armado interno a través de una ley, pero, en la práctica condenaron a las Fuerzas Armadas al debilitamiento y de hecho a hacer ver que está mal enfrentar a los violentos que quieren destruir nuestra democracia e imponer sistemas totalitarios. En esas estamos.

    Desenmascaramos el diablo, pero…?

    Hemos desenmascarado el diablo, lo hemos descrito en todas las formas posibles, hemos denunciado sus maniobras encubridoras, hemos dado el debate entre el estado austero y el gigantismo de estado, el estado austero, la separación de poderes. Lo hemos caricaturizado, hemos salido a las calles, también hemos develado su falso discurso contra la oligarquía mientras le da la mano a JMSantos, a ESamper y a Mancuso, hemos criticado su amor por la viaticadera, sus desplantes, sus falsas poses de sabio y maestro. Le hemos adornado su hoja de vida con adjetivos entre mordaces y serios: Cantinflas, camorrero, charlatán, mentiroso, provocador, posudo, amenazador, corrupto, despilfarrador, diletante, etc. Pero el diablo es el diablo y sigue adelante echándole fuego a todo lo que según él le estorba o considera inadecuado.

    ¿Qué nos falta por hacer? ¿Sentarnos a ver las llamaradas de la destrucción mientras llega el 2026? ¿Que destruya el Consejo Nacional Electoral, que se apodere de los medios como ya se ve? ¿Mantenernos divididos y lelos ante el desastre?

    Si lo que hemos hecho ha sido insuficiente estamos en el deber de evaluar en qué estamos fallando: ¿Exceso de retórica quejosa e irónica? ¿En que no queremos entender que la división, descoordinación y egoísmo juega en nuestra contra?

    Si no nos organizamos en un solo y sólido Frente Común por la Democracia y la Libertad y diseñamos una táctica de movilización y salimos a dar la batalla de manera unificada, el diablo y sus diablitos se quedarán echando candela a lo que aún funciona.

    Coda 1: Expresémosle al presidente Uribe toda nuestra solidaridad y apoyemos su solicitud para que se le otorgue el tiempo que se requiere para el análisis de la información que contiene el teléfono y el computador de Monsalve, testigo principal en su contra. Garantías procesales es un deber ineludible de la Justicia.

    Coda 2: El próximo presidente de Colombia, sea hombre o mujer debe aprender y poner en práctica esa lección. Se les hace a los grupos armados ilegales una propuesta que o la toman o la dejan.  Si la toman tendrán beneficios jurídicos, deben entregar armas y bienes para resarcir a sus víctimas. Si la rechazan, hacerles llover rayos y centellas hasta derrotarlos. Hay que CAMBIAR la política del arrodillamiento por la de dignidad y firmeza.

    Darío Acevedo Carmona, 5 de octubre de 2024

  • Gobierno de comejenes y termitas

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    Este es un gobierno de comejenes y termitas. Estamos viendo el desplome de Ecopetrol y eso debe tener consecuencias y bien fuertes, fuera Petro, fuera Roa, Fuera Bonilla. Lo que han destrozado no tiene parangón, superaron a los chavistas con PDVSA que se tomaron cerca de 5 años. Es el fruto de la política anticarburantes  y de ecología global de Petro que consiste en "salvar a la humanidad", pero, empobreciendo a los colombianos. Acabó con exportaciones de carbón, no hay gas, acabó el sistema de salud, con su reforma laboral acabará con millones de microempresas. ¿Llegará el día que cocinemos con leña?

    El de Petro es un gobierno desquiciado, tóxico y destructor, por ello debemos salir a las calles para evitar que el desastre de Petro sea total. Este presidente ha utilizado el cargo de presidente para sembrar odio de clases, camorras, decir disparates, viajar con desenfreno, malgastar recursos oficiales, acabar con Ecopetrol, el gas y el carbón, amenazar con un estallido social, ser permisivo con el caos y la violencia de guerrillas y mafias, estimular la corrupción oficial, hacer malos nombramientos, desconocer el Congreso, atacar a la Justicia, atacar a los medios, debilitar a las Fuerzas Armadas y darles órdenes desconcertantes, pagar a delincuentes para que no delincan, estigmatizar a la sociedad, a los empresarios, a los ricos, mancillar los símbolos patrios, perderse en farras, violar la constitución, ofender a la sociedad, victimizarse, en fin escándalo día a día no le falta, y todo ello para enturbiar, entorpecer, desviar y sabotear las investigaciones que sobre sus acciones realizan de manera legal las instancias y entidades encargadas de hacerlo.

    Ya se ve muy desquiciado, y lo más desopilante es ver a toda la izquierda, incluidos unos pocos personajes que se reclaman de izquierda democrática, siguiendo ciegamente a este pastor que mal trata a la gente como descerebrada. Grave peligro de una locura colectiva.

    Petro, en el único rol que le conocemos en tres décadas viviendo del estado y como agitador, le da una ORDEN a nuestras Fuerzas Militares y de Policía de "no levantar sus armas contra el pueblo", pregunto a los generales y altos oficiales activos y retirados(A), ¿acaso algún presidente de nuestra república les dio esa orden en el pasado?

    O ¿Será que Petro se equivocó pues se las debió haber dado al Eln, al Comando 2a Marquetalia, a Iván Mordisco, al Clan del Golfo y demás grupos y milicias que violentan a la población civil?

    ¿Pretende Petro incendiar el país para evitar un proceso legal y legítimo que adelanta en contra de su campaña el Consejo Nacional Electoral y la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes?

    ¿Piensa Petro, aprovechar la reciente y cuestionable directiva de la Fiscalía General de la Nación, poner al servicio de su causa a las Fuerzas Armadas cuya función esencial reza así: "Las Fuerzas Militares tendrán como finalidad primordial la defensa de la soberanía, la independencia, la integridad del territorio nacional y del orden constitucional (Artículo 217)"?

    En ninguna parte, léase bien, en ninguna, las Fuerzas Armadas y de Policía tienen por misión colocarse al servicio de una causa judicial y administrativa de tipo personal de ningún oficial ni de su comandante supremo.

    No pretenda manchar el uniforme de los oficiales de Bolívar con el lodo que cubre muchos de sus actos y mejor dé ejemplo de respeto por la Constitución, no abuse ni distorsione su poder y sus funciones.

    Provocar y amenazar con desórdenes y movilización enardecida no hace parte de las funciones de un presidente de Colombia.

    Adenda 1. Si Petro culpa a la oligarquía colombiana de todas las injusticias y de todo lo malo que sucede en el país, pregunto ¿por qué está aliado con JMSantos, con ESamper, y por qué busca hacer tratos con politiqueros que se venden por un tamal y con elementos de partidos cuyos principios o ideales no se conocen o los profesan como fachada?

    Adenda 2. En la falsa “asamblea del pueblo” el sábado pasado (14 septiembre 2024) en la Universidad Nacional, Gustavo Petro se despojó de su investidura presidencial para vestirse con el ropaje de revolucionario, el que mejor le queda. Petro incitó a esa concentración de activistas e incondicionales seguidores a tomarse los espacios del poder. Estamos pues notificados de la decisión de convertir unas acusaciones en su contra en pretexto para imponer su dictadura bajo el pomposo y falso nombre de “poder del pueblo”. Sabemos que Petro es hábil y astuto, que está dispuesto a provocar una sangrienta revolución con tal de salvarse de la acción de la justicia, sabemos que no tiene reatos morales que no respeta líneas rojas.

    Estamos los colombianos conscientes del grave desafío que nos plantea este personaje? Dejaremos que el país se ahogue en un mar de sangre con el que pretende ante todo zafarse de su obligación de responder por los delitos que se le imputan?

    Qué están pensando las instituciones centrales de Colombia?: la Corte Constitucional, la Corte Suprema, el Congreso, la Procuraduría, las Fuerzas Armadas? Van a agachar la cabeza, a acatar un llamado a la violencia revolucionaria, a la insurrección? Nos vamos a dejar chantajear por las amenazas de un iluminado?

    Darío Acevedo Carmona, 29 de septiembre de 2024

  • Comentarios a un trino en X de la Senadora Pizarro contra la periodista Vicky Dávila

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    ¿Como así Senadora Pizarro, Usted cree que todo en el pasado fueron "décadas de gobiernos corruptos y/o asesinos... (y pregunta) dónde estaban los medios cuando el país se desangraba... "? (véase: X 18 de septiembre de 2024) copiando el estilo de su jefe de condenar a "esta sociedad corrupta" por todo lo sucedido antes de su mesiánica llegada al poder. Quiero recordarle que no todo fue tan obscuro como Usted cree ni atribuible a la sociedad, al estado a los gobernantes y que en el desangre que hubo y sigue anegando nuestro país han sido autores: maleantes, bandidos, paramilitares, mafiosos, bandoleros y guerrilleros. Y que hubo medios que en vez de agachar la cabeza o callar sufrieron ataques ante las denuncias de corrupción y de violencia política.

    Me hago muy extenso, pero es necesario, aquí le ofrezco hechos que deshilachan sus admoniciones indiferenciadas y generalizantes: El Tiempo y El Espectador, entre otros, fueron censurados por la dictadura de Rojas Pinilla, El director de El Espectador fue asesinado por Pablo Escobar, Juan Gómez Martínez sufrió un bombazo en su residencia, decenas de periodistas, de altos funcionarios y dirigentes políticos probos fueron secuestrados o asesinados, valientes periodistas investigadores denunciaron muchos casos de corrupción, noticieros y diarios han conformado unidades investigativas. Gran parte de los casos que se han conocido es gracias a ellos. No es correcto igualar a todos los gobiernos en el mismo sartal de señalamientos ni tiene validez pretender justificar los escándalos de corrupción del gobierno que Usted defiende aludiendo a hechos de corrupción del pasado, ese estilo no resiste enunciación en ningún estrado judicial ni sustento ético.

    Y ante el listado que muestra en su mensaje a la periodista Vicky Dávila, lo copio con mi respectivo comentario en negrilla:

     "- Entre 1991 y 2011 la corrupción le costó 189 billones a la nación, y solo entre 2016 y 2022 le costó otros 137 billones por casos de corrupción." 

    Puede tener razón, pero ¿podría señalar omisión o complicidad de algún medio o periodista en concreto?

    "- Más de 16 mil millones de pesos robados al Estado con Agro Ingreso Seguro bajo el gobierno de Uribe..."

    Le repito la pregunta anterior, además, no puede negar que el exministro Arias, se esté o no de acuerdo con el fallo, está pagando una larga condena, mientras el gobierno petrista hace todo lo posible por tapar el festín que se dan con billones de corrupción, no hay un solo proceso en firme a pesar de las evidencias, y, además, la defensa de Ustedes consiste en escudarse con que antes también hubo corrupción. 

    "- 15 personas del primer círculo de Uribe Vélez condenadas e investigadas por gravísimos delitos." Menos mal lo dice, fueron "condenados" y no puede negar que mucha tinta y verbo ha circulado por los medios y los estrados.  

     "- Billones de pesos que superan los ceros que pueden caber en la cabeza de cualquier persona, con los contratos dados en el entramado de corrupción de Odebrecht durante los gobiernos de Uribe y Santos. Las chuzadas del Das, la Yidis Política, las marionetas, los múltiples carteles, los OCAD Paz, los 12 billones que no aparecen de las regalías."

    Igualmente, habla en general. Los medios periodísticos de radio, prensa y TV investigaron y divulgaron ese "entramado" mundial, entre otros.  

    "- 257 dirigentes políticos, incluidos 58 congresistas, 4 ex presidentes del Congreso y 9 gobernadores CONDENADOS por aliarse con paramilitares y mafiosos... 800 mil personas asesinadas en el marco del conflicto... El exterminio de la Unión Patriótica y el asesinato de 6mil de sus militantes... 6.402 jóvenes ejecutados."

      Hablar al bulto tiene el efecto de señalar un solo culpable y a la vez esconder otros. Los condenados por paramilitarismo fueron enjuiciados y condenados, los del frente civil de las guerrillas siguen mondos y lirondos en el Congreso, en la rama judicial y hasta en el Ejecutivo. Los "800 mil asesinados en el conflicto" los puede ver desagregados en informes del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) en los que se revela la responsabilidad de las guerrillas, de los paramilitares, de grupos mafiosos, de agentes del estado, ¿por qué ese afán de acusar a esta "sociedad corrupta" y negarse a especificar la diversidad de responsables? Sobre el "exterminio de la Unión Patriótica", una tragedia muy dolorosa, los medios han investigado, denunciado y clarificado con gran amplitud. Y sobre la cifra propagandística de "6402" falsos positivos también valdría la pena que consultara informes técnicos muy rigurosos del CNMH, cuya cifra, muy grave nadie lo niega, es muy inferior.

    "- 8 millones de personas desplazadas, 6 millones y medio de hectáreas despojadas. Los problemas del país no comenzaron en 2022. A diferencia de tu memoria selectiva, las fuerzas del cambio somos las primeras en rechazar cualquier hecho de corrupción en este o cualquier gobierno. Tarde o temprano tu candidatura estará acompañada por esa clase política que representa el pasado."

    Cifras y más cifras de muertes y violencia lanzadas al aire sin desmenuzar para alimentar la culpa colectiva y evitar hablar de actores de carne y hueso: jefes de grupos paramilitares, Farc-ep, Eln, Epl, M-19, capos mafiosos, etc, y, de nuevo, sugiero acudir a los informes estadísticos del CNMH y su Observatorio de la Memoria y del Conflicto (OMC).

    Y hablando de corrupción como uno de los más graves delitos en nuestro país, la invito a darle una explicación sincera a la opinión pública y a los millones de víctimas del conflicto armado interno sobre la maniobra que Usted hizo en su paso como contratista del CNMH entre 2013 y 2017 al presentar certificados de estudios universitarios de especialista no creíbles para obtener un incremento en sus honorarios, asunto que denuncie ante la Procuraduría General de la Nación, que, desafortunadamente, prescribió por enredos que derivaron en su archivo por vencimiento de términos.

    Darío Acevedo Carmona, 19 de septiembre de 2024

  • Tres temas:(1) Las cifras de la JEP y las del CNMH sobre falsos positivos. (2) Petro hace trizas el estado y la democracia colombianas. (3) El profesor Petro denuncia amenaza de muerte

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    En el siguiente link del Observatorio de la Memoria y el Conflicto (OMC) del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH)

    https://micrositios.centrodememoriahistorica.gov.co/observatorio/download/estadistica-falsos-positivos/, se puede consultar el informe: Estadística Falsos Positivos, Fecha de Publicación: 13/05/2022. Sistema de Información de Eventos de Violencia del Conflicto Armado (SIEVCAC). (Fecha de corte: 30/04/2022) y constatar que la cifra 6402 es incorrecta, que las cifras que acepta la JEP tal como se desprende de las principales fuentes, carecen de soporte creíble, que esa cifra ha sido inflada con fines políticos propagandísticos.

    “Principales fuentes de falsos positivos 1978-2020, en negrilla el # de víctimas.

    FISCALIA GENERAL DE LA NACION: 841

    DEFENSORIA DEL PUEBLO: 26

    COORDINACION COLOMBIA EUROPA ESTADOS UNIDOS: 33

    CORPORACION REINICIAR: 35

    COMITE PERMANENTE PARA LA DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS: 45

    CPDH OFICINA DEL ALTO COMISIONADO PARA LA PAZ: 46

    COMISION INTERCONGREGACIONAL JUSTICIA Y PAZ: 110

    UARIV: 489

    CINEP: 715

    OTRAS FUENTES: 508

    Para los 1.318 casos (No sé si es lo que la JEP llama "universo provisional de hechos”) de falsos positivos hay 155 fuentes y un total de 2.848 documentos.

     

    (2) Petro hace trizas el estado y la democracia colombianas

    Enardecido y desbordado en su palabrería incitadora Petro pretende evadir la justicia y ahuyentar las investigaciones por corrupción y exceso en los topes de campaña amenazando con nuevos estallidos sociales, convocando "asambleas populares" en la principal universidad del país, en las que, según da a entender, se escribirá el "nuevo orden" de Colombia. Sabemos que quiere sembrar miedo, al estilo de sus camaradas dictadores venezolanos, Maduro y Cabello. Sabemos que victimizarse es un ardid, que atribuir lo que le sucede a un plan de una "oligarquía" a la que, en buena parte tiene de su lado, es una cortina de humo para no responder por los delitos en que él, su familia y su entorno han sido involucrados. Y como no parece tener un límite para despistar a la opinión, ahora sale con el cuento, de que lo van a asesinar en un plazo de tres meses, o, lo van a destituir (por el 109) queriendo hacer ver el proceso por violación de topes de campaña como un complot

    Tomémoslo en serio, aunque suene a cañazo, porque es presa del desespero al verse acorralado por sus evidentes acciones contra el orden, la constitución, los medios y los otros dos poderes de la república. Colombia sabe que él puede hacer mucho daño, mucho más del que ya ha hecho.

     

    (3) El profesor Petro denuncia amenaza de muerte

    Dándoselas de filósofo y de profesor, en alocución desde Armenia, el presidente Petro lanza una nueva tesis sobre la "violencia en Colombia", la causa del "genocidio permanente" es "la ausencia de comunicación social... solo ha habido asesinados, 700mil..." Así que los llamados violentólogos de Colombia y del extranjero que han estudiado nuestros problemas, deben callar y postrarse ante su alarde de cientificidad.

    En su alocución, Petro se refiere a una vasta cantidad de complejos temas internacionales y nacionales, sociales, políticos, filosóficos, históricos, etc., que despacha con deshilvanadas y desordenadas afirmaciones carentes de lógica y demostración, frases de autoridad, incontrovertibles. Habla del poder en abstracto, del filósofo alemán, Habermas, de la constitución de 1881(sic), del genocidio por 75 años en Colombia acusando a la oligarquía y por supuesto, sin mencionar a las organizaciones  guerrilleras que auparon el terror, la desgracia y el dolor de millones de personas.

    Su verborrea conduce a decir, sin prueba alguna, solo por su propia deducción, por su propia elucubración, que es víctima de una amenaza de muerte, a señalar que el CNE lo quiere destituir siendo que es un órgano administrativo y que el presidente solo puede serlo por causa penal, y es ahí donde recurre a su fallida destitución cuando era alcalde de Bogotá.

    Pero, su comparación es falsa porque el Consejo Nacional Electoral no es el que lo va a procesar ni a destituir, el CNE es apto y así lo reconoció el Consejo de Estado, para investigar por violación de topes su campaña electoral, y quien lo ha de juzgar por indignidad (violación del art. 109 de la Constitución) es su juez natural y constitucional, el Congreso de la República.

    De citarse a juicio, como insinúan las evidencias, puede salir absuelto o condenado a dejar el cargo sin consecuencias penales.

    La sociedad colombiana está al tanto de los escándalos por corrupción de Petro, para no hablar de otros desastres, y de cómo, haciendo gala de una astucia inagotable distrae a la opinión pública con sus disparatados temas traídos de los cabellos cuyo único fin es el de no dar la cara para responder por la violación de topes en la campaña que lo instaló en el poder.

    Nada que ver con disquisiciones sobre el poder o sobre la guerra civil española o sobre Antonio Nariño ni Santander, nada que ver con Hitler o con Jürgen Habermas ni el calentamiento global ni con los derechos de las mujeres, ni las tendencias sexuales ni con el polvo de las estrellas.

    Petro se escuda en un supuesto golpe de estado u orden de asesinarlo y así desprestigiar la investigación y ya sí la muy posible decisión del CNE de condenar su campaña electoral, y, por ende, de que tal decisión sea compulsada a la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes.

    Darío Acevedo Carmona, septiembre de 2024

  • La falsa asamblea de Petro y el "golpe de estado"

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    En la falsa “asamblea del pueblo” el sábado pasado (14 septiembre 2024) en la Universidad Nacional, Gustavo Petro se despojó de su investidura presidencial para vestirse con el ropaje de revolucionario, el que mejor le queda. Petro incitó a esa concentración de activistas e incondicionales seguidores a tomarse los espacios del poder.

    Estamos pues notificados de la decisión de convertir unas acusaciones en su contra en pretexto para imponer su dictadura bajo el pomposo y falso nombre de “poder del pueblo”.

    Sabemos que Petro es hábil y astuto, que está dispuesto a provocar una sangrienta revolución con tal de salvarse de la acción de la justicia, sabemos que no tiene reatos morales que no respeta líneas rojas.

    Estamos los colombianos conscientes del grave desafío que nos plantea este personaje? Dejaremos que el país se ahogue en un mar de sangre con el que pretende ante todo zafarse de su obligación de responder por los delitos que se le imputan?

    Qué están pensando las instituciones centrales de Colombia?: la Corte Constitucional, la Corte Suprema, el Congreso, la Procuraduría, las Fuerzas Armadas? Van a agachar la cabeza, a acatar un llamado a la violencia revolucionaria, a la insurrección? Nos vamos a dejar chantajear por las amenazas de un iluminado?

    Petro, la oligarquía y el golpe

    En su anémica y repetitiva retórica, el presidente Petro echa mano de la palabra Oligarquía para referirse a quienes, según su oráculo: “Se han organizado para dar el golpe de estado..."

    Veamos lo que dice la Real Academia de la Lengua sobre la socorrida oligarquía: "Forma de gobierno en la cual el poder político es ejercido por un grupo minoritario. Grupo reducido de personas que tiene poder e influencia en un determinado sector social, económico y político."

    En concordancia, Petro está en la obligación de explicar quiénes son esas pocas personas que integran ese pequeño grupo que lo quiere derrocar.

    No lo hará porque él usa ese término en sentido  abstracto y con fines desviacionistas, para evitar dar explicaciones que le pueden causar malos momentos, romper con aliados y victimizarse.

    Por ejemplo, tendría que decirles a los colombianos si  Juan Manuel Santos, Ernesto Samper, Juan Fernando Cristo, Álvaro Leyva, varios ministros y exministros de su gabinete, si los expresidentes de Senado, Náme y Cámara, Calle, si los dueños del Clan Torres y otros poderosos empresarios, y hasta mafiosos y jefes paramilitares que hoy están de su lado, hacen parte de esa oligarquía.

    ¿Nos dirá que ellos no son parte de esa odiosa oligarquía? o ¿que ellos son buenos oligarcas? Estoy seguro de que no los reconocerá y que seguirá metiendo miedo para amenazar que en su defensa, el "pueblo", otra noción de la que se ha adueñado como si fuese un objeto, saldrá a evitarlo: "Del pueblo que me eligió dependerá que el designio oligárquico se vuelva realidad o los derrotemos de nuevo. Esta no será una votación parlamentaria de nuestros enemigos para sacarnos. Esto será una lucha popular”

    Petro no deja de ser un desatinado imitador de Jorge Eliécer Gaitán, quien en versión del historiador norteamericano Herbert Braun en su libro Mataron a Gaitán, lo devela como un político actor, que se miraba en el espejo para ensayar y pulir sus actos públicos, que buscaba siempre "mostrarse lo más feo posible" y preparaba de antemano las cadencias de sus discursos y que fue el que usó, de manera impactante, la figura retórica de la oligarquía opresora del "pueblo".  Amenazante, Gaitán llegó a decir algo así como, si me persiguen defendedme, seguidme, si me matan vengadme, y ante pregunta de por qué caminaba tranquilo sin guardaespaldas, circunstancia que podía facilitar que atentaran contra su vida decía no creer que se atrevieran porque de hacerlo no quedaría piedra sobre piedra.

    Pienso que Petro quiere meternos mucho miedo al evocar el trágico ensayo insurreccional del 2021, que en la Colombia actual, el único responsable de su derrocamiento sería él mismo. Pero, él necesita y desea pasar a la historia como víctima de la oligarquía.

    Petro tiene temor de ser enjuiciado por su juez natural y constitucional, el Congreso de la República. Amenaza con rebelarse y convocar a "una lucha popular" que todos sabemos conduce a lo mismo que su camarada Maduro le anunció a los venezolanos, a un baño de sangre. Ambos coinciden en desconocer procedimientos legítimos de la democracia. Esto quiere decir, ni más ni menos, que Petro nos notifica que el delito cometido en su campaña (la violación de topes que tiene por consecuencia su enjuiciamiento por indignidad), está por encima de lo que dispone la Constitución en su artículo 109.

    El bochinche, la asonada, el secuestro de policías y soldados por las "comunidades" para inutilizar la autoridad y la Ley.

    Estamos advertidos, quien amenaza y quiere un golpe de estado insurreccional es Petro, nadie más.

    Darío Acevedo Carmona, 15 de septiembre de 2024

  • ¿Y ahora, qué vamos a hacer?

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    Este si es el atraco del siglo con el que una dictadura corrupta, sanguinaria y liberticida, nos demuestra a quienes defendemos el sistema democrático que somos víctimas de una idea que cree a ciegas que la única salida posible para derrocar a una dictadura de la calaña de Maduro-Cabello-Padrino es a través de elecciones.  Se presupone que la vía electoral, es decir, la democrática, debe ser pacífica.

    Nadie les ha reprochado a nuestros héroes de la independencia haber tenido que apelar a las armas y a la guerra para obtener la independencia y, en la mayoría de los países haber optado por el republicanismo, la democracia y las libertades individuales.

    No quisiera que el recurso a esta experiencia histórica sea interpretado como un axioma o un dogma, como tampoco debemos tomarlo al renunciar por siempre y en toda ocasión al levantamiento armado, a la rebelión contra una tiranía.

    En tal equívoco subyace, en buena medida, la ventaja que los sátrapas, estilo Maduro, Castro u Ortega, les llevan a sus opositores. ¿Qué métodos y con qué espíritu combativo no ha actuado la oposición venezolana contra la opresión? Y a pesar de sus denodados esfuerzos no han podido coronar su lucha.

    En la historia mundial de las últimas décadas hemos presenciado experiencias sorprendentes, casi increíbles, como por ejemplo, el derrumbe de la dictadura soviética en la antigua URSS provocada por su propia inoperancia interna o desgaste institucional, Un poco más de setenta años estuvo vigente sin que el pueblo o las masas u otra entidad llegara a ser artífice del monumental desastre. Casos como la derrota de tiranos como Hitler y Mussolini como resultado de la guerra, o, como el derrumbe del odioso y en apariencia indestructible Muro de Berlín ante una noticia equivocada por un vocero oficial. No debemos omitir mención a la caída del dictador rumano Nicolae Ceasescu depuesto por una manifestación convocada por él mismo que irrumpió en el palacio de gobierno, lo puso preso y luego lo condenó a muerte.

    Es decir, no hay una sola fórmula o vía o método para derrocar a dictadores, y, en tal sentido, podríamos decir que los cubanos, los nicaragüenses y los venezolanos, no han podido encontrar o forjar un camino hacia la libertad, pero, renunciar, per se, al levantamiento armado, es decir a la rebelión y de ser necesario encarar el desafío de una guerra civil, no es aconsejable. Hacerlo es otorgarle al dictador la ventaja de ejercer el terror, la represión y la corrupción. para mantenerse en el poder.

    ¿Qué hacer? se preguntaba Lenin, el líder bolchevique en el debate que las corrientes antizaristas y entre ellas las comunistas, estaban adelantando para derrotar ese régimen e instaurar la democracia liberal. Lenin recomendó a su partido la fórmula de la combinación de todas las formas de lucha: la lucha electoral, las huelgas, las movilizaciones de masas, pero, sin renunciar al uso de las armas. Dicha orientación no significaba la renuncia a la lucha armada y de allí concluyó, en medio de la derrota zarista en la Primera Guerra Mundial la necesidad de convertirla en guerra civil bajo la dirección de los comunistas.

    El comunista italiano Antonio Gramsci por la época de Lenin, lanzó una variante a dicha estrategia que, como podrá constatar cualquier persona medianamente informada de la historia del siglo XX, se entrelazó con la leninista en años recientes, sobre todo después de la caída del comunismo soviético y el fracaso del socialismo en China. Se trata de la Guerra Cultural consistente en penetrar e influir, no obstante su carácter lento, a las instituciones de los regímenes burgueses capitalistas, fuesen democráticos o no. Eso quería indicar que tal infiltración debía realizarse en el aparato educativo para instaurar la verdad revolucionaria cambiando el fundacional y tradicional relato histórico, también a las fuerzas armadas, al aparato judicial, al congreso o aparato legislativo, a los partidos burgueses, al clero, en una labor dispendiosa pero no siempre metódica que debía o podía desembocar en el triunfo de los comunistas, aun cambiándose el nombre y a través de las elecciones de la “odiada democracia burguesa”.

    Todo ello ha sido puesto en acción, en particular y con mayor fuerza, por la estrategia formulada en el Foro de Sao Paulo por los líderes comunistas Fidel Castro y Luis Inacio Lula Da Silva, entre otros, después del desastre comunista de los años noventa del siglo pasado. Entre sus novedades son destacables estas consignas y acciones: unir disímiles tendencias revolucionarias de la izquierda latinoamericana, adueñarse del movimiento de los Derechos Humanos,  deconstrucción del relato histórico, participar en elecciones, defender la democracia, anular la resistencia de los militares por medio de coimas, ascensos y castigos ejemplarizantes, comprometer al alto clero, estimular movimientos que contribuyan a la disolver las "patriarcales costumbres" burguesas como el proyecto Woke, el feminismo, el matrimonio homosexual, la disolución de la familia, establecer derechos incumplibles, apelando a sus estructuras de combate: milicias, primeras líneas, guerrillas, colectivos, abriendo las puertas a la corrupción  y el delito, etc.

    Ellos lo han hecho y han alcanzado éxitos en sus pretensiones de encubrir lo que realmente buscan: acceder al poder, ejercerlo de manera permanente, cambiar la constitución, establecer la gratuidad total, abolir la libertad de prensa, la propiedad privada, etc.

    Es decir, ellos, los Chávez, Lula, Ortega, Correa, Kirchner, López Obrador, los Petro, los Evo y otros más, conquistaron el poder para destruir las instituciones valiéndose de ellas.

    Me pregunto si ¿no ha llegado la hora de hacer lo inverso, algo parecido desde la defensa de la democracia, las libertades, la propiedad privada, el emprendimiento, el capitalismo, la educación, los derechos humanos, el llamado a las Fuerzas Armadas en defensa de la democracia y por su restablecimiento, ir a elecciones, etc., infiltrándolos a ellos, a sus nuevos aparatos y desoxidando el no inmoral recurso a la rebelión y a las armas de ser necesario?

    Darío Acevedo Carmona, 29 de julio de 2024

  • Huele a conspiración en el campo izquierdo

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    Son varias las movidas del presidente Petro y miembros de su camarilla orientadas a dar un golpe de estado. El alegato justificador unido a las amenazas y a las declaraciones ya sin tapujos que hablan de prolongar el mandato presidencial o de imponer la reelección indefinida se expresa sin tapujos y sin ningún rubor.

    El jefe de la conspiración llamó a su partido y a sus aliados en el Pacto Histórico a convocar a las masas, un grupo de ocho (8) partidos gobiernistas hablan de la realización de una asamblea nacional el 18de julio, muy cercana a la apertura de sesiones del Congreso.

    Quieren anular la constitución del 91, ¿por qué, se preguntan algunos? Porque simple y llanamente el proyecto de esta gente no es democrático, es todo lo contrario. Ellos usan la palabra para escudarse y disimular su verdadero propósito de convertir a Colombia en una dictadura con el apoyo de asambleas que, supuestamente, constituyen el pueblo.

    Así, Petro y su camarilla eludirán su obligación de responder ante los gravísimos hechos de corrupción en que están comprometidos todos sus miembros. Actitud que los leninistas del mundo justifican en nombre de su revolución, en cuyo nombre se vale asesinar enemigos, secuestrar, extorsionar, robar dinero del erario, violar los derechos humanos, etc. Y en segundo lugar, dar el paso a una nueva institucionalidad, con el espejo de Cuba, Venezuela, Nicaragua como fuente de iluminación.

     Que no nos quepa la menor duda a los colombianos, pero sobre todo, a quienes aún creen posible llegar a acuerdos con un gobernante que ha roto todos los diques. Petro usa sus destrezas oratorias para azuzar a las comunidades, a “su pueblo”.

    Ha logrado convertirse en el líder supremo de las izquierdas del país y atraer a algunos políticos progre, paniaguados a quienes solo les importa llenar sus bolsillos.

    Petro quiere tapar la podredumbre que emana de la evidente corrupción en que está inmerso por obra y gracia de sus funcionarios y conmilitones.

    Es hábil en la vieja táctica castrista de echarle la culpa de sus delitos y fracasos a sus opositores. Invierte el orden de responsabilidades cuando dice, por ejemplo, que son las EPS y no sus proyectos estatizantes y sus maniobras que las asfixian, las causantes del cierre de ellas.

    Petro se está saliendo con la suya generando un gran caos en todas las esferas públicas acusando a los empresarios, atacando a la oligarquía, persiguiendo al expresidente Uribe, y, llamando e incitando a la masa, a la multitud a un proceso constituyente.

    Utiliza los dineros del erario para financiar su aventura revolucionaria a la vez que adorna e invisibiliza con su ideología igualitarista el robo a ojos vistos que realizan sus más cercanos.

    Petro está azuzando y propiciando, a sabiendas, una guerra civil con sus convocatorias al “poder popular”, lo que nos puede llevar a un baño de sangre nunca visto en nuestras pasadas tragedias.

    Las noticias sobre su putrefacta y desastrosa gestión, sobre e su inminente destitución por indignidad, su escandalosa corrupción, serán opacadas por la movilización de sus huestes, por las deliberaciones de asambleas comunales, por el muy factible cierre del Congreso, por el juicio al expresidente Uribe, por los “avances” en la elaboración de una nueva constitución y sus contenidos y principios socialistas.

    Ya vemos en acción a viejos filibusteros que se quieren renovar subiéndose al tren de la revolución. Y llegan en auxilio del cuestionado mandatario las temibles guerrillas, la primera línea financiada, las recolonizadas guardias indígenas, afro y campesinas.

    Ante un panorama tan horrible, ante la inminencia de esa demolición de nuestra historia de nuestra democracia y de nuestras libertades, será necesario esperar a que nos den más pruebas de sus malignos planes, para reaccionar y, en consecuencia, organizarnos y movilizarnos?

    Más vale, porque nos está llegando la más oscura noche de nuestra historia.

    Darío Acevedo Carmona, 1 de junio de 2024

  • Los Golpes duros de Petro contra la institucionalidad

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    No voy a hacer comentarios sobre todos los hechos arbitrarios y vergonzosos protagonizados por quien se ha comportado como un dictador en desarrollo, su equipo de gobierno y hasta por amigos y seres muy cercanos. Me centraré en los hechos y conductas expresadas en actos e intencionalidades con sus consecuencias destructivas sobre cuestiones tan sensibles como la economía, la constitución, la separación de poderes, la ética, política de paz y de Fuerza Pública, salud, pensiones, lucha contra la corrupción, relaciones diplomáticas, narcotráfico y otros asuntos en los que puede haber evidencia de violación de leyes, de derechos fundamentales, de deberes establecidos en la Función Pública y repercusión en términos de ética.

    Manejo de la economía: el gobierno desde el presidente hasta ministros del área, han impulsado de manera oral y práctica medidas  que afectan el bienestar de la sociedad, las reglas de juego, la producción de bienes y servicios necesarios para la supervivencia, casos y hechos: 1. Suspensión o reducción significativa de la exploración de hidrocarburos, detrimento patrimonial de Ecopetrol. 2. Gasto desenfrenado e inusual de la Caja de gastos del gobierno central, aumento considerable del precio de la gasolina, 3. Propuesta al sistema bancario de transferir capitales de préstamos al gobierno para que sean manejados por el mismo, amenaza o insinuación de expropiación. 4. Propuesta de endeudamiento después de una reforma financiera que se suponía iba a mejorar la economía, con amenaza de emitir billetes sin respaldo si no se le aprueba esa iniciativa. 5. Consecuencia desastrosa de la intervención del gobierno en su política de estatizar los servicios de salud interviniendo las EPS vía asfixia en los aportes que  obligan al estado. La casi totalidad de indicadores económicas muestra un saldo en rojo. Se ha causado pánico financiero, reducción de la inversión interna y externa, pérdida de confianza, más desempleo, carestía, informalidad.

    La Constitución: se ha visto afectada por anuncios temerarios que demuestran intencionalidad y algunos hechos: 1. Ataques a la separación de poderes, menosprecio al Congreso de la República, amenazas y presiones con mítines en contra de las Cortes, manipulación al intervenir y presionar el nombramiento de Fiscal. 2. Anuncio de convocar a una asamblea constituyente para redactar una nueva carta violando los procedimientos claramente definidos en la Constitución, hablar de proceso constituyente o en marcha, llamar el “pueblo” a que se manifieste en las calles, clara intervención en política al hablar de posible alargue del mandato presidencial o de revivir la reelección.

    Política de paz y de Fuerza Pública: desde el inicio de su mandato, Petro ha tomado medidas que aunque puedan estar revestidas de legalidad han puesto en peligro la seguridad nacional, incrementado la delincuencia común, fortalecido las guerrillas y los GAO. 1. Llamando a calificar servicios a cerca de 80 generales y altos mandos de las Fuerzas Militares y de Policía, 2.  Desautorizando la renovación de la Fuerza Aérea de combate, impidiendo los bombardeos a las bases de los gaos y guerrillas, haciendo concesiones de control de territorio a esas estructuras sin nada a cambio, entablando negociaciones con el grupo reincidente comandado por jefes de las Farc que negociaron el Acuerdo de La Habana, solicitar que la guerrilla del Eln, sin haber suspendido sus operaciones terroristas sea excluido de la lista de grupos terroristas de la Unión Europea. 4. Romper relaciones diplomáticas con Israel principal asistente en materia de armas, equipos y municiones de las Fuerzas Armadas y de Policía. 5. Otorgar subsidios de a millón de pesos a miles de jóvenes para que no asesinen, reivindicar a los integrantes de la 1ª Línea que han sido judicializados y presionar a la Justicia, movilizar escuadrones de indígenas y personas afrodescendientes y campesinas en forma guardias en formación miliciana aunque sin armas y transportarla por fuera de sus lugares naturales para utilizarlos en la movilización política de apoyo al gobierno. 6. Negarse a fumigar los cultivos ilícitos con la secuela de auge no visto del narcotráfico.

    Darío Acevedo Carmona, escrito en junio 2024