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OPINION

  • El Palacio de Justicia y la falsa igualdad de responsabilidades

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    Estábamos acostumbrados a hablar de la toma y la retoma para referirnos a lo sucedido en el Palacio de Justicia hace ya 40 años.

    La tragedia iniciada por un comando terrorista del M-19 ocupará un lugar siempre destacado en los anales de la historia colombiana, tal como nos sucede por ejemplo con el asesinato de los caudillos liberales Jorge Eliécer Gaitán (1948) y Rafael Uribe Uribe (1914) y el del líder conservador Álvaro Gómez Hurtado (1995), entre muchos otros sucesos de tiempos remotos, en el sentido de que difícilmente nos pondremos de acuerdo acerca de la valoración sobre este acontecimiento.

    No me sorprende, por ejemplo, que analistas como Rodrigo Uprimny insistan en igualar en materia de culpa y responsabilidad la acción del M-19 con la del Ejército colombiano, sino que me confirma la existencia de una muy fuerte corriente de opinión que insiste en plantear, no la hipótesis sino la tesis de que en la tragedia de Palacio concurren y comparten la responsabilidad el grupo guerrillero y el estado colombiano.

    Esa tesis ha sido refrendada por algunos tribunales internacionales, por reconocidas ONG de derechos humanos y sectores de izquierda y comentaristas en medios nacionales e internacionales. Uprimny, fundador e investigador de la ONG De Justicia habla de ese "acto atroz de la toma por el M-19 e igualmente acto atroz del estado colombiano en la retoma" en entrevista con El Espectador vía Youtube.

    Es, en mi parecer, una manera de soslayar el objetivo central del M-19 y reducir el asunto a una batalla por el edificio.  Suena como una simple operación aritmética mitad para cada una, miti y miti y listo el paradigma. Aunque no faltan los que tercian aplicando la mayor responsabilidad al estado, e incluso, los que bendicen la atrocidad del M-19, como el presidente Petro que la calificó de "una genialidad".

     Quienes hablan de la toma y la retoma como si se tratara de “un toma y dame” de boxeo desconocen 1. la magnitud descomunal de los objetivos que tenía en mente el grupo subversivo, 2. la impreparación o impericia de las fuerzas del orden para enfrentar un ataque de ese calibre, 3. El caos y la confusión que se desató en un inédito combate a puertas cerradas, donde el cruce de disparos pudo causar víctimas  sin que sea posible establecer con precisión quien dispara y quien es herido o muerto o si se tiene o no conocimiento de quien es el victimario y quien la víctima.

    Hablar de toma y retoma significa igualar el grupo guerrillero que planeó, financió, analizó, dotó de armas, seleccionó a los atacantes, designó a los comandantes y definió los objetivos y que iban a triunfar o a morir a cualquier precio,  con el estado y sus fuerzas del orden que fueron tomadas por sorpresa y respondieron con lealtad en la defensa del estado atacado y en acatamiento a la Constitución política.

    Atacar a la Corte Suprema de Justicia pilar de uno de los tres poderes del estado, hacerle un juicio al presidente de la República elegido en democracia que había convertido en su principal emblema obtener la paz negociada y que había ofrecido ventajas como nunca a los grupos insurgentes, incendiar los archivos y expedientes sobre la extradición de nacionales a Estados Unidos, eran objetivos que, de lograrse, implicaban la destrucción del estado de derecho, su capitulación.

    De modo que la "retoma" consistía, precisamente, y es lo que demeritan u omiten los igualitaristas, en la defensa del estado de derecho, del presidente y de la Corte Suprema de Justicia. No se trataba a secas de rescatar un edificio sino que las fuerzas del orden buscaron impedir que el M-19 cumpliera sus objetivos.

    Suena simple, pero fue así: el M-19  asaltó el Palacio de Justicia a través de una acción terrorista para dar un golpe de estado y creía que el "pueblo", esa figura retórica que sirve para tantas cosas, saldría a las calles a respaldar su añorada revolución. A su vez, las tropas oficiales ingresaron al Palacio, ya escenario de incendios, asesinatos y balaceras, a “Defender la democracia”, frase con la que el Coronel Plazas Vega, comandante del operativo, resumió la orden recibida. El Ejército no estuvo retado a la recuperación de un CAI, no acudió a un enfrentamiento en campo abierto o a sofocar un mitin.

    El activismo adelantado por ONG, grupos de izquierda y activistas de derechos humanos a través de una sistemática y ruidosa campaña responsabilizando a la Fuerza Pública de los más graves hechos ocurridos, ha logrado que el estado colombiano indemnice a las víctimas y, al cabo de unos años, amnistíe, indulte o cese toda acción penal contra los miembros del M-19. Se alude en algunos fallos al “uso excesivo de la fuerza” como si las fuerzas del estado no hubieran enfrentado a un comando dispuesto a eliminarlos  o como si hubiera sido posible distinguir el sitio donde se ubicaban los francotiradores del M-19.

    No obstante, algunos apartes del informe de la Comisión de la Verdad creada para investigar la tragedia así como avances de Medicina Legal y otros organismos han permitido aclarar aspectos de suma importancia:

    “De los 94 muertos, sólo 68 cadáveres fueron identificados… De los 68 identificados, 33 no presentaban quemaduras, y de éstos, 10 correspondían a personas que laboraban en el Palacio, 6 a integrantes de las fuerzas del orden, 1 a un visitante, 1 a un transeúnte y 15 a guerrilleros.”

    También se estableció la autoría del asesinato a sangre fría de varios magistrados entre ellos el del doctor Manuel Gaona Cruz a manos del jefe guerrillero Andrés Almarales. También se encontró exceso en uso de la fuerza por parte de algunos miembros del Ejército. Varios de los cuerpos con balas no fue posible establecer la causa definitiva de su muerte. Sería injusto  condenar todo el accionar de las fuerzas del orden, porque  ellas además de cumplir con su deber de evitar la derrota del estado, salvaron más de cien vidas.

    Coda: El general Jesús Armando Arias Cabrales oficial director del operativo de defensa del estado purga una pena de 35 años de cárcel a sus 90 años y, además,  fue privado de todos los honores y distinciones obtenidos a lo largo de su trayectoria militar por el presidente Petro, miembro del M-19 y ensalzador del grupo. El coronel Alfonso Plazas Vega sufrió intensa persecución por parte del Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo, estuvo preso ocho años y luego fue absuelto de toda culpa por la Corte Suprema de Justicia.

    Darío Acevedo Carmona, 9 de septiembre de 2025

  • Sucedió hace 40 años y parece que fue ayer

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    Creo que los colombianos no dejaremos de tener miradas encontradas sobre muchos sucesos del presente y del pasado. En particular, cobra fuerza, a raíz de los 40 años que cumplen los trágicos hechos por la toma criminal del Palacio de Justicia por parte del M-19 y su desenlace doloroso.

    Al respecto escuché en días pasado un encontrón entre varios de los panelistas de Blu Radio acerca del asesinato del magistrado Manuel Gaona Cruz en esos sucesos.

    Me impactó la afirmación vehemente y tajante del abogado constitucionalista, Héctor Riveros, en el sentido de que al Dr Gaona lo asesinó el Ejército durante las acciones de retoma del edificio y de recuperación de las víctimas, en especial de los honorables miembros de la Corte Suprema de Justicia de la que hacían parte varios muy destacados y brillantes constitucionalistas.

    El Doctor Gaona junto con otros magistrados y funcionarios de la Corte se encontraban en uno de los baños usados como escudos por miembros de la columna del M-19, mientras las fuerzas del orden combatían intensamente con los guerrilleros en la disputa por el control de cada metro.

    El Dr Riveros basa su afirmación en el hecho de que la bala hallada en el cuerpo del Dr Gaona era una bala oficial y que así fue comprobado en la investigación forense.

    Por estos días hemos escuchado la voz del hijo y la hija del Dr Gaona, ambos, al igual que su padre, constitucionalistas, quienes sostienen que su padre fue asesinado por el M-19.

    Solo en mi condición de ciudadano y aún en uso de razón, me parece que el Dr Riveros extrae forzadamente su conclusión omitiendo varios factores a saber: El profuso y confuso curso del enfrentamiento  bélico en el que una bala impactaba a una persona sin que el emisor le estuviera apuntando.

    Otra situación que se podría tener en cuenta, al menos para dejar espacio a la duda, es que el M-19 podría disponer de armas y municiones oficiales robadas en sus incursiones y ataques a la Fuerza Pública.

    Y una más, es que los miembros del comando terrorista no contaban con una respuesta oficial de resistencia y vocación de combate tan fogosa y decidida por parte de soldados y policías y eso los llevó a tomar decisiones confusas, apresuradas e imprevistas en su libreto o plan.

    El M-19 irrumpió no por un objetivo cualquiera o de menor monta, el propósito  era tomar a la Corte Suprema como rehén, exigir la renuncia del presidente Belisario Betancur y desatar una insurrección popular. No es lógico desechar que los altos oficiales encargados de la retoma no tuvieran en cuenta el calibre de tal operativo terrorífico y que por ello su obligación era salvar el estado y las instituciones o que estas fueran abatidas.

    Duele que haya personas que sigan pensando que fue el Ejército el responsable de todos los muertos y heridos y que la cúpula del grupo insurgente son héroes como lo ha insinuado el señor Petro quien ha exhibido la bandera de ese movimiento y ensalzado a algunos de sus dirigentes en ofensa grave a las víctimas.

    O que piensen que puede hablarse de una responsabilidad compartida, cuando la Fuerza Pública pudo salvar más de cien vidas, mientras los guerrilleros irrumpieron en el Palacio disparando a unos humildes vigilantes y luego procedieron a incendiar archivos y a convertir a los magistrados y demás funcionarios y visitantes en escudos.

    Fue una batalla dura en la se jugaba la suerte del país. No tienen razón quienes hablan de desaparecidos por el Ejército, quienes quieren igualar terroristas con soldados y policías, mientras omiten que el grupo guerrillero tenía colaboradores y que uno de los principales activistas que hizo propaganda sobre la desaparición de 11 personas cuando al final se supo que fue una sola, era militante de esa guerrilla capturado tiempo atrás en un operativo oficial.

    La lucha por la verdad histórica y por la verdad jurídica sigue su curso y no se puede tranzar con aquellos que quieren edulcorar la responsabilidad máxima del M-19 que fue el que fraguó el plan para tomarse el poder a través un cruel acto terrorista.

    Darío Acevedo Carmona, 3 de noviembre de 2025

  • Uribe absuelto y Cepeda a la recarga

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    Las siguientes apreciaciones están motivadas en una declaración vía teleconferencia  realizada por el senador Iván Cepeda (14/10/2025) en la que se observa en una biblioteca el número 6402 que, como es de dominio público, es la cantidad de víctimas de falsos positivos que la extrema izquierda atribuye al gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez.

    El senador concedía sus opiniones sobre el fallo absolutorio en el que la sala penal del Tribunal Superior de Bogotá absolvió al expresidente. No creo que sea una coincidencia. Él debía saber que al estar al aire, esa reconocida cifra enviaría un mensaje subliminal y reforzaría su malestar con la decisión favorable a Uribe. No es motivo de esta nota discutir sobre la consistencia de la cifra convertida en bandera y en dogma de esa sistemática y permanente campaña.

    Quiero resaltar la importancia que tiene para las tendencias totalitarias la propaganda como arma muy eficaz para afectar la moral del enemigo y alabar la propia.

    Para los nazis, fascistas y comunistas, tendencias totalitarias, la propaganda sirve para reemplazar la evidencia por el rumor, la verdad por la falsedad, el argumento por el sentimiento, la razón por la suposición con el uso masivo de consignas impactantes y sonoras, con cánticos, banderas, pancartas y volantes que convierten a las personas en parte de la masa anulando la individualidad. Sobre este punto entre muchos otros autores destaco la obra de Elías Canetti, Sergio Daniel Labourdette y obvio, la de George Orwell .

    Retomemos la cifra 6402 convertida en certeza incuestionable. La JEP en voz de su presidente Alejandro Ramelli, respondió en acto público a la pregunta por cuántos nombres han sido comprobados como víctimas, según noticia de la Agencia EFE, que  “La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) divulgó este jueves por primera vez los nombres de 1.934 víctimas de ejecuciones”. Un poco menos es la ofrecida por el Observatorio de la Memoria y el Conflicto del Centro Nacional de Memoria, como también la de la Fiscalía.

    Por otra parte, En el marco de una audiencia en febrero de 2025, la magistrada de la JEP, Catalina Díaz Gómez,  al referirse al problema del origen y responsabilidades en casos ocurridos en Antioquia expresó: ”… las ejecuciones extrajudiciales no aparecen como una orden impartida desde la Presidencia de la República, encabezada entonces por el exmandatario Álvaro Uribe, ni en documentos oficiales del Ejército Nacional… la instrucción de presentar falsas bajas en combate no está consignada en la Política de Seguridad y Defensa Democrática implementada por Uribe, ni en el Plan Patriota, ni del Manual de Estado Mayor 3-50.”

    Véase: https://www.infobae.com/colombia/2025/02/20/jep-aseguro-que-los-falsos-positivos-no-fueron-una-politica-de-estado-ligada-a-la-seguridad-democratica-de-alvaro-uribe/

    Agregó que “La política de Seguridad Democrática hablaba de la vigencia del Estado de derecho en todo el territorio nacional y no decía que el éxito se medía en bajas”.

    Esas afirmaciones de la Magistrada causaron grave alarma en ONGs de juristas de orientación izquierdista como DeJusticia y la Comisión Colombiana de Juristas. Esta última se quejó en estos términos: “El pasado miércoles 19 de febrero de 2025, la Sala de Reconocimiento de Verdad, Responsabilidad y Determinación de los Hechos y Conductas de la Jurisdicción Especial para la Paz desarrolló una rueda de prensa donde dio a conocer el Auto mediante el cual se determinan los hechos y las conductas de asesinato y desaparición forzada en el departamento de Antioquia durante los años 2004, 2005, 2006 y 2007 atribuibles a los miembros de la Brigada IV, adscrita a la I y a la VII División del Ejército Nacional. En ese contexto, nos genera preocupación lo afirmado por la Magistrada Díaz durante la rueda de prensa” Véase: https://www.coljuristas.org/nuestro_quehacer/la-jep-se-contradice-al-sealar-que-los-falsos-positivos-no-tienen-relación-con-la-poltica-de-seguridad-democrtica

    A lo mejor, los rígidos y axiomáticos críticos de Uribe y de la Seguridad Democrática, temían que de esa forma se podría derrumbar la cifra mágica con la que hoy en día siguen movilizando masas y enredando a militares y políticos.

    Pero, lo que importa para los magos de la manipulación es fijar esa cifra, ya cabalística, como un INRI para el estado colombiano y el expresidente Uribe, un relato alterno opuesto a la verdad, que es lo mismo que quieren hacer con muchos de los más graves crímenes ocurridos en el marco del conflicto armado.

    El senador Cepeda anunció que continuará su cacería no solo acudiendo a la casación ante la Corte Suprema de Justicia, sino reuniendo "pruebas" de haber ordenado varias de las masacres más dolorosas en la historia del conflicto armado.

    Necesitan mantener vigente esas banderas para influir en las mentes de jóvenes de varias generaciones. Esa guerra por la verdad, por su control, no ha expirado y en esa confrontación la persecución contra el gran colombiano, el líder innegable de los demócratas y libertarios colombianos, ocupa lugar central. Un duelo en profundidad en el que está en juego la mirada sobre el pasado lejano, reciente y el momento actual de Colombia

    Darío Acevedo Carmona, 26 de 0ctubre de 2025

  • El profeta galáctico y la guerra de Israel y tres minicolumnas más

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    1. El profeta galáctico y la guerra de Israel contra el terrorismo de Hamas

    El profeta galáctico, el gran malabarista de la semántica, el burlador de la razón y la lógica, el que no se ha podido posesionar en el cargo, el oficial de Bolívar, el que dice ser defensor de los derechos humanos pero apoya al terrorista Hamas, el que dice condenar el genocidio del pueblo palestino por Israel, no dijo una sola palabra sobre el segundo aniversario de la matanza con sevicia cometida por los terroristas de Hamas que causó más de 1200 muertos judíos, niños, bebés, hombres, mujeres embarazadas, desarmados y más de 240 secuestrados que disfrutaban un concierto.

    Doble moral que deshonra a Colombia, mientras usted se dedica a agitar la solidaridad con grupos terroristas y nacionalistas y a promover el caos internacional.

    Grave irrespeto a un pueblo que ha sufrido como ningún otro el odio racista que usted supuestamente condena. Así nos deja ver su demagogo manejo arbitrario del lenguaje, su engañosa defensa de la humanidad donde solo caben sus camaradas y pueblos subyugados por tiranías, su incoherencia sin límites.

    8 de oct/2025

     

    1. Relaciones históricas y estratégicas con Israel y Estados Unidos en serio peligro

    Mientras es incapaz de gobernar el país y dirigir a sus ministros, mientras profundiza sus ataques al Congreso y a las Cortes y azuza el odio a los ricos, blancos y la Oposición, Petro mete sus narices en temas internacionales poniendo en peligro relaciones históricas y estratégicas con Israel y Estados Unidos Unidos.

    Cabe preguntarle, si de lo que se trata es de protestar contra el genocidio y la violación de los Derechos Humanos en Gaza, por qué no hacen lo mismo contra la tiranía de Maduro la de Cuba y Nicaragua? O, la agresión de Rusia contra Ucrania?

    O será que Petro pretende forzar un código binario como el de la lucha de clases en el campo de los derechos humanos atribuyendo la responsabilidad de su violación solo a los gobiernos occidentales?

    2 de oct/2025

     

    1. Un presidente tóxico

    Es un error subestimar el peligro que para la democracia y la libertad representa un líder negativo, tóxico y díscolo como Gustavo Petro. Son inevitables los memes, las caricaturas y los montajes que lo dejan en ridículo, es parte  de la libertad de expresión. Pero, no es suficiente para evitar que se perpetúe en el poder.

     La historia internacional abunda en casos de gobernantes mediocres, de baja formación y acomplejados que alcanzaron "grandeza" convirtiéndose en ogros al asumir como gobernantes.

    En el siglo XX, Stalin y Hitler, subestimados y minimizados por la población y hasta por sus más cercanos, se convirtieron en líderes autoritarios y totalitarios amparados en discursos supremacistas, el de la clase obrera vanguardia de la revolución comunista, y, el de la raza aria y la eliminación de los judíos, considerados raza inferior.

    Ambos causaron millones de muertos. Sus historias deben ser conocidas por las juventudes actuales.

    29 de sept/2025

     

    1. Petro en la ONU

    https://lalinternaazul2.wordpress.com/2025/09/24/petro-se-radicalizo-en-su-ultimo-discurso-ante-la-onu-acuso-a-trump-de-asesino-repitio-libertad-o-muerte-y-pidio-a-ejercitos-alzarse-contra-israel/

    Desesperado por mantenerse al tope de los titulares, Petro escala su verborrea escandalosa, irritante e insultante. Mejor escenario que la Asamblea anual de la ONU no podía tener a su disposición. Delirante, tildó de genocida al gobierno de Israel, llamó a denunciar penalmente al presidente Trump y esgrimió la bandera de la muerte.

    Teatral exhibición que esconde su deseo de ser víctima del "imperialismo" y el "sionismo". Su búsqueda de protagonismo es incesante, no quiere quedarse atrás de su amigo y compinche Maduro. Como si sus ansias desaforadas de ser reconocido y nombrado lo llevara a la autoflagelación y a gritar "¿cómo así que no me van a atacar ¡ah!, los reto, ¡más claro, los necesito, hiéranme, golpéenme!".

    24 de sept/2025

  • La Universidad Nacional ¿campus de batalla?

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    Un tal y desconocido “Congreso de los Pueblos” está reunido esta semana en Bogotá. Los “delegados” se han tomado instalaciones de entidades oficiales, entre ellas la Universidad Nacional de Colombia, UN, a la que han dado en llamar la “casa de los pueblos”, sugiriendo de esa manera que ellos son el “pueblo”.

    Y como son “el pueblo” no necesitaban autorización de nadie para tomarse la UN y unos desconocidos dicen sin titubeos:  “No pedimos permiso porque esta es la casa de los pueblos. Para entrar a tu casa no se necesita autorización”.

    Según esos “voceros del “pueblo”, su presencia “busca visibilizar las difíciles condiciones que viven comunidades indígenas, campesinas y afrodescendientes en distintas regiones del país”, pero, claro que no demuestran en que parte de los estatutos que la rigen se consagra esa función.

    Entonces, para enterrar esa pregunta, declaran con absoluta seriedad, que también se tomaron la UN para “defender el papel histórico de la Universidad Nacional como una expresión viva del movimiento popular.” Y según la crónica de la Doble W Radio de la que extraigo los entrecomillados, esos “representantes de los pueblos consideran que ”el carácter público de la universidad no es un regalo institucional, sino el resultado de luchas sociales y estudiantiles. “Que hoy la Nacional sea una de las mejores universidades del país se debe al esfuerzo del movimiento social y no a quienes quieren convertirla en una empresa”, señalaron, sin especificar quiénes son esos “quienes”.”

    Ante esta situación forzada solo se ha escuchado la tímida declaración del rector Leopoldo Múnera, instalado en el cargo gracias a maniobras del presidente Petro y de  su ministro de Educación, en el sentido de que dicho ingreso se hizo sin su autorización. En igual sentido habló la vicerrectora de la Sede Bogotá, llamando a los intrusos a no alterar el curso de las actividades académicas. Y listo, creen haber salvado la faena.

    Se entiende que no es fácil lidiar con una multitud si se tiene en cuenta que la fuerza pública no puede ingresar a los predios para desalojarla en virtud de un veto histórico. Además, porque esa multitud de desconocidos que no solo es reconocida por sus integrantes, que no ha sido elegida por ningún pueblo en concreto, a través de actos comprobables, cuyos estatutos se desconocen, así como sus fueros, sus deberes, su financiación, etc. Solo sabemos de ellos por la bulla que hacen, por sus trilladas consignas, por sus arbitrarias acciones, por sus discursos reciclados de los altos funcionarios del gobierno y del presidente para los cuales la noción de “pueblo” se ha convertido en comodín que mágicamente explica automáticamente y por sí misma lo inexplicable, que valida lo ilegal, que autoriza la violación de la norma.

    Y causa alarma que la academia, la que se supone tiene por misión sagrada la creación y divulgación de saberes y conocimientos, así como la formación de profesionales y de esa forma, contribuir a la cultura y a la construcción de nación, y todo lo demás que le está asignado en textos, normas y leyes, fruto de la experiencia y de discusiones amplias y profundas de sus estamentos y de entidades oficiales, se trastoquen en burdas y demagógicas frases de cajón, se cambien por narrativas usurpadoras que se imponen a la fuerza.

    Y más alarmante es el silencio que a este respecto y sobre asuntos de tanto valor y estima, guardan las directivas actuales y la intelectualidad marxista y de la izquierda decente. No sabemos si esa “cordura” frente a tamaña agresión desde la que se intenta deformar la misión de la Universidad, tenga alguna relación con el intento, también silenciado por aquellos, de realizar una “Constituyente Universitaria” para entrar en el modo de asamblea popular constituyente

    Mientras tanto, los integrantes del Congreso de los Pueblos insisten en que su permanencia en el campus no busca generar conflictos, sino servir como un espacio de encuentro, denuncia y reflexión sobre los problemas sociales que enfrentan los territorios. Muy loables y considerados con sus capaces que se alojan en hoteles de buena cama mientras relegan a su “pueblo” a las friolentas instalaciones de la UN.

    Darío Acevedo Carmona 19 de octubre de 2025

  • El sentido de la incendiaria provocación de Petro contra EE. UU.

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    Para entender hacia dónde camina el presidente Gustavo Petro es recomendable tener en cuenta algunos factores que aunque elementales y, en general descartados por el grueso público, dan luces acerca de lo que se propone el presidente, veamos:

    Lo primero es reiterar el muy consensuado diagnóstico sobre el tipo de persona que gobierna (desgobierna o destruye) a Colombia. Él es un revolucionario y un guerrillero sin fúsil y que tiene la lengua por tal. Ahí reside su talante destructivo de todo aquello que encontró, que es todo. Luego está el tema de su personalidad: un líder que usa la silla presidencial, trono piensa él, para pelear y dividir a los colombianos a todo momento, día y noche, sin desmayo.

    De ahí pasamos a su táctica en la que es todo un maestro, tapar los escándalos que por corrupción, desgobierno, vicios, ausencias y andanzas que justifica con salidas retóricas insulsas, fantasiosas, viajes galácticos, causas planetarias, la vida, salvación del planeta y demás ocurrencias con las que trata de posicionarse como un profeta mundial.

    Visto en su conjunto, hay que reconocer su astucia para sobreponerse a sus desaciertos, mentiras e ineptitud para gobernar, para evadir la ley, la Constitución y reírse de la ciudadanía cazando peleas quijotescas con las Cortes, el Congreso, los medios, los empresarios, la Oposición y hasta con sus aliados. Así, en ese vaivén del que ha salido maltrecho pero victorioso según su autocultivada imagen, lo sufrimos en estos días en que, a tientas, encontró el elixir que le hacía falta.

    Encontrar al fin, la ocasión de aplicar la lección de Fidel, el enemigo y la causa apropiada para recuperar terreno y avanzar en su proyecto totalitario de mantenerse en el poder arrasando con todo tipo de obstáculos que interponen con exceso de confianza sus opositores.

    No es un invento ni menos una ocurrencia. Figuraba en sus planes, el desafío a los poderes establecidos tanto en lo interno como en lo internacional. Acá, contra la oligarquía, la esclavitud impuesta por los empresarios, los ricos y blancos, porque además de la lucha de clases ve lucha de razas, el presente, él, contra el pasado, los que no han hecho nada.

    Y en lo internacional, su salsa, maduró la infaltable pelea con el “imperialismo yanki”, claro, de a pocos, mientras afilaba sus uñas, omisión deliberada sobre la agresión rusa contra Ucrania, acercamientos con la China comunista-capitalista, buscando mercados y un paraguas. Visitas al viejo amiguis Maduro que feliz lo recibía con flores y regurgitadas afrentas a los enemigos comunes, cero reclamos por el apoyo a las guerrillas violadoras de derechos humanos y del DIH.

    De paso y como caído del cielo le cayó en su, no digamos escritorio porque tiene es un atril las 24 horas del día, sino en su cabeza, la guerra de Israel contra el grupo terrorista Hamás que luego se extendió a Hezbolá, a Irán, a los Hutíes de Yémen, a Irán gran alimentador de ellos, y a grupúsculos, todos empeñados en borrar del mapa a Israel. Pero sus ojos programados no podían sino mirar al pueblo semita como el culpable, y por eso, sumarse a la causa palestina que no figuraba ni en los planes de Israel ni en la agenda internacional.

    Ahí vino el primer palazo a nuestras relaciones internacionales, romper relaciones con un socio estratégico en muchos campos y salir en defensa de grupos terroristas en nombre de la causa palestina que los progres del mundo levantaron con bulla y gran alboroto, aunque no era ese el motivo de la guerra de Israel contra Hamás.

    Y, como decía algún comentarista refiriéndose al ministro de la Policía del emperador Napoleón, Joseph Fouché, que era muy bueno para hacer bien lo malo, y muy malo para hacer el bien, que a Petro le cae como anillo al dedo.

    Planeaba una jugada maestra que nadie se la esperaba: pronunciar una arenga en las calles de New York llamando a los soldados norteamericanos a desobedecer la orden de un “asesino” como se refirió al presidente Donald Trump. Un desafío a ojos vistas, una ofensa al país que ha facilitado y financiado a la ONU, hacer algo peor a lo que hizo Fidel en los años primaverales de su revolución comunista que solo caminó por las calles de la capital del mundo y conversó con algunos paisanos.

    Petro tenía que saber que la consecuencia inmediata de su atrevimiento era la eliminación de su visa, ni tontos que fueran los dignatarios estadounidenses. Eso fue para él, la cereza del pastel, para los colombianos una puñalada trapera contra el socio histórico de Colombia, y así, iniciar un lance que no ha parado ni va a detenerse, hacia la ruptura total de relaciones, a imagen y semejanza de lo hecho por la dictadura Chávez-Maduro.

    Es parte de su libreto, se trató de una maniobra pensada y preparada hasta en sus más mínimos detalles. Lo que se nos viene, y ya no digan que es especulación o alarmismo, es una avalancha que anegará en el pantano del malévolo proceder de Petro, a toda la nación, a su economía, a su democracia, a las libertades que se pueden perder, mientras él dictador volará por Caracas, Managua, Moscú, Ramala, Teherán, Pyongyang, Beijing, Puerto Príncipe, La Habana, Oslo y una que otra capital diseminada en “el polvo de las estrellas”.

    Darío Acevedo Carmona, 5 de octubre de 2025

  • 1. Las condiciones de la naturaleza y un ministro para Petro 2. Magnus Petrum

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    1. Las condiciones de la naturaleza y un ministro para Petro  

    Es la naturaleza, mucho antes que los humanos, la que establece como parte de su proceso evolutivo la existencia de dos sexos como condición  sine que non de la reproducción de las especies vivas, y es a través de normas que los humanos, dan nombre de hombre y mujer a esa realidad para vivir organizadamente en sociedad.

    No existe un tercer o cuarto o ene sexos ni algo que se llame “sexo fluido” o que haga parte de un abecedario, cómo quieren imponer a través de propaganda y otros medios, grupos que viven la sexualidad de manera diferente a la de quiénes son heterosexuales.

    La ley, por lo menos en la cultura Occidental, no se ocupa de las tendencias o prácticas sexuales de los individuos, excepto si estas se realizan violando normas de comportamiento civil.

    Las diferentes tendencias sexuales de las personas son asunto de cada individuo en su ámbito privado. De modo que no tienen por qué ser objeto de ostentación o exigencia de leyes, pues en ese caso habría que convertir en fuerza de ley el libro Kamasutra.

    El oso reciente de Petro al nombrar un ministro que rechaza ser reconocido como masculino o femenino y que hace ostentación pública de su tendencia, es una clara muestra de la estupidez que nos quieren imponer estos profetas del caos, que pretenden romper la diferencia entre lo público y lo privado y suprimir lo que cabe en la idea del “libre desarrollo de la personalidad”.

    18 sept. de 2025

     

    2. Magnus Petrum

    Petro se refiere los alcaldes de Medellín y Cali utilizando un lenguaje lunfardo y vulgar, como un agitador, no un presidente de una República (que no es "re" por ser dos veces pública, como trató de explicar cuando convencido de su sapiencia,  afirmó que "re" es un sufijo).

    Ese lenguaje vulgar y tropelero esconde una profunda ignorancia de los temas  y problemas sobre los que interviene tratando de impresionar a la galería, o hacerse el irreverente y hasta el desprejuiciado al opinar como todo un charlatán en asuntos delicados.

    Es lo que acabamos de escuchar en una de sus innumerables peroratas refiriéndose a una cuestión íntima de las mujeres, "las mujeres sabrán qué hacer con su clítoris", dando muestras de una conducta irrespetuosa que solo se explica porque cree tener poderes y funciones ilimitadas hasta para entrometerse donde nadie lo está invitando.

    Las feministas deberían estar convocando una marcha hacia la Plaza de Bolívar por la dignidad de todas las mujeres y contra del bárbaro que osó invadir sus predios.

    Petro es tan irresponsable que afirmó sin ton ni son que el problema del narcotráfico es de EEUU y no de Colombia, como si los policías los soldados los campesinos los líderes sociales los indígenas y hasta los que consumen “cafecito cargado por la mañana” no sufrieran muerte, vejámenes, retaliaciones, extorsiones, y como si el consumo interno no afectara a jóvenes y adultos en el país. ¡Qué mal nos hace ver ante el mundo este personaje!

    De manera que si hacemos caso de su ostentosa y vacía sabiduría, deberíamos desentendernos del drama que sufren distintas comunidades, pobladores, campesinos, indígenas, afroamericanos, líderes sociales, políticos, empresarios etc, en razón del auge de economías subterráneas que afectan no solo la economía legal sino la cultura, las relaciones familiares y de vecindad, la vida en centros educativos, etc., afectadas por el efecto nocivo y violento de actividades de narcotráfico.

    Romper relaciones con los Estados Unidos parece una consigna escrita en su frente. Nada más atractivo para borrar de un plumazo todos los escándalos de corrupción, de inmoralidad y de incompetencia. Esa bandera le daría, cree el, una aureola inmaculada de víctima del imperialismo yanqui, pues su ego es mucho más grande que Colombia.

    17 de septiembre de 2025

  • Peligro: Colombia alto voltaje

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    Por cuenta de la descertificación de Colombia por los Estados Unidos en razón de sus bajos resultados en la lucha contra el narcotráfico, el país entra en una situación de mayor tensión que la que venía enfrentando por la perturbadora y destructiva gestión interna del gobierno petrista y la cercanía de procesos electorales claves para su futuro.

    Sobre el tema del narcotráfico se debe tener en cuenta que es un asunto internacional que involucra a varios países del mundo desarrollado y de países en desarrollo que sirven, los primeros como mercados demandantes y los segundos como productores, puentes de tránsito y hasta consumidores en menor escala.

    Simplificar el problema a una relación tipo imperialismo-colonialismo como oportunistamente hacen mandatarios de la izquierda radical del Foro de Sao Paulo, Evo Morales, Correa, Chávez, López Obrador, y ahora Gustavo Petro, no solo deforma la naturaleza y complejidad del fenómeno sino que lo convierte en insumo de su trillado antiimperialismo para posar como víctimas del consumismo de las naciones capitalistas.

    De esa forma, Petro aprovecha la descertificación para posar de víctima y de paso azuzar su visión clasista, pobres productores contra ricos consumidores. Que significa un paso atrás respecto de una política internacional que diversos gobiernos afectados y organismos internacionales han acordado denominarlo como delito internacional que permea negativamente la economía mundo, las culturas, la política, la justicia y genera violencias por doquier.

    Es decir, un rango mucho mayor de daño que el insinuado por personajes como Evo Morales y hoy Gustavo Petro, pues en efecto y de modo constatado, las mafias que se configuran alrededor del fenómeno ejercen un papel disolvente de la economía, las costumbres, las normas, las reglas del juego y hasta las relaciones familiares.

    Esas mafias tejen redes corrompiendo sistemas policiales y gobiernos como se ha podido observar en las últimas décadas en las américas y su infiltración está soportada en sofisticadas y a la vez brutales mecanismos de presión y soborno.

    Ese es el marco en el que Estados Unidos y países latinoamericanos han acordado programas de control de los cultivos de la coca, y la producción y comercialización de la cocaína y otras hierbas y drogas. Es una política que contempla insumos y compromisos que se pueden resumir en una relación en la que los Estados Unidos aportan recursos financieros, armas, dotación, y los productores y comercializadores  preparan fuerzas policiales y de investigación, se comprometen a establecer políticas de sustitución de cultivos ilícitos por productos de pancoger, interdicción, investigación y extradición de capos y altos funcionarios corruptos.

    La política de combate al narcotráfico no es ni de cerca ni de lejos, una imposición imperialista pues los afectados en todo sentido aunque lo sean en diferente formatos y magnitudes, la han forjado a través de años de conversaciones.

    Por tanto, la certificación o descertificación es una medida adoptada por Estados Unidos acordada por diversos países que sufren el flagelo de una u otra forma. Significa un compromiso en el que Estados Unidos destina una cantidad de dólares para que se cumplan las metas acordadas. O sea, no debe ser vista como un premio o como una donación bonachona. Por supuesto, en dicha relación hay y pueden expresarse dificultades, quejas y desacuerdos entre los compromisarios.

    Lo que nos puede ayudar a entender la reacción del presidente Petro ante la descertificación puede ser leída como un acto de irresponsabilidad que se quiere justificar en una actitud complaciente hacia los pobres campesinos e indígenas que a su vez se ha traducido en una presencia orgánica de mafias centroamericanas y mexicanas en el país y por ende en un aumento de la violencia, la delincuencia, la corrupción oficial en razón del aumento desmesurado de los cultivos ilícitos y de la producción de cocaína.

    Las afanosas medidas anunciadas por Petro develan un trasfondo muy propio de mandatarios desprestigiados, ahogados en su impopularidad y fracasados en su gestión gubernamental. Opta por convertir la descertificación en su salvavidas de cara a las próximas elecciones y por eso reverdece el antiimperialismo, una carta de batalla útil para dar un paso gigantesco hacia la dictadura socialcomunista del siglo XXI. Él ve esa medida como una salvación de su proyecto que supone la ruptura de lo poco que queda de la histórica relación con los Estados Unidos y el viraje hacia la Rusia imperial y la China comunista.

    Darío Acevedo Carmona, 21 de septiembre de 2025

  • ¿Quién y cómo se define el rector de la Universidad Nacional de Colombia?

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    La Universidad Nacional de Colombia es la institución oficial más importante dedicada a la educación superior y  también, entre las públicas y privadas de Colombia, la que ocupa el mejor sitial en los escalafones internacionales. 

    Tiene más de tres mil profesores de tiempo completo, centenares de ellos son de dedicación exclusiva y formación doctoral. Sus logros en el campo de la investigación son un orgullo y de ellos dan testimonio las revistas y libros que divulgan los conocimientos fruto de esas actividades.

    Goza de autonomía académica y administrativa consagrada en la ley orgánica superior, lo cual quiere decir que es ella misma la que se da las normas para definir los programas, las disciplinas, el calendario y la designación de las directivas. Cada año entrega al país miles de nuevos profesionales formados bajo estrictas normas y avanzados conocimientos. Fue creada en 1867 siendo presidente el liberal radical Santos Acosta.  

    Tuve el honor de ser estudiante de ella y de convertirme en profesor en 1987 participando en sus labores misionales de docencia, investigación y administración. La conozco bien, viví en ella momentos inolvidables y alcancé metas y satisfacciones que me enaltecen. Por eso y por todo que ella representa para miles de familias y jóvenes y para el país en general, la Universidad Nacional de Colombia debe ser vista y respetada.

     Ella ha vivido momentos de euforia pero también tensos y difíciles porque no ha sido extraña a los dramas y dificultades de Colombia que son muchas y bien complejas, como quiera que, como se afirma en el ambiente, es reflejo fiel del país en que habita.

    Y eso es cierto si se tiene en cuenta que es, filosóficamente hablando, una universidad que por sus estatutos abre sus puertas a teorías científicas y políticas no escapando en ciertas circunstancias a que se produzcan equívocas mezclas entre ideas políticas con las labores docentes. No obstante, ha logrado sobreponerse a difíciles coyunturas trágicas y momentos de encrespamientos ideológicos y políticos. 

    Quizás, lo dicho hasta aquí sea útil para tratar de entender el funcionamiento de esta institución encargada de una de las más nobles misiones, a saber la de contribuir al desarrollo del país y a la formación de la Nación.

    La dimensión de su existencia no la exime de profundas controversias por lo que en ella ha sucedido y sigue ocurriendo. No todo lo que se ve es de exaltar. En ese volcán con el que podemos dibujar todo lo que en ella se vive, ciertamente se expresan conflictos y situaciones que no dejan de preocupar a la opinión pública.

    En las líneas siguientes comentaré la crisis originada con el nombramiento del nuevo rector desde abril de 2024. El rector de la UN se nombra cada 3 años a través de un procedimiento doble que resulta de unas consultas a la comunidad académica, profesores y estudiantes, que no son vinculantes, y, la elección que hace el Consejo Superior Universitario (CSU), máximo organismos de autoridad de ella. Este órgano está conformado por 8 personas: dos delegados del presidente de la república, un delegado del ministro de educación, uno del Consejo Académico, uno de los exrectores, uno por los profesores, uno por los estudiantes, resultado estos dos últimos de votaciones de corte democrático. El Consejo Nacional de Educación Superior, CESU, nombra el octavo miembro.

    En el nombramiento del nuevo rector el delegado de este organismo, Humberto Rosanía, votó por Ismael Peña. Días después Rosanía por vencimiento de periodo fue relevado por Víctor Manuel Moncayo, dando como resultado una variación en la correlación de fuerzas a favor del candidato del presidente Leopoldo Múnera. 

    Resulta que en el proceso para nombrar el rector para el período 2024-2027, quien ganó la consulta entre profesores y estudiantes fue el docente Leopoldo Múnera y el que obtuvo la mayoría en el CSU fue el profesor Ismael Peña, siendo este el que se posesionó como el nuevo rector. Los seguidores de Múnera no aceptaron la decisión del CSU y la impugnaron acompañados por desfiles y protestas de sus seguidores. 

    Más adelante, el presidente Petro intervino de tal forma que cambió la decisión al promover una nueva votación luego de destituir a su ministra de educación por que había votado a favor de Peña. Como quiera que el asunto se llevó al Consejo de Estado, unos impugnando el nombramiento de Peña y otros el  de Múnera. Hasta el momento, agosto de 2025, el rector, fruto de una maniobra externa, es Leopoldo Múnera.

    Ahora bien, la Sección Quinta del Consejo de Estado en respuesta a denuncia de Leopoldo Múnera quien demandó la nulidad de la elección del profesor Peña, definió que esa elección fue legal, pero se abstuvo de referirse a la de Múnera y a aclarar si Peña debía retomar el cargo de rector. En mi parecer, es de lógica que Múnera deje el cargo.  

    A pesar del fallo del Consejo de Estado, el rector impuesto por Petro, Múnera, recibió el respaldo del Consejo Superior Universitario, en comunicado en el que antepone el hecho político de estar Múnera ejerciendo y valiéndose indebidamente de que el magistrado del Consejo de Estado no pidiera la reincorporación de Peña, porque no era su competencia.

    Solo piensen ustedes, amigos lectores, que si la elección de Peña fue correcta, la de Múnera necesariamente fue lo contrario ya que para un solo cargo, el de rector, no puede ser elegida más de una persona y que si hay competencia entre dos procesos diferentes, y el de Peña fue legítimo y legal, el posterior, el de Múnera, debe ser declarado ilegal o inocuo o incorrecto. Es decir, Múnera debe ceder el cargo al rector en propiedad Ismael Peña

    Darío Acevedo Carmona, 14 de agosto de 2025

  • El desafío mortal de Petro

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    Acertado el titular que el columnista Saúl Hernández Bolívar puso a su reciente columna "El gobierno de la muerte". Si entramos en materia, habría muchos otros adjetivos para caracterizarlo en cualquiera de los muy diversos asuntos en los que, en suma, ha dejado una huella de destrucción, ruina, corrupción e impunidad.

    Está más que claro que esa es la forma usada para expresar su odio al sistema y a la institucionalidad del país, y también, que todo ello no es únicamente la consecuencia de una personalidad belicosa, resentida y alocada de la cabeza del gobierno sino que estamos en presencia de una especie de "noticia en desarrollo", o sea, de un libreto, imponer el modelo de socialismo bolivariano del siglo XXI, en el que Petro ha alcanzado objetivos demasiado rápido.

    ¿Cómo lo ha logrado? saltándose todas las reglas del juego democrático. Hasta la saciedad nos ha demostrado que en su nefasto propósito no hay barreras que lo detengan. No le han bastado las maniobras corruptoras con congresistas ni su confrontación con los otros poderes de la república ni sus exhibiciones inmorales. Tampoco, el engaño a multitudes con su demagógica verborrea ni sus acercamientos a dictadores y a grupos terroristas de acá y de más allá.

    De las escenas más grotescas está la que no debemos echar en saco roto, aquella en la que en el marco de una plaza de Bolívar repleta de indígenas y campesinos movilizados con recursos de la nación con tamales, bebidas y alojamientos pagos, exhibió, amenazante, la bandera de la muerte.

    Apenas dos meses y medio después del atentado contra Miguel Uribe Turbay y pocos días de su muerte, sobre el cual existe la sospecha de haber sido producto de una conspiración política, Petro volvió a citar, de modo desafiante, esa bandera al cerrar, en aparente estado de alicoramiento, un mitin político gritando a lo Fidel y a lo Chávez "Patria o Muerte".

    Tenemos, pues, abrumadora evidencia dolorosa de la implementación de esa homicida consigna. Petro se siente autorizado, empoderado e investido como el dictador de Colombia que a no dudarlo, empleará la violencia para alcanzar sus objetivos.

    No hay barreras que lo amilanen y que no ose traspasar, no hay opositor que no sea amenazado, no hay normas por respetar, no hay honor y solidaridad para las familias de miembros de la Fuerza Pública asesinados por sus amigos de las guerrillas que interpretan a cabalidad sus declaraciones y gestos amorosos.

    Insisto en que Colombia, la joya de la corona para ese proyecto, está bajo la amenaza del desbordamiento del caos y la violencia hacia una guerra civil pensada a la manera leninista. En ese plato indigesto está servido el control absoluto de la Corte Constitucional de darse la elección de la candidata petrista.

    ¿Qué queda en pie para asegurar su soñada meta?, anular las elecciones declarando el estado de conmoción y a renglón seguido convocar una asamblea nacional constituyente. No es invento, es un camino ya recorrido por países vecinos. Estamos advertidos.

    Coda: Petro, como si fuera juez del mundo, exime de culpa a quien delinca, por el hecho de ser pobre. Ese criterio de clase formulado en su tono populista, lo ha extendido para proteger a los capos del Cartel de los Soles que se han enriquecido con la corrupción, el robo y el narcotráfico y que ejercen una dictadura criminal en Venezuela. Cabe preguntar entonces, ¿su "absolución" es porque son pobres o porque son perseguidos por Estados Unidos? ¿Cuál es el interés de Petro en desconocer que el criminal negocio del narcotráfico está anegado en sangre y destrucción de vidas, de familias y de la sociedad en todos los eslabones de la cadena que en él intervienen?

    "Petro calificó de asesinato ataque de EE.UU. a barco con drogas que dejó 11 muertos en el Caribe" https://caracol.com.co/2025/09/03/petro-califico-de-asesinato-ataque-de-eeuu-a-barco-con-drogas-que-dejo-11-muertos-en-el-caribe/

    Darío Acevedo Carmona 2 de septiembre de 2025