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VentanaAbierta

  • Democracia colombiana herida de muerte por golpe de estado escalonado de Petro

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    Mientras los opositores e inconformes damos un paso, Petro  responde dando diez o más. La distancia que nos lleva es muy grande no en relación con las encuestas que aún le arrojan un importante 30% de favorabilidad y cerca de 45% de imagen positiva, sino en relación con lo que está sucediendo a diario  y lo que está por venir.

    Quiero explicar esto: En ninguna parte del mudo los revolucionarios estilo Petro llegaron al poder siendo mayoría, ni Hitler, ni Lenin, ni Fidel ni Maduro, etc. Han consolidado su toma del poder total del estado sino a través de la combinación de todas las formas de lucha, de maniobras, artimañas, mentiras, rumores disociación, corrupción y amenazas. Esa toma total del poder se da a través de un accionar escalonado.

    Por ejemplo, como él sabe que le rechazarán una de sus jugadas maestra, la consulta popular, amenaza que cerrará el Congreso, lo que confirma su aversión a los pilares de la democracia lo cual significa llamar a un golpe de estado. También amedranta con expedir decreto para algo que obligatoriamente tiene que pasar por el Congreso y la Corte Constitucional. Y, ha convocado a miles de indígenas neocolonizados por su retórica demagógica y agitacional y el dinero del estado a raudales que les está entregando.

    Son medidas de tipo golpista frente a las que la sociedad civil y sus instituciones centrales parece que no estar enteradas y por eso en capacidad de evitar. Es la exhibición del poder del miedo más grave vivida en muchísimos años por el país.

    Y si todo su proyecto dictatorial se le cae, amenazará con el levantamiento general del pueblo, que no es otra cosa que la reedición del sangriento experimento insurreccional liderado por él en 2021.

    Así las cosas, opositores, descontentos o inconformes estamos retados a entender que estamos ante el muy probable baño de sangre que en nombre del “pueblo” está listo a provocar con las ventajas adquiridas. Esas ventajas nada tienen que ver con porcentajes de encuestas ni con expectativas electorales, sino con el profundo debilitamiento estratégico de las Fuerzas Armadas y de Policía y la inoperancia de las otras ramas del poder público. Miremos como se pasó por la faja decisiones del Consejo de Estado, cómo se gana la mayoría de los magistrados en la Constitucional y cómo se apodera las comunicaciones.

    Nada raro que en su calculada voluntad revolucionaria empiece a caminar por las avenidas de las capitales del país con el estribillo y el gesto rojo rojito del dictador Hugo Chávez, gritando en medio de bodegueros contratados con dinero del erario “exprópiese”… Y, entonces, ya será muy tarde, mucho más tarde, para reaccionar.

    Con Petro y su pandilla de vividores, corruptos, embaucadores, resentidos, trepadores, ladrones, bodegueros y drogadictos, vendrá la ruina de los colombianos que es lo que figura en su retórica escondida “cuando los pobres dejan de ser pobres se vuelven de derecha”, salida de las bocas de López Obrador, Chávez y Petro.

    Será la noche más larga, fría y dolorosa a la que estaremos expuestos los colombianos. Veremos la ruina total de la economía, sin petróleo, sin gas, sin café, inundados de baratijas chinas, de “médicos” cubanos, de espías lobos esteparios de Rusia, sin ganado, escasearán los huevos y hasta las arepas, quizás vivamos recibiendo las bolsas Clap de Venezuela o de una libreta de racionamiento de la Cuba fidelista de artículos que la dictadura otorgará como un regalo bondadoso.

    Las escuelas, colegios y hospitales se deteriorarán física y funcionalmente, el servicio eléctrico será de apagones y hasta el agua escaseará. Nadie podrá chistar, el estado será, muy de lejos, el mayor proveedor de empleos inútiles, a cambio, los funcionarios serán obligados a asistir a todos los actos de adoración al gran líder salvador de Colombia: Gustavo Francisco Petro Urrego, enviado por los dioses del Olimpo desde el espacio sideral cien años de soledad atrás.

    Es, al parecer, la gran tragedia que nos espera porque ni hemos sido capaces de enfrentar el monstruo antes y mucho menos cuando se desate el terror rojo, del que la historia abunda en ejemplos que nunca creemos nos vaya a suceder.

    Coda: Petro y sus militantes de la elite izquierdista están arrasando con los pocos vestigios que aún subsisten de las culturas y cosmovisiones de los pueblos indígenas a través de asignaciones sin control de dinero del erario, de la formación de sus autoridades y líderes en la doctrina marxista, de inculcarles odio y de asignarles la misión de rescatar lo perdido. Es la obra neocolonizadora más perversa que afecta y destruye la riqueza étnica del país y estimula sentimientos antiindígenas en sectores de la población.

    Darío Acevedo Carmona, 4 de mayo de 2025

  • Hora de definiciones

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    Millones de colombianos quisiéramos escuchar de los candidatos a la presidencia (el número de ellos ya supera la treintena) si les parece que ante la situación de alto riesgo y gravedad que vivimos por acciones del actual gobierno, deben llamar a la población a la defensa activa de la Constitución e iniciar desde ya acciones políticas y judiciales para enjuiciar al presidente? O si lo correcto es esperar hasta las elecciones de 2026, como si hubiera la seguridad de que ellas tendrán lugar?

    Creo que también sería saludable escuchar desde ya sus propuestas en tantos asuntos de estado y sociedad en los que el presidente Petro ha procedido con evidente desgreño, irresponsabilidad y espíritu destructor.

    A título de ejemplo, ¿qué harían ante el reto de retomar radicalmente la aspersión de la fumigación aérea de los cultivos ilícitos con glifosato?

    ¿Restablecerían el Alto Mando Militar y autorizarían los bombardeos a las bases de grupos armados irregulares? ¿Aumentarían considerablemente el pie de fuerza?

    ¿Derogarían todos los decretos que se han aprobado a punta de artimañas y mermelada?

    ¿Restablecerían ipso facto la exploración petrolera, de gas y la exportación de carbón?

    ¿Cerrarían todas las misiones diplomáticas creadas sin fundamento? ¿Revocarían de inmediato a todos los embajadores y cónsules nombrados en clara violación de méritos?, ¿Romperían relaciones con Cuba?, ¿Restablecerían relaciones con Israel? ¿Levantarían el bloqueo a regiones afectadas por medidas de Petro contra Barranquilla, Antioquia y Medellín?

    ¿Propondrían una nueva reforma a la salud? y ¿Derogarían la pensional y la laboral?

    Se trata de que quien vaya a ser presidente de Colombia les diga con contundencia y claridad a los colombianos cuál es su plan de acción para realizar desde los primeros días de ejercicio del mando. Planteo estas inquietudes que ya circulan por las redes y que expresan un sentimiento de impotencia, de ausencia de orientación por parte de quienes aspiran a gobernarnos y también, porque se observa la insuficiencia de estar centrados en hacer diagnósticos de Petro y su camarilla, chistes y memes y de estar a la cola de sus idioteces y amenazas.

    Y es que en nombre de la corrección política o de miedo a un estallido social, de discursos melifluos de mediación o de búsqueda de compromisos se ha perdido la perspectiva del daño causado. Estamos siendo abofeteados a diario y con cargas de profundidad. Es hora de reconocer la gravedad del peligro. Pongámonos serios y bravos. Es decir, asumamos que

     

    nos debemos radicalizar y luchar a fondo y abandonar el temor a confrontar a quienes quieren imponernos el fracasado modelo de socialismo bolivariano o perecemos como sociedad libre.

    ¿Dejáremos que se torne en paisaje el desastre, el delito, la ignominia, la verborrea, la mentira, la corrupción, la ordinariez del poder, la patanería, la amenaza, recursos usuales del indigno presidente?

    ¿Seguiremos esperando que la Constitución sea convertida en un trapo por un mandatario que no ha cesado en mancharla, en violarla, en desconocerla en burlarla? El problema no es si el vicio corroe o ha afectado a otros gobernantes, esa no es disculpa válida como alega el gobernante señalado por su drogadicción. El problema no es el mensajero ES EL MENSAJE.

    ¿Se van a quedar callados, guardarán silencio para, supuestamente, evitar un nuevo estallido social? La pregunta es válida para los congresistas, todos y los de la Oposición en particular, cuyo deber es enjuiciar al presidente por faltas evidentes y recurrentes a la DIGNIDAD del cargo, ¿qué están pensando? ¿Por qué no han apoyado y presionado el juicio por indignidad (art. 109 C.N.) frenado con artimañas por tres miembros de la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes que es un proceso independiente del que adelanta el Consejo Nacional Electoral?

    ¿Por qué la Corte Suprema, tan dura y eficaz en casos de igual gravedad en que se vieron comprometidos congresistas mafiosos o señalados de aliarse con paramilitares, y otros altos funcionarios, no procede de la misma manera?

    ¿Acaso la Corte Constitucional y las Fuerzas Armadas no tienen el mandato claro, contundente y preciso para salir en defensa de la Constitución y la institucionalidad?

    ¡Despierten y entiendan que el tipo que habita el palacio presidencial convirtió ese lugar en una pocilga, en una cueva de Rolando! Tenemos todos los elementos para darle un giro de 180 grados a la situación y poner a Petro a la defensiva.

    Los colombianos tenemos suficiente información del desastre y queremos dejar de ser humillados ante el mundo por un gobierno lumpen.

    Colombia, su historia y su institucionalidad no son perfectas, pero, no podemos dejar que se extermine lo que se ha construido a un alto precio y con tanto esfuerzo y hasta dolor a lo largo de su existencia. Colombia no es Petro y su pandilla, Colombia es mucho, pero mucho más que este gobierno tóxico y episódico.

    Darío Acevedo Carmona, 27 de abril de 2025

  • La revolución lumpen del gobierno petrista

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    Definición del término “lumpen” por la Real Academia de la lengua Española: “Sector social más bajo del proletariado desprovisto de conciencia de clase” Y según el Diccionario Panhispánico del español jurídico: “Grupo social que atenta sin ningún tipo de principios contra la seguridad de los individuos o colectividades, bajo un ánimo rapaz y delincuencial”.

    Aunque una revolución se caracteriza por el desconocimiento del orden vigente por la violación de las leyes y su reemplazo por otras, y que todo lo que en ella ocurre se da en un ambiente de destrucción, derrocamiento, violencia y caos, pero, no todo lo que se hace es válido ni moral ni filosóficamente. Hay un límite, digamos, una línea que no debe ser burlada por los protagonistas del cambio radical. Esto es de curso aplicable a todo tipo de revoluciones, en particular, a las que han tenido lugar desde fines del siglo XVIII hasta el presente.

    Esto quiere decir, al margen de opiniones y las valoraciones, que los líderes de las revoluciones actúan  con base en un programa y en unas ideas con las cuales se edificaría el nuevo orden social y que en tal sentido, no todo está permitido en el marco de una revolución. También puede indicarnos que los humanos a lo largo de su existencia han forjado un ethos, una moral común no explícita. Se que esto es muy polémico, pero, en un nivel muy asociado al instinto de supervivencia y conservación de la especie, ese algo existe. A título de ejemplo, y a pesar de lo depredadores que han sido los pueblos en sus guerras, hoy en día, ese algo común se puede apreciar en que se haya evitado una guerra mundial con armas nucleares.

    En otros tópicos también, como es la diferencia aceptada por todos los países en acoger los postulados de los Derechos Humanos, que no es poca cosa, y en algo que florece en los conflictos internos, a saber, la diferencia entre el delito político y el delito común que permite establecer la diferencia entre la motivación altruista y la egoísta o particular.

    Conductas como la tierra arrasada, el fusilamiento de personas fuera de combate, la tortura, la violencia sexual, la retención forzada o secuestro, la afectación de bienes civiles esenciales, el reclutamiento de menores entre otras, están prohibidas y pueden ser investigadas y castigadas por tribunales internacionales.

    Pero hay otro conjunto de hechos delictivos que sin constituir crímenes de guerra  son vistos como eventos de degradación moral o lumpen realizados por los militantes de movimientos o grupos de poder político, cliques, personas que ostentan poder y que lo usan con fines inaceptables y ajenos a los códigos de cualquier nación o de una revolución.

    En el ámbito de las revoluciones comunistas del siglo XX, el delito común o conducta lúmpen es aquella que devela una degeneración de las virtudes del ciudadano o del revolucionario o comunista, consistente en servir a la causa colectiva, el altruismo, la justicia proletaria, es lo que al menos se predica en su retórica. Por ejemplo el robo si se realiza con fines de enriquecimiento individual es sucio, diferente al que se hace para financiar operaciones y necesidades logísticas del movimiento donde se califica de delito político. Violar a otras personas, malversar fondos estatales o comunes para la guerra o de partidas del nuevo estado por parte de funcionarios o personas con fines de lucro personal. Para decirlo en términos más simples, delitos comunes de inspiración egoísta, es decir, en los que prima el lucro personal, no pueden ser calificadas como delito político ante las leyes revolucionarias ni ante las del orden que se quiere derribar.

    Y no son estas preocupaciones o actitudes las que estamos observando en el proceder de movimientos que actúan bajo la cobertura de un discurso supuestamente edificante, como son los casos de Chávez y Maduro en Venezuela, Ortega en Nicaragua, Los Kirchner en Argentina y Petro en Colombia.

    No me refiero a los crímenes de guerra y de lesa humanidad cometidos en el marco de conflictos armados sino de los delitos de tipo moral ordinario que responden al interés individual o grupal que se cometen para beneficio propio. Entre ellos el robo de bienes públicos o privados, el narcotráfico, los relativos al amplio campo de la corrupción: coimas, nepotismo, prevaricato, concierto para delinquir, trata de blancas, etc.

    Cuando estas conductas son la cara de un gobierno, su sello, es decir, cuando se está ante una situación en la que florecen esos delitos y la justicia o no existe o es insuficiente o es cómplice o es ineficaz en combatirlos, y se cometen  a ojos vistas y de manera continua y sistemática se configura entonces un régimen corrupto o lumpen.

    Es lo que estamos presenciando en los países y sus gobernantes citados. Arruinaron a Venezuela, se robaron enterita a PDVSA, enriquecieron a sus familias allá y en Argentina, en Cuba solo hay miseria general mientras la clique comunista, en particular los altos mandos castristas acumulan fortunas y en Colombia no hay día o semana en que no conozcamos un escándalo de corrupción, muchos de los cuales pretenden ser obscurecidos o encortinados por el presidente Petro, quien a su vez, él mismo y su entorno familiar, sus funcionarios de confianza: ministros, embajadores, gerentes de empresas del estado y otros altos cargos, se han visto envueltos en conductas de delincuencia común. 

    Por eso es válido, entonces, caracterizar a esos gobiernos y a sus mandos centrales como gobiernos lumpen comunistas en tanto incurren en conductas degradadas contra su propia lógica moral.

    Darío Acevedo Carmona, 12 de abril de 2025

  • El Presidente Petro viola la Constitución

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    La convocatoria del presidente Petro a una toma de las calles este martes 18 de marzo y al declarar día cívico para facilitarla, con el fín de presionar el Congreso, es claramente violatoria de la separación de poderes puesto que significa un chantaje y una presión indebida del poder ejecutivo contra el poder legislativo.

    Estamos ante una violación flagrante de la Constitución Política en los artículos 113: "Los diferentes órganos del Estado tienen funciones separadas pero colaboran armónicamente para la realización de sus fines", y el 122 en su literal segundo: "Ningún servidor público entrará a ejercer su cargo sin prestar juramento de cumplir y defender la Constitución y desempeñar los deberes que le incumben".

    Además, el artículo 241 ordena: "A la Corte Constitucional se le confía la guarda de la integridad y supremacía de la Constitución" y en tal sentido debe declarar la inexequibilidad del decreto que declara día cívico el 18 de marzo de este año y la movilización que convoca el presidente Petro saltándose las formas tradicionales de debate de las iniciativas oficiales del diálogo, la búsqueda de acuerdos y la armonía.

    Ese tipo de conducta ya fue impulsada por el presidente Petro cuando se adelantaba el proceso de selección de nuevo Fiscal General e instigó la movilización de sus partidarios para presionar con mítines a la Corte Suprema de Justicia, lo que lo hace reincidente y proclive a excederse en sus funciones.

    De igual forma, la Constitución en su artículo 217, inciso segundo estipula que "Las Fuerzas Militares tendrán como finalidad primordial la defensa de la soberanía, la independencia, la integridad del territorio nacional y del orden constitucional." De modo que ese mandato los autoriza a proceder para hacer cumplir ese deber primordial dado el peligro que encierra la convocatoria del presidente Petro.

    De otra parte, el artículo 277 es contundente al señalar las responsabilidades del Ministerio Público: "El Procurador General de la Nación, por sí o por medio de sus delegados y agentes, tendrá las siguientes funciones: 1. Vigilar el cumplimiento de la Constitución, las leyes, las decisiones judiciales y los actos administrativos. 2. Proteger los derechos humanos... 3. Defender los intereses de la sociedad." Funciones que deben ser cumplidas en la actual situación en que el presidente Petro incurre en abuso de autoridad generando el consabido riesgo de que sus convocatorias desemboquen en caos, anarquía y otros hechos deplorables.

    Finalmente, es conveniente citar uno de los "fines esenciales del Estado" a saber el de: "... asegurar la convivencia pacífica y la vigencia de un orden justo" cuya violación por parte del jefe del Estado tiene el alcance  de ser una acto grave y doloso que justifica que cualquier ciudadano o grupo de personas amparadas en el numeral 6 del artículo 40 de la Constitución, puede(n) "Interponer acciones públicas en defensa de la Constitución y la ley".

    Y recordar el artículo 188 de la Constitución "El Presidente de la República simboliza la unidad nacional..." que de manera sistemática y en numerosas intervenciones públicas es violado por el primer mandatario apoyado en una retórica que promueve el odio de clases, la estigmatización de las personas adineradas y los empresarios, mostrándose como el presidente de los excluidos, los vulnerables, los explotados en contraposición a otros sectores de la sociedad que no tienen por qué ser marcados como enemigos de clase.

    Una última opción, si es que no intervienen los órganos de control para defender la Constitución, es la desobediencia pacífica o la objeción de conciencia ante órdenes y medidas que, clara e inequívocamente, como es este caso que nos ocupa, son contrarias a los derechos humanos.

    Darío Acevedo Carmona, 22 de marzo de 2025

  • ¿En Ucrania se juega la paz mundial?

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    El derrumbe del campo socialista y la URSS en los años noventa del siglo XX significó el fin de la llamada "guerra fría" o en otras palabras del mundo bipolar, realidad marcada por el inmenso poderío nuclear de la Unión Soviética y los EE. UU. que competían entre sí sin enfrentarse directamente para ensanchar sus intereses e influencias. De esa forma, el mutuo y no declarado chantaje nuclear para evitar un enfrentamiento en el que no habría vencedores sino vencidos, todos en el orbe, fue conocido como la política de la disuasión.

    Al caos en que se sumió la potencia comunista con la desaparición de la Unión Soviética, la conversión de la China comunista al capitalismo de libre mercado y el desmonte del temible Pacto de Varsovia, convirtió, por unos pocos años a EE. UU. en la gran potencia nuclear dominante

    No obstante, el peligro de una guerra nuclear en vez de  cesar resurgió con gran ímpetu porque tanto Rusia logró recuperar su economía y la China alcanzó niveles sorprendentes de desarrollo, en ambos países gracias a la aplicación de políticas capitalistas entre otras razones.

    Así que  hoy en día no solo no es bipolar sinó que tampoco es unipolar. China ha emergido de tal forma que adquirió el estatus de superpotencia y por tanto es considerado un tercer actor.

    Esas tres potencias se diputan hoy la supremacía mundial mientras llegan a entender y construir acuerdos explícitos y no tan explícitos para evitar una guerra que puede destruir la civilización y la vida en toda la tierra y generar confianza para un nuevo tipo de disuasión.

    Ahí, opino, podríamos encontrar una explicación, que aunque insatisfactoria, nos da luces para entender los grandes peligros de conflictividad en el mundo: la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania, la de Israel contra Hamas, Hezbollá y otros grupos y países que patrocinan los ataques antisionistas, las ansias de adquirir poder nuclear de Irán y Corea del Norte, el ascenso de la India y su vecino Pakistán y la expansión sigilosa pero contundente de China y su latente amenaza de atacar  Taiwán.

    Y también puede sernos útil para entender que la propuesta de paz del presidente Trump sobre la guerra Rusia contra Ucrania, con todo y sus dolorosos contenidos y lacerante aceptación de concesiones que no deberían hacerse, hay que aceptarlas en la lógica geopolítica de que se debe evitar el desenlace hacia una nueva guerra mundial.

    Aunque muy diferente en muchos sentidos, no dejo de pensar en la Conferencia de Yalta en la que se reunieron en persona Roosevelt, Stalin y Churchill y se repartieron el mundo en áreas de influencia, con perjuicios graves para muchos países, todo para evitar que la victoria contra el nazismo abriera la puerta a una nueva entre los Aliados (EE. UU. Inglaterra y Francia) y la Unión Soviética.

    Darío Acevedo Carmona, 22 de marzo de 2025

  • El trío maligno

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    El trío Petro, Sarabia, Benedetti renace de las cenizas y quiere imponerle al país su tóxica agenda: enredar a la oposición en debates de gran intensidad como los de la legalización de la cocaína y la convocatoria a una consulta popular que, dadas las circunstancias, supone un enfrentamiento profundo y peligroso para la democracia en cuanto revela el viejo anhelo autoritario y golpista de Petro de eliminar el Congreso. 

    De paso, este trío cumple la función de cortina con la que se busca ocultar y sepultar la oceánica corrupción del gobierno central y sus apoyos políticos. Ya casi ni se menciona el gran robo de los recursos para La Guajira desde la UNGRD, pasa a segundo plano el desvío de billones de pesos de la salud a paraísos fiscales. Ya se normalizó el retorno del cerebro del mal a un alto cargo de estado.

    Petro nos entretiene lanzando pompas de jabón como su idea del trabajo como actividad que destruye la naturaleza. La Justicia cada vez más lenta y manipulada en favor del Ejecutivo.

    El voraz trío devora sin compasión y con desenfreno todo tipo de obstáculos y límites que la democracia obliga. Allana el terreno generando un monumental caos que servirá de excusa a su siniestro plan dictatorial.

    La metodología ya ha sido ensayada con éxito en Venezuela y Nicaragua. En su favor han causado la desarticulación de las fuerzas opositoras y convertido una parte de ellas en moneda de cambio.

    El panorama no puede ser más preocupante, los que defendemos la democracia y las libertades estamos a la defensiva, dispersos y atolondrados. El trío del mal impone su agenda ante una opinión que solo atina al día a día y sin horizonte profundo. La tienen clara, marcan la iniciativa y el orden del día.

    Para acabar de ajustar, les favorece la lentitud de los Órganos de control. Los procesos sobre la aberrante y galopante corrupción de un gobierno lumpenezco, no avanzan. Es visible el temor en algunos y complicidad en otros como la fiscalía y la comisión de acusaciones de la Cámara.

    Y como joya de la corona pretenden sacar del ruedo político a su rival más claro y contundente, el expresidente Uribe, sometido a un montaje orquestado por el mamertismo. Condenar y encarcelar al expresidente Uribe es ya, se puede afirmar sin dudarlo, un objetivo de estado. El trío que gobierna a Colombia es eficaz en hacer el mal, en destruir lo que está bien y encarcelar anular a la oposición.

    Estamos retados, de nuevo suenan los clarines de advertencia, o nos unimos o perecemos.

    La fiera acorralada lanza sus más audaces ataques. Petro tiene miedo y siente pasos de animal grande: posible destitución (art 109 CN) por exceder topes de campaña presidencial, quiebra del sistema de salud, desviación de billones de pesos de la EPS del estado a paraiso fiscal islas Caimán, Robo recursos a a la Guajira desde la UNGRD, nombramiento de personas con prontuario o sin cumplimiento de requisitos en altos cargos públicos, apoyos del "papá Pitufo", juicio contra el hijo criado por él, ataques a las Cortes y al Congreso, grave afectación a la separación de poderes, debilitamiento de la Fuerza Pública, incitación al "pueblo" a protestar a las calles (no está entre sus funciones), incitar el odio de clases, apología de la violencia guerrillera, estigmatizar a empresarios y personas adineradas, etc., todo a la vez, le causa profundo temor, y es por eso que recurre a desesperadas medidas: amenazar el país con una Consulta, para desviar la atención sobre ese derrumbe que se le vino encima.

    Coda: Llamada urgente a la Corte Constitucional a la Corte Suprema a la Procuraduría a la Contraloría a las Fuerzas Armadas a la Policía, el deber de todas es defender la Constitución, proteger a la ciudadanía y salvaguardar los bienes públicos de todo aquel que, independiente del cargo o rango, incite al desorden y use dineros públicos para tomarse las calles y realizar actos de violencia y vandalismo.

    Darío Acevedo Carmona, marzo de 2025

  • ¿Golpe de estado? No, aplicación del 109 constitucional o triunfo electoral 2026, sí.

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    Hay personas que saturadas con la verborrea del presidente Petro, desesperadas de ver que él hace y deshace a placer, que se salta todas las líneas rojas, que pisotea la Constitución, y desdice de toda nuestra historia, con su retórica de odio, sus maniobras evasivas, su irresponsabilidad, su hostilidad con los empresarios y los medios, su olimpismo para nombrar corruptos en altos cargos del estado, con su viajadera, en fin, fastidiada con su descomunal capacidad de dañar y destruir las cosas buenas de Colombia y su ineptitud para gobernar bien como manda la constitución, que están pensando y deseando que le den un golpe de estado.

    Si ese deseo se cumpliera no solo echaría por la borda nuestra tradición civilista y democrática, sino, lo más contraproducente, pues convertiría a ese rey sin corona en un mártir de la izquierda colombiana que, adocenada por él y llena de ambición quiere participar de las migajas que aún quedan del festín.

    Lo que procede, entonces, es una alternativa legal de dos carriles. Por el uno, insistir en su destitución por violación del artículo 109 de la Constitución. Ahí toda marcha a paso tortuga impuesto por un comité de la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes. Si no se decreta inicio del juicio político en la plenaria de esta y su traslado al Senado antes de junio de este año, esta vía queda cancelada.

    Por ello, la opinión pública y los líderes de las grandiosas marchas antipetristas de los años 2023 y 2024 deben unirse y presionar a los congresistas de los partidos no petristas para que abandonen el barco del gobierno que hace agua, presionarlos con el reto moral de que en las horas oscuras que vive un país es cuando se conoce el talante moral de sus representantes.

    Por el segundo carril, las fuerzas opositoras deben forjar mecanismos y fórmulas de unión y alianzas para asegurar su triunfo en las cruciales elecciones de marzo 2025 para congreso con la consigna de alcanzar las mayorías que se requieren para deshacer todos los daños causados por el demagogo enajenado.  Y por ende, para llegar a un entendimiento que nos conduzca a triunfar en las presidenciales del 2026, ojalá en primera vuelta y alrededor de unos objetivos centrales derivados de la lucha por la defensa de la democracia y las libertades.

    Darío Acevedo Carmona, 19 de febrero de 2025

  • Secuestrados, Israel y Terrorismo

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    Terroristas los hay, por desgracia en muchos países, así como en Colombia hay terroristas, los hay en Europa, en el Medio Oriente, etc. Ello no quiere decir que los pueblos de origen también lo sean. Necesario entonces, entender, que el grupo  Hamas que impone su dictadura en la franja de Gaza es el terrorista, no los palestinos que allí viven.

    Los colombianos que hemos sufrido en grado extremo el terrorismo de guerrillas de extrema izquierda y grupos paramilitares de extrema derecha, debemos exigirle al presidente Petro dejar de apoyar el grupo  Hamas que, como se puede ver en esta crónica, se ufana y se autoglorifica de haber perpetrado la masacre de más de mil personas israelíes el 7 de octubre de 2023 y que humille a los secuestrados como a este hombre que perdió a su mujer y a sus dos hijas en ese horrendo ataque.

    La demostración de fuerza que hace Hamas con la liberación de los plagiados es una señal de su voluntad de continuar atacando y provocando a Israel a sabiendas del gran sufrimiento que su accionar terrorista causa al pueblo palestino que supuestamente defiende.

    "El rehén liberado Eli Sharabi no sabía que su esposa y sus dos hijas fueron asesinadas por terroristas de Hamas el 7 de octubre de 2023, informó el Canal1"

    https://infobae.com/america/mundo/2025/02/08/en-vivo-el-grupo-terrorista-hamas-liberara-este-sabado-a-tres-rehenes-israelies/

    Darío Acevedo Carmona, 15 de febrero de 2025

  • De cara a la campaña presidencial

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    Estamos a un año y medio del fin del mandato de Gustavo Petro, a un poco menos de las elecciones para congreso y presidente de la república, y ya en los sondeos de las firmas encuestadoras empiezan a figurar los aspirantes a reemplazar al actual presidente.

    No me voy a referir a todos que están el partidor sino al problema que considero más sobresaliente entre los que preocupan a la población colombiana. Hasta ahora, casi todos se han distinguido por criticar con vehemencia y en veces con virulencia la gestión del primer mandatario. Abundan los adjetivos descalificativos, la retórica de impacto, los llamados “memes”, la ironía, el asombro y hasta las sensaciones de miedo ante el desastre que, con probada eficacia, está adelantando el presidente Petro.

    Y no es que eso sea desestimable, pues, en la acción política nada es descartable aunque algunas cosas pueden resultar indeseables o insuficientes para alcanzar una meta. Factor a tener en cuenta es que, a la fecha, la decepción de la ciudadanía con Petro alcanza cerca al setenta por ciento mientras su aceptación ronda el treinta por ciento, muy alto en mi parecer si se tiene en cuenta las escandalosas situaciones de corrupción campante en que se han visto involucrado el alto gobierno, sumado a sus desatinos, a su demostrada ineptitud para gobernar, entre otros males y deficiencias.

    Pero, creo que ha llegado el momento de dar un paso que supere, sin desestimar del todo lo que se ha hecho, en el sentido de empezar a formular el programa que se piensa realizar en el periodo 2026-2030. Es en ese terreno en el cual podemos medir que tan serias, realistas y fundadas son las propuestas de cada uno de los aspirantes.

    En el camino que se abre, es necesario manifestar cómo conciben resolver el problema, muy preocupante, de la dispersión  de las fuerzas opositoras en el entendido que si esa dispersión persiste será muy difícil derrotar al candidato continuista. No hay un partido o movimiento o un candidato suficientemente posicionado para liderar a toda la oposición. Por ello es clave y prioritario construir unos acuerdos básicos sobre la política de alianzas.

    Por otra parte, los candidatos deben precisar qué políticas en concreto piensan ejecutar en planos tan diversos como la economía, la seguridad, las relaciones internacionales, la salud, la paz, y estructurar, sustentar y divulgar sus propuestas en cada una de esas áreas. Por ejemplo, qué harían frente a leyes y decretos aprobados por el gobierno Petro. Todo ello en el marco de unas ideas centrales que deben significar la filosofía, la visión, la misión y los objetivos del nuevo gobierno.

    El daño que Gustavo Petro ha causado a Colombia es profundo y por eso, en la misma medida de profundidad debe proceder su sucesor si quiere enderezar el rumbo del país. Mencionaré algunos temas, que me parecen insoslayables.

    En materia de relaciones internacionales restablecer las relaciones rotas con Israel, descompuestas o enturbiadas con Estados Unidos, romper todo tipo de lazos con gobiernos y movimientos que sean o favorezcan el terrorismo, desactivar o no las nuevas embajadas creadas por el actual gobierno. En suma, rehacer  la política exterior y mejorarla.

    En el área de seguridad y defensa, los candidatos deben hablar con precisión sobre la manera de fortalecer a las Fuerzas Armadas, de diseñar una política de defensa que deje en claro los términos de la confrontación con grupos guerrilleros y otras estructuras armadas irregulares e ilegales, así mismo los lineamientos de una política de negociación y sometimiento en las que quede claro el rol  supremo del estado y que conduzcan a la paz real. Vale preguntar ¿qué harán frente a la ausencia de altos oficiales experimentados que fueron llamados a calificar servicios para debilitar el mando? Cómo van a restablecer los servicios e instancias de inteligencia? Qué alianzas o acuerdos van a impulsar?

    Sobre la falsa paz Santos- Far-ep, y los compromisos firmados qué se hará?, qué se planteará ante el Consejo de Seguridad de la ONU, sobre la JEP?, sobre los comandantes responsables de crímenes de lesa humanidad y de guerra? Hay muchos más asuntos de gran calibre  que requieren ser abordados por los aspirantes, estamos aún a tiempo, pero, de buen recibo sería escuchar de su parte qué medidas ejecutivas tomarían el 7 de agosto y primera semana de gobierno 2026.

    Darío Acevedo Carmona, 12 de febrero de 2025

     

  • Petro con el sol a sus espaldas (Selección de trinos en X)

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    1.¿Será que a Petro, a quien le gusta tanto calificar a sus críticos de "nazi", le empieza suceder lo mismo que al nazi mayor (Hitler) cuando, ante su inminente derrota y derrumbe total, sus camaradas y sus generales de confianza, como el que acabamos de leer, abandonan el barco y se bañan sus culpas con detergente?

    Este Congreso de la República tiene dos opciones frente al desastre de Petro: 1. No hacer nada y ser cómplice de la debacle. 2. Juzgarlo y destituirlo y pasar a la historia como el salvador de la democracia.

    10 feb. 2025, Visualizaciones 3.556

    2. El gobierno Petro es como el barco que hace agua porque todos sus componentes están podridos. No es por culpa de Uribe ni de las Fuerzas Armadas. Tampoco es por culpa del imperialismo yanqui ni de la Corte Constitucional ni de la Corte Suprema o del Consejo de Estado.

    No es responsable la dispersa y confusa Oposición ni los Medios ni el clero ni la oligarquía. Creo que ya queda suficientemente claro que el gran destructor es el propio gobierno.

    Petro y su núcleo duro de incondicionales e ineptos se están autodestruyendo. La rampante corrupción los corroe como un ácido.

    Perjudican el país el capitán del barco, ministros que no saben hablar pero si destrozar como el de Defensa, el de Salud, la de Trabajo, los que no ejecutan el presupuesto, los que nada hacen, los que aprovechan para meter sus angurrientas manos en nombramientos y recursos.

    La caricatura del coronel Aureliano Buendía es víctima del chantaje de Sarabia y Benedetti. Es tan putrefacto el ambiente que hasta la Vicepresidente expresa su enojo y la de Ambiente se pone digna.

    El barco naufraga o el edificio cae a pedazos, y no queda sino esperar si sus moradores se van a inmolar o serán sacados del derrumbe antes de que todo se dé por perdido.

    5 feb. 2025, 1.003  Visualizaciones

    3. De los problemas más graves que he detectado en el gobierno Petro, es el que tiene que ver con el sentido de lo que dicen el propio presidente y el ministro de Defensa. La impresión es que no logran expresarse y enredan el orden de las palabras o estas se usan inadecuadamente.

    Muy grave en ambos personajes por la alta y delicada responsabilidad de los cargos que ejercen. De la que se ha llamado verborrea o verborragia de Petro ya se ha hablado con suficiencia.

    Pero del MinDefensa poco, siendo como es el jefe de la seguridad y de las tropas, el que debe relacionarse con los oficiales y comandantes de fuerza. No es que sufra de dislexia o afasia u otro problema de articulación mecánica, sino, y lo digo a título de hipótesis, de Apraxia. Como no soy fonoaudiólogo ni neurólogo, busqué (como recomienda el eterno candidato Fajardo) en Google y esto encontré

    "El hipérbaton es una figura de dicción consistente en la alteración del orden usual de las palabras de un enunciado... a diferencia de la anástrofe y la tmesis, la alteración del orden usual de las palabras de un enunciado se debe a la intercalación, en el seno de una unidad sintáctica, de elementos que no forman parte de la misma. Esta intercalación provoca asimismo la dislocación de los constituyentes del sintagma y la ruptura de las relaciones de contigüidad... La apraxia adquirida del habla puede ocurrir a cualquier edad, aunque generalmente afecta a los adultos."

    Un ejemplo: Qué tal una orden así dicha: Señores generales, tienen Uds. el deber, en el marco de la seguridad, de comprender como yo se los doy a entender, que, los colombianos, para la eficacia, del proceder que en Uds. esperan, cuando a la acción se dedican..."

    Yo lo llamaría: un enredajo.

    Demasiado peligroso, además se le nota la lentitud al hablar, lo que le hace perder oportunidad, coherencia y precisión a lo que quiere expresar. (Mientras da la orden de disparar, al soldado), mientras da la orden al soldado de disparar al enemigo, lo dan de baja.

    O esto que dijo Iván Velásquez en el reciente sainete televisivo sobre la operación en El Plateado Cauca: "“el gobierno no ha entrado a El Plateado porque no ha habido una decisión articulada del gobierno”.

    6 feb. 2025, 250 Visualizaciones

    4. Ver para creer, hasta ahora Petro parecía invencible. Muy eficaz para tapar sus errores, sus metidas de patas, sus escándalos de corrupción, escalonando cada episodio con otro.

    Daba la impresión de ser un gran escapista, huía hasta de su propia sombra.

    Pero, a Petro le ocurre lo que a los marranos, les llega tarde que temprano su diciembre.

    De su propia creación, con el show o reality del 4 de febrero, Consejo de Ministros en vivo por todos  los canales y en horario AAA, quedó al desnudo ante el “pueblo”.

    No tiene cómo ni con qué tapar su condición de “secuestrado” según expresión de Francisco José Lloreda. Nombrar en altos cargos de estado a dos personas tan cuestionadas como la Sarabia y Benedetti solo puede ser realidad porque le guardan un secreto o un inmenso “tapado”, es el precio no de la lealtad sino el costo del silencio.

    7 de febrero de 2025, 251 Visualizaciones

    Darío Acevedo Carmona, febrero de 2025